El mar y yo: Marinera en tierra salada

Tu calma me arrulla, me acuna y me abraza, me regalas canciones y sueños en danza.

13 DE FEBRERO DE 2022 · 09:00

Vistas del Mar Mediterráneo./ Imagen de Benji Gálvez,
Vistas del Mar Mediterráneo./ Imagen de Benji Gálvez

No veo el mar desde mi ventana ni escucho su estruendosa voz, ni siquiera en el silencio de la noche cuando la oscuridad calla los ruidos de las mañanas, pero siento su presencia cercana, su olor a sal y arena mojada.

Su imponencia acompaña mis días, mis noches, mis madrugadas; mi sangre es salada como la suya hasta fundirnos como hermanas, el viento despeina las algas, a veces grita, otras susurra y algunas calla.

Te visito desde el respeto, eres amiga, pero tus entrañas esconden misterios, tu rabia es imprevisible, en tu furia hundes navíos, romances y magia. Tu calma me arrulla, me acuna y me abraza, me regalas canciones y sueños en danza.

Me haces sentir marinera, marinera de tierra salada, de mar callada, ondeando olas encrespadas al desgarro de mis alas desplegadas. Mi tarde será tu tarde, mi reflejo el tuyo será, mi noche se unirá a tus sombras, donde tú vivas yo viviré y donde tú me mezas dormiré.

¡Que se alegren los cielos! ¡Que grite la tierra de alegría!

¡Que ruja el mar, con todo lo que contiene!

¡Que canten alegres los campos, con todo lo que hay en ellos!

¡Que griten de alegría todos los árboles del bosque!

¡Que canten en presencia de Dios, que viene… (Sal 96:11-13a, TLA)

 

Mati Sanchiz Rodríguez

Háblame del mar, marinero. Interpretada por Marisol:

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kalei2Kopio - El mar y yo: Marinera en tierra salada