José Manuel Vidal
Discurso en la entrega del IV Premio Unamuno
Novotel, Madrid, 26 de febrero de 2010
No camines delante de mí, porque puede que no te siga. No camines detrás de mí, porque puede que no te guíe. Camina junto a mí y sé mi amigo. Lo dijo el genial escritor francés Albert Camus.
27 DE FEBRERO DE 2010 · 23:00
Jose Manuel Vidal camina junto a mí, o mejor dicho yo junto a él, desde hace muchos años. Ha cumplido cualquier exigencia ética o periodística que se pueda esperar de un gran profesional de la información religiosa que es.
Pero no se le ha concedido este Premio Unamuno por ser un buen amigo y profesional.
El ha caminado una segunda milla. Y es que su trayectoria tenía sueños que querían salirse de los raíles que formaban el espacio limitado del papel y el no ser su propio dueño.
Esos sueños se cumplieron el día que el vuelo de internet le dio alas. Religión digital no surgió de la nada, sino de una visión clara de arquitecto. Y un arquitecto lleno de ideales.
Siguió la idea de Bono, no el Presidente del Congreso español sino el cantante del grupo U2, “los únicos ideales que vale la pena tener son los que puedes aplicar a la vida diaria”. Y puesto manos a la obra diseñó en la web una página abierta, en la que por primera vez el protestantismo español encontró una ventana abierta sin rejas.
A su ya habitual seriedad en el trato de la información, alejada del sensacionalismo rosa y el prejuicio fácil, dotó a los evangélicos no sólo de dignidad sino de voz. Nos dio la palabra. Tres columnas o blogs, dirigidos por el obispo anglicano español Carlos López Lozano, el pastor gitano Juan José Cortés –padre de Mariluz-, y un servidor.
Vidal va contracorriente, porque cuando esto no ocurre en ningún otro medio es porque hay algo más que inercia. Pero él es un luchador.
Jamás me ha dicho qué debo o qué puedo decir.
Yo creo que lo que él está construyendo es más que una revista. Es un espacio donde todas las formas de creer pueden encontrarse, y sin renunciar a su identidad convivir en ese espacio -tan virtual y tan real como internet- que es la libertad.
Por eso al darle este Premio, creo que no sólo reconocemos a un hombre que ha luchado por rescatar del olvido social a quienes fuimos desplazados del foro público de nuestra patria, de nuestro pueblo, por creer diferente. El está creando un camino en el que no avance uno delante o detrás del otro, sino que podamos todos avanzar juntos, y ser amigos, o al menos darnos la oportunidad de intentarlo.
La entrega hoy de este Premio, este momento, esta sala, es también un reflejo de ese ideal de Jose Manuel Vidal. La posibilidad real de una España mejor para nuestros hijos, sea cual sea su forma de creer o de no creer.
Jose Manuel, cuando yo algún día sea joven, quiero ser como tú. Muchas gracias en nombre de los evangélicos que representa Protestante Digital.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - IV Premio Unamuno - José Manuel Vidal