Vivir en silencio
Sé que dentro de ti hay oscuridad. Se han fundido las luces que ardían en tu conciencia y vuelves a ser presa fácil de los miedos.
15 DE MAYO DE 2012 · 22:00

Para que despiertes, te cuento una historia que haga remover tus cimientos y así recuerdes lo importante que sigues siendo pese a que ya no estás tan cerca.
Te revuelves contra tus propios principios, creyendo las mentiras que tu confusa cabeza te cuenta, sabiendo que no debes hacerle caso a todo lo que ella te dicta.
Hoy te he ido a ver, estabas sentado en un sillón demasiado grande.
Con la mirada perdida me has querido identificar, pero sólo has logrado ver a una mujer que desconoces. Oyes mis palabras cual sonidos del pasado, pero no logras escucharlas con tu cabeza de hoy. Mis frases llegan, acarician y se van, sin despertar tu memoria de ese letargo en el que se halla.
Yo no me resigno a verte morir en una apatía silenciosa. Me niego a dejar de hablarte, a deshilvanar mis sentimientos y fingir que todo ha concluido, que cualquier deseo por hacerte volver al presente es sólo un fallido y malogrado intento llevado a cabo por una mujer que vive de utopías.
Sé que dentro de ti hay oscuridad. Se han fundido las luces que ardían en tu conciencia y vuelves a ser presa fácil de los miedos.
Yo sigo aquí, templando la voz para relatarte tu historia, una crónica que se hace cada día más fatigosa de contar.
Proseguir a tu lado no es fácil, pero en verdad, no encuentro otro lugar a donde ir.
Abrazo la idea de que algún día despiertes y me puedas agradecer el haberte regalado tantos recuerdos.
Aún en tardes como las de hoy, pienso que volverás a la vida, que dejarás de observar el vacío y encontrarás en mis ojos esa mirada cómplice que tantas veces nos ha unido.
Aún en tardes como las de hoy, me pregunto cuantas personas lloraran estos silencios, espacios infinitos de mudas respuestas.
Hoy no culpo a las drogas ni a tu ingenuidad ante ellas, no calmaría mi dolor encontrar un culpable, únicamente deseo que despiertes y me preguntes con tu jovial voz: Mamá, ¿Cuánto tiempo he estado dormido?...
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Íntimo - Vivir en silencio
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