Charlie Kirk fue honrado por unas cien mil personas que acudieron al estadio de fútbol americano de los Arizona Cardinals, en Glendale, a las afueras de Phoenix (Arizona). Con capacidad para 73.000 personas que se llenó dos horas antes del inicio del memorial, dejando fuera a más de 20.000 personas no pudieron entrar al recinto.

El acto estuvo a la altura de la conmoción causada en Estados Unidos y el mundo entero por el asesinato de Kirk, que murió de un balazo en el cuello mientras debatía en un acto al aire libre ante unas 3.000 personas en una universidad de Utah el pasado 10 de septiembre. Tenía 31 años.

Asistió al acto in memoriam el Gobierno de Estados Unidos casi al completo, en lo que parecía más un funeral de Estado que de la despedida de un joven activista. Junto a Donald Trump y al vicepresidente JD Vance, asistieron varios miembros del gabinete, como Rubio, Hegseth o el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr. También habló el primogénito del presidente, así como la viuda del activista, Erika Kirk.

Erika Kirk: “La respuesta al odio no es el odio, sino el amor por los que nos persiguen”

Pero lo que sin duda alguna dejó una huella profunda y más impresionó de todo el evento fue lo que dijo Erika Kirk. En su discurso expresó sobre el asesino de su marido: “Mi esposo, Charlie quería ayudar a los jóvenes, como el que le quitó la vida (...). En la cruz nuestro Salvador dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Por eso a tí, joven, te perdono. Te perdono porque fue lo que hizo Cristo. Y es lo que Charlie haría. La respuesta al odio no es el odio. La respuesta que conocemos del evangelio es el amor y el amor siempre. Amor por nuestros enemigos y amor por los que nos persiguen”.

El presidente Donald Trump dijo que planea otorgar póstumamente a Charlie Kirk la Medalla Presidencial de la Libertad durante una ceremonia en la Casa Blanca.

Un legado de fe

El memorial tuvo un alto contenido espiritual, destacando que Kirk -junto y por encima de los innegables aspectos políticos- era un cristiano evangélico comprometido con su fe como eje de su vida.

Intervinieron varias bandas y músicos cristianos, como como Chris Tomlin, Brandon Lake, Phil Wickham, Kari Jobe y Cody Carnes. Levantaron una música de alabanza y adoración seguida con la participación de los presentes que cantaban “Amén” con los brazos en alto. “Amazing Grace” fue interpretada por un conjunto de gaiteros.

Todos los participantes destacaron además de su “patriotismo”, su “fe en Dios todopoderoso” y su defensa del matrimonio y la familia natural. Y lo compararon con Esteban, el primer mártir del cristianismo.

Como un “mártir de la fe cristiana” lo definió el vicepresidente, J. D. Vance, que añadió que “Su legado está no solo en lo que dijo, sino en cómo vivió. Charlie hizo mucho más que decir la verdad. La vivió”. El secretario de Estado, Marco Rubio, jefe de la diplomacia de la primera potencia mundial, mencionó el ejemplo de Jesús en su vida; el de Defensa, Pete Hegseth, al frente del Pentágono, proclamó que “Solo Cristo es rey”; y el vicepresidente, Vance, habló de “la verdad del Rey de Reyes” que Kirk portaba y afirmó que era “Jerusalén y Atenas al mismo tiempo, la ciudad de la razón y la ciudad De Dios”. Rob McCoy, pastor de la iglesia de Kirk predicó sobre la centralidad del Evangelio y la relación con Jesús en la vida de Kirk.

Benny Johnson, aliado y donante del activista, compartió con los presentes el consejo que recibió de Kirk: “Centra tu vida en Cristo, enamórate, cásate, ten un millón de hijos y vive tu sueño americano”.

El evento se emitió integramente (y puede volver a verse) a través del canal de YouTube de Charlie Kirk:

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