El cambio de paradigma parece producirse a gran velocidad. Europa y Estados Unidos se replantean su relación a marchas forzadas y los evangélicos del viejo continente observan los cambios con preocupación.

Al día siguiente de la discutida Conferencia de Seguridad de Múnich, líderes de Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, España y Polonia, entre otros, se reunieron de urgencia en París para buscar soluciones al desafío que suponen las negociaciones que la nueva administración Trump iniciaría pocas horas después con Rusia en Riad.

Los evangélicos ucranianos han manifestado que no confían en que un acuerdo con Rusia traiga la paz.

Kukharchuk: Estados Unidos debería estar con “el cinturón bíblico de Europa”

Pero Ruslan Kukharchuk, periodista y líder del movimiento civil Unidos por la familia, cree que hay razones para que la nueva administración estadounidense busque el bien de Ucrania.

“El vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, se quejó en Múnich a los líderes de la Unión Europea de que hablan de valores democráticos, pero en realidad los han abandonado: multan a la gente por orar, bloquean las redes sociales y los tribunales anulan los resultados de las elecciones”, recuerda.

Sin embargo, el nuevo gobierno de Estados Unidos “no debería repetir el mismo error y actuar de acuerdo con las creencias que dice tener”, dice Kukharchuk a Evangelical Focus.

“Ucrania, a diferencia de muchos países europeos, es el país donde todavía no ondean banderas LGBT en los edificios gubernamentales, donde no se multa a la gente por orar, donde los tribunales no anulan los resultados de las elecciones parlamentarias y presidenciales”, añade.

Para el analista ucraniano, “Ucrania es el cinturón bíblico de Europa”, porque “alberga las mayores comunidades eclesiásticas de Europa (por ejemplo, bautistas y grecocatólicos). Y hay incluso más cristianos ortodoxos en Ucrania que en Rusia”.

Teniendo en cuenta esta realidad, “Estados Unidos y la administración conservadora de la Casa Blanca deberían defender de verdad a Ucrania, el cinturón bíblico de Europa, en lugar de buscar la amistad con Rusia, que está matando a cristianos en Ucrania, o con China, que está prohibiendo a sus ciudadanos asistir a las iglesias”, subraya Kukharchuk.

Jim Memory: Un realineamiento “sísmico”

En Europa Occidental, otros líderes evangélicos parecen ser un poco más pesimistas sobre el estado actual de la amistad entre Estados Unidos y Europa.

“Con la caída del Muro de Berlín, en noviembre de 1989 se movieron las placas tectónicas geopolíticas de Europa. Febrero de 2025, que ha sido testigo de un realineamiento fundamental de las relaciones transatlánticas desde el inicio de la segunda presidencia de Trump en Estados Unidos, puede resultar aún más sísmico”, afirma Jim Memory, colíder del Movimiento de Lausana Europa.

“Las últimas declaraciones de Vance y Trump, indican una ruptura en la confianza y los supuestos fundamentales que han prevalecido desde el final de la Segunda Guerra Mundial”, explica a Evangelical Focus.

El impacto político y económico de este realineamiento “podría ser enorme: aumento del gasto en defensa, consecuencias económicas del aumento de los aranceles sobre las exportaciones europeas a EE.UU. y, por supuesto, la posible participación de los ejércitos europeos en la defensa de Ucrania”.

El futuro de las relaciones misioneras

El contexto general de creciente frialdad podría afectar también a las relaciones entre los cristianos de ambos lados del Atlántico.

El líder del Movimiento de Lausana ha subrayado recientemente la necesidad de que “los cristianos de Europa y Estados Unidos se escuchen y se entiendan”.

“Sin embargo, los evangélicos europeos, que durante tanto tiempo han dependido del apoyo de los ministerios y recursos evangélicos estadounidenses, también deben enfrentarse a este nuevo mundo”, añade.

Es posible que “tengan que aumentar su financiación a nivel local o ver cómo sus ministerios se hunden si las iglesias y ministerios estadounidenses se alejan de Europa”, concluye.