Una Alemania que “ha perdido la fe en el progreso” se prepara para cambiar de rumbo

Las elecciones del 23 de febrero podrían convertir la frustración en un ascenso histórico de la extrema derecha. Un periodista cristiano señala la importancia de “admitir opiniones diferentes y no condenarlas inmediatamente”.

Joel Forster

ESPAÑA · 16 DE ENERO DE 2025 · 09:00

Viandantes en un túnel de Hamburgo, Alemania. / Foto: <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@mattmutluu">Matt Mutlu</a>, Unsplash, CC0.,
Viandantes en un túnel de Hamburgo, Alemania. / Foto: Matt Mutlu, Unsplash, CC0.

Alemania parece dispuesta a cambiar de rumbo muy pronto.

Las elecciones parlamentarias del 23 de febrero están a la vuelta de la esquina, y llegan en un contexto de incertidumbre generalizada en la población. Hay descontento por el estancamiento de la economía, tensión alrededor de la inmigración, y surge un nacionalismo duro que se revuelve contra la Unión Europea.

¿Hay incertidumbre ante el futuro entre los alemanes? Se lo preguntamos a Nico Franz, periodista de la revista cristiana PRO Medienmagazin. “Sí, y mucha”, responde. “La inseguridad económica, el miedo a la guerra y una pérdida de la fe en el progreso dominan la sociedad. La gente siente que Alemania está decayendo en lugar de prosperar”.

Hay muchos ejemplos que explican la frustración de gran parte de la población. “La Deutsche Bahn [los ferrocarriles nacionales] funciona con retraso (cuando funciona), faltan soluciones pragmáticas en muchos ámbitos, hay burocracia y leyes sin sentido que asfixian, la industria automovilística flaquea, la Bundeswehr [ejército] está infradotada y el trabajo apenas compensa porque casi vale más la pena vivir de las ayudas sociales”, describe Franz.

 

La inmigración vista como principal problema

Los principales problemas para los alemanes, dice la última encuesta de la televisión pública ARD, son la inmigración (37%) y la economía (35%). En un país con 10 millones de extranjeros, el debate migratorio no es nuevo, pero parece que algo se ha roto tras el ataque terrorista contra un mercadillo navideño en Magdeburgo al final del 2024.

“La ‘cultura de bienvenida’ de 2015 ha dado paso a un fuerte escepticismo”, observa el periodista. En Alemania, muchos piensan que es “difícil integrar a tanta gente de culturas que a menudo viven según valores completamente distintos a los de aquí”. Esto ha llevado al principal partido conservador, los Cristianos Demócratas (CDU-CSU) de la antigua canciller Angela Merkel, a “presionar pidiendo una política migratoria más estricta, que incluya controles fronterizos y más deportaciones”.

Una Alemania que “ha perdido la fe en el progreso” se prepara para cambiar de rumbo

El candidato Merz, en el centro, cuenta con todas las encuestas a favor, pero tendrá que buscar un socio de gobierno. / Foto: F. Merz Facebook.
 

Friedrich Merz, el candidato del partido democristiano será muy probablemente el próximo canciller, pero tendrá que buscar apoyos. La coalición Ampel (‘semáforo’), progresista alrededor del socialdemócrata Scholz se descompuso en otoño forzando elecciones anticipadas. Lo siguiente podría ser una “Grosse Koalition” que consiga el apoyo de un centroizquierda que se hunde.

 

La AfD, protagonista en la crispación

Pero la gran protagonista mediática, por lo menos en la prensa internacional, es la AfD y el auge de su nacionalismo de derecha radical. Al frente, la controvertida Alice Weidel.

Fuerte sobre todo en Alemania del este, donde hay más paro y una mayor sensación de desapego con las “élites”, la AfD apuesta por salir del Euro y habla ya sin tapujos de sus planes de “remigración”, un término muy polémico que justifica enviar de vuelta a sus países de origen a miles de personas que hace años que residen en Alemania.

“La AfD consigue recoger opiniones supuestamente reprimidas y ofrecer un hogar a los descontentos”, observa Nico Franz. La crispación se nutre a menudo de dos bandos: por un lado, medios generalistas que repiten acríticamente consignas del gobierno, por otro, redes sociales en las que teorías de conspiración radicalizan las posturas.

Una Alemania que “ha perdido la fe en el progreso” se prepara para cambiar de rumbo

La controvertida Alice Weidel, en el centro, espera su oportunidad para influencia en el gobierno alemán. / Foto: A. Wiedel Facebook.
 

En este contexto, el periodista alemán de fe cristiana cree que “es importante reconocer otras opiniones y no condenarlas inmediatamente. Por supuesto, también es necesario disentir cuando se traspasan unos límites”.

Pero es esta sensación de falta de libertad de expresión, especialmente entre quienes no se consideran progresistas, la que habría dado alas a quienes defienden la reconstrucción de la identidad alemana, la familia tradicional. O quienes consideran que hay que dejar de inmiscuirse en la guerra de Ucrania.

 

El progresismo “sufre las consecuencias” de sus políticas

Con un discurso agresivo, tanto en la calle  como en el Bundestag (el parlamento federal), la AfD ha ido escalando en las encuestas hasta situarse en estos momentos como segunda fuerza, con un 20% de intención de voto, por delante de los tres partidos que gobernaron durante la legislatura que termina.

Sus simpatías por Donald Trump y el apoyo explícito del magnate norteamericano Elon Musk les han dado aún más publicidad.

Para el redactor jefe de la revista PRO, “el mejor contrapeso a los populistas sería una política competente y honesta que se centre en las necesidades de la gente”. Pero el gobierno progresista liderado por el socialdemócrata Scholz “ha funcionado mal en muchas áreas”.

“Eso sí, en nichos como la política transgénero o el aborto el gobierno Ampel sí fue meticuloso y profesional”, añade Franz con cierta sorna. “Ahora, estos partidos sufren las  consecuencias”.

 

Voces cristianos alertan del extremismo

En este entorno tenso, las dos Iglesias históricas se han unido para pedir votar con el “corazón y mente (...) si queremos encontrar buenas respuestas a cuestiones complejas”.

Una Alemania que “ha perdido la fe en el progreso” se prepara para cambiar de rumbo

La inicitaiva católica y protestante ante las elecciones de 2025, anunciada en una iglesia. / Foto: Für Alle
 

En un documento llamado Für Alle (Por todos), la Iglesia Protestante oficial (EKD) y la Iglesia Católica expresan su “compromiso con la dignidad humana, la caridad y la cohesión”. “Defendemos la democracia y nos oponemos al extremismo”, añaden, “nos comprometemos a que nuestros pensamientos y acciones estén orientados al bienestar de todas las personas”.

Nico Franz explica que la iniciativa ecuménica debe interpretarse como “un llamamiento a no votar a la AfD, y quizá tampoco al recientemente fundado populista BSW”.

Por su parte, la Alianza Evangélica Alemana (EAD) ha pedido estos días oración y sabiduría, haciendo hincapié en la dignidad humana y la protección de la “estabilidad democática”. Evangelical Focus publicará próximamente una entrevista con el líder de la EAD, Frank Heinrich.

“Entre los cristianos evangélicos, la santidad de la vida es una gran preocupación” en este momento, concluye Nico Franz. “Los diputados de izquierdas están intentando liberalizar más el derecho al aborto en Alemania, es una clave electoral. Los conservadores se oponen rotundamente”.

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