“El pueblo cristiano en Cuba se ha unido para proteger a los niños”

El doctor Oscar Rivero es la cara visible de la campaña “A la escuela, pero sin ideología de género”. Sin apoyo institucional ni de grandes medios de comunicación, la campaña consiguió en poco tiempo el apoyo de 140.000 firmas. A través de un manifiesto expresan su oposición a las resoluciones que introducen el enfoque de género en la educación integral en sexualidad en las escuelas, lo que para los promotores de la campaña implica “el adoctrinamiento de nuestros niños en una ideología que no compartimos”, expone Rivero.

Pocas veces un movimiento civil ha conseguido un apoyo tan amplio por parte de la sociedad. Es por eso que Oscar Rivero espera que el Gobierno y otras entidades internacionales reciban el mensaje. Y explica que no piensan quedarse quietos: la lucha es como de David contra Goliat, pero “David vencerá”.

 

Pregunta. La campaña “A la escuela, pero sin ideología de género” ha conseguido 140.000 firmas. ¿Cuáles son las razones que les llevaron a convocar esta campaña?

Respuesta. Ha sido una batalla, como de David contra Goliat. Esta campaña nacional ha sido creada y liderada por la sociedad civil, padres y madres, cristianos y no cristianos, que cuando han sabido que se quería introducir por una resolución la enseñanza de ideología de género en las escuelas, reclamamos que estábamos en contra de que esto se impartiese a nuestros niños en las escuelas.

En la Constitución se establece que los ciudadanos tenemos derecho a conocer las normas que se aprueben en el país. Esta resolución no se dio a conocer a través de la gaceta oficial, sin embargo ya se estaban realizando orientaciones metodológicas a los profesores para impartir esta enseñanza. Pero nos enteramos y como para Dios nada queda oculto, nos dimos a la tarea de entregar esta declaración a la ministra, donde advertíamos que acompañaríamos esta declaración con las firmas de miles de personas. Era una tarea gigante, dado que Cuba estaba pasando por la pandemia, con escasas posibilidades de  movilidad. En estas circunstancias y con toda esa problemática los promotores nos dimos a la tarea de llamar a la sociedad para que apoyaran esta declaración. Y encontramos respuesta: 140.000 personas han firmado, apoyando el manifiesto.

En Cuba, ninguna institución ni organización había podido recoger más de 11.000 firmas. Nosotros hemos conseguido esta cantidad gracias al empeño que los padres pusieron en cada provincia. Y seguiremos luchando para que la resolución 16/2021 sea derogada por el ministerio de educación.

P. ¿Cuáles son los peligros que ustedes consideran que puede tener la impartición de ideología de género en las escuelas?

R. La inclusión de ideología de género no es un hecho fortuito. Desde hace tiempo se introduce en el diseño curricular algunas cosas. Desde 2011, se introducían algunos aspectos del enfoque de género. Ellos dicen que no enseñan “ideología”, pero detrás de esta palabra se esconde el veneno. Los objetivos de esa norma de 2011 no se lograron.

Sin embargo en 2018 se convocó un congreso nacional de terapia sexual, dedicado exclusivamente al papel de la educación de la ideología de género. Así que ya veíamos el peligro inminente de que los niños sean adoctrinados. En el 2019 se aprobó la nueva Constitución, donde por voto popular no se pudo establecer el concepto de matrimonio igualitario, y queda para una consulta popular que se desarrollará a finales de este año.

“El peligro que vemos es que el Estado suplante el papel de los padres en la educación familiar, con ideas anticientíficas”

El peligro que vemos es que el Estado suplante el papel de los padres en la educación familiar, con una educación impuesta, con ideas anticientíficas, sin ningún sustento. Ese es el gran peligro que vemos. Vemos que pretenden acabar con el matrimonio, con su célula central que es la familia.

A veces los padres no se dan cuenta de la estrategia de hipersexualización a la que son sometidos nuestros niños y adolescentes. Esta ideología quiere que se sustituya el concepto de amor, que es lo que sostiene a las familias, por un concepto de sexo genital que se quiere promover desde la niñez. Son muchos los peligros que hay en estos conceptos, perversidades que se introducen con la ideología de género.

Creemos que si se acaba con el matrimonio, se acaba con la familia, se acaba con la sociedad. Es parte de la estrategia de la agenda globalista. Nosotros creemos que debemos buscar y conocer la verdad, que nos hará libres, como dice la Biblia.

 

P. ¿Cómo se han movilizado para conseguir tanto apoyo?

R. Lo hemos hecho con mucha prudencia, por el contexto en el que vivimos en Cuba. No es una sorpresa que haya sido llamado por las autoridades, por la seguridad del Estado. Hemos puesto nuestro empeño en que los organizadores y promotores puedan trabajar en el anonimato y sea yo quien dé la cara. Nosotros diseñamos la declaración, que tenía que ser leída por los padres y madres que iban a dar su firma, poniendo su nombre y número de carné de identidad, y la firma, todo bien legible. Pero ¿cómo íbamos a llegar a la gente, y recopilar las firmas en el plazo de un mes? Recibimos el apoyo de muchas denominaciones cristianas. Más de 20 denominaciones (evangélicos y otros) se movilizaron y salieron a decir que estaban en contra, incluso la Iglesia Católica se pronunció. Así que las iglesias nos dieron la plataforma. La iglesia pentecostal Asambleas de Dios, que es la más extendida en Cuba, nos permitió recoger las firmas, casa a casa. Fueron más de 38.000 hojas las que procesamos. Tenemos las firmas en unas valijas guardadas para entregar al Gobierno.

El pueblo cristiano se unió, como nunca se había unido, en torno a esta causa tan sensible, para proteger a los niños. El cubano defiende la niñez.

Creamos un grupo de comunicación para difundir a través de las redes sociales, dado que no podemos acceder a los medios controlados por el Gobierno. Nos comunicamos a través de grupos en Facebook, Instagram o Telegram. Pero como esto va en contra de la política del Gobierno, casi ningún medio ha podido difundirlo.

 

P. ¿Qué reacción ha tenido el gobierno cubano ante la campaña?

“El gobierno ha querido invisibilizar la campaña”

R. En días recientes el ministerio de Educación dijo que aplazaba la aplicación del artículo 16. Pero es un término ambiguo. Nosotros hemos tenido entrevistas con viceministros de educación. Ellos temen que movilicemos a la población no solo para este tema, sino también para el nuevo código de familia, donde se espera votar sobre las uniones de personas del mismo sexo.

El gobierno ha querido invisibilizar la campaña. No pueden recibir las firmas porque sería para ellos admitir que la sociedad civil la está apoyando. Estamos esperando que la ministra de Educación nos reciba para poder hacer entrega de las firmas. También hemos pedido a la Comisión de Educación en el Congreso que nos reciba. Hemos comunicado al presidente, a la representante de la UNESCO y Unicef en Cuba. De ninguno hemos obtenido respuesta. Pero seguimos confiando en que a nivel internacional esto se haga más conocido, y de esta forma, se nos reciba y se atiendan estas peticiones.

P. ¿Cómo definirían la situación de la educación en valores en las escuelas en Cuba?

R. Los valores guían nuestra vida, inculcados desde la familia. El niño aprende en la casa, y la escuela contribuye a formar de manera integral. La escuela enseña valores también. En el contexto actual de la formación de valores, hay algunos pedagogos que dicen que se pierden, pero yo no estoy de acuerdo. Yo creo que un niño que aprende valores los mantiene, sea cual sea el contexto que enfrente. Pero tenemos una crisis de valores, donde no se respeta los derechos elementales. ¿Cuál es el valor principal del ser humano? El valor mismo de la persona. A veces hacen más caso a los animales que a las personas. Las personas en Cuba no son respetadas, no tienen derecho a su libertad en el más amplio sentido de la palabra. La libertad de expresarse, de manifestarse.

“Está en juego el sostenimiento de la sociedad cubana”

Uno de los valores que está en juego es el de la resistencia: hoy tenemos una situación que hace que los jóvenes no quieran quedarse en Cuba, están pensando en marcharse por la situación económica, política, moral. Está en juego el sostenimiento de la sociedad cubana. Así que hay una crisis de valores desde la niñez que alcanza a todos. Los valores sustanciales de justicia, de igualdad o libertad están siendo vulnerados en la sociedad cubana. La campaña quiere reconocer que como padres tenemos derecho, reconocido en la declaración de derechos humanos, para escoger la educación que recibirán nuestros hijos. Si hay padres que quieren que sus hijos sean educados en ideología de género, que tengan centros donde se imparta. Pero los míos no quiero que reciban esa ideología, es una violación de los derechos. Esto es parte del deterioro de valores que estamos viviendo en Cuba.

 

P. ¿Han valorado algún otro tipo de acciones para fortalecer la educación de los niños en valores?

R. Estamos aprobando una serie de actividades, y una de ellas es la capacitación para padres y profesores. Queremos que en cada punto se pueda capacitar, que los padres entiendan la esencia de la campaña que llevamos adelante. También queremos promocionar y divulgar los objetivos y los logros que hemos tenido, ya sea a nivel nacional como internacional. Creemos que como ciudadanos cubanos tenemos derecho de manifestarnos de manera pacífica, y lo queremos recordar al gobierno.

Queremos participar en conferencias, en debates, para defender nuestra posición, ante aquellos que nos acusan de fundamentalistas religiosos. Estamos aprovechando cada espacio para defender lo que creemos. Y queremos seguir haciendo presión al Gobierno para que reciban las 140.000 firmas que han sido recogidas. Esperamos que la campaña pueda completarse y cumplir su objetivo.

Para contactar con la campaña, pueden buscar sus canales de difusión en Facebook y Telegram: “A la escuela pero sin ideología”.