El desarrollo de las nuevas plataformas de comunicación y la llegada de la Covid-19 han agravado la hostilidad que sufren las principales minorías religiosas en India, musulmanes y cristianos. Esta es la conclusión más relevante a la que llega Puertas Abiertas en su informe Mentiras Destructivas: Desinformación, discursos que incitan a la violencia y discriminación contra las minorías religiosas en la India, que ha encargado realizar a un equipo de investigadores de la London School of Economics and Political Science, y que se ha elaborado durante los meses de febrero y marzo de 2021 con datos tomados de “localidades que previamente habían venido registrando incidentes de violencia anticristiana o antimusulmana”.

El documento “describe la persecución extrema que cristianos y musulmanes de todo el país enfrentan a manos de las violentas turbas de patrullas ciudadanas conformadas por nacionalistas hindúes”. Por eso, desde la organización dedicada a monitorear la persecución de cristianos en todo el mundo, aseguran que “las minorías religiosas en India viven bajo un temor constante”. 

Un clima de inseguridad que se ha visto agravado con la llegada de la Covid-19 y la propagación de información falsa que vincula a la población de estas minorías religiosas con la causa de los contagios en India, uno de los tres países más afectados por la pandemia en todo el mundo con más de 404.000 muertos y cerca de 30 millones de contagiados. “Durante la crisis de la Covid-19, los cristianos y los musulmanes han sido víctimas de campañas de desinformación, incluyendo la afirmación de que estas minorías están tratando deliberadamente de propagar el virus e infectar a los hindúes a través de sus actos de culto”, señalan desde Puertas Abiertas.

Desinformación propagada

En el informe de Puertas Abiertas se describe una serie de casos concretos en los que se ha manifestado la violencia por parte de nacionalistas hindúes contra miembros de las minorías cristiana y musulmana. Desde un ataque a una mujer embarazada que provocó que su bebé naciese sin vida, hasta un asalto a una aldea de mayoría musulmana por parte de una turba de 6.000 personas.

La gravedad de la violencia se intensifica, dicen desde Puertas Abiertas, “cuando los principales medios de comunicación cubren algunas de estas agresiones” porque “el relato que se cuenta es el de los propios agresores, negándose a hablar con las víctimas”. “Los medios de comunicación dominantes, así como los medios nuevos, se han encargado de difundir falsas acusaciones contra los cristianos, como que estos están infectando deliberadamente a los hindúes con la Covid-19”, aseguran.

Para la organización, el vínculo entre la desinformación y el estado generalizado de hostilidad contra las minorías religiosas es algo evidente. “La campaña de violencia e intimidación está fuertemente alimentada por las nuevas plataformas de redes sociales. Las turbas violentas arrebatan los teléfonos a sus víctimas y graban las agresiones para publicarlas en las redes con el fin de enviar un mensaje a otros grupos Hindutva y ser quienes controlen el relato que es contado”, apuntan.

Impunidad asentada

Al perjuicio mediático se le suma la pasividad intencional de las autoridades policiales y judiciales que, según Puertas Abiertas, “se niegan a reconocer los delitos cometidos o a presentar cargos por los mismos”. Además, dicen, a veces las instituciones se muestran proactivas en la hostilidad contra las minorías religiosas. “La violencia y la persecución son fomentadas a nivel estatal a través de estados que introducen leyes para castigar a los cristianos por ‘conversiones forzosas’”, remarcan.

“La complicidad de los representantes del Estado ante tales actos de violencia ha escalado a niveles inimaginables. Los funcionarios, la policía, los jueces de tribunales inferiores, todos son conniventes en acosar a estas minorías. Mientras, políticos, líderes religiosos y propietarios de poderosos medios de comunicación están enviando claramente el mensaje de que este comportamiento es deseable”, asegura uno de los redactores del informe que ha preferido mantener su identidad en el anonimato.

Recomendaciones

La Alianza Evangélica Mundial ya ha denunciado ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas “el ambiente de odio e intolerancia hacia las minorías religiosas” en India, y también ha identificado decenas de incidentes en los que se han difundido noticias falsas relacionadas con las población cristiana y musulmana del país con la complicidad del gobierno.

Desde Puertas Abiertas también aseguran que “la comunidad internacional no puede continuar ignorando lo que está sucediendo en India”. “No pueden mirar hacia otro lado ante tales atrocidades. Pedimos que se investigue a fondo esta brutal y sistemática persecución contra las minorías religiosas”, ha manifestado el director de la organización en España, Ted Blake.

Además, como recomendaciones, piden la presencia de más moderadores que realicen un seguimiento de los casos de discriminación y violencia a nivel local, y que se revisen los algoritmos de las plataformas mediáticas para que “aborden la deshumanización y la incitación a la violencia contra las minorías religiosas en el sur de Asia” y se suspendan las cuentas que difunden información falsa.