Tras once días de bombardeos en Gaza y en algunas ciudades del territorio israelí, Hamás y el gobierno de Israel han alcanzado un alto el fuego “recíproco, simultáneo y sin condiciones” después de aceptar una oferta de mediación por parte de Egipto. El acuerdo se ha hecho efectivo después de que ambas partes ignorasen las llamadas previas a la paz por parte de la comunidad internacional, y la escalada de violencia ha dejado, al menos , 231 muertos en Gaza y 12 en Israel, según datos oficiales.

Desde El Cairo se han comprometido a enviar una delegación de seguridad a Tel Aviv y otra a territorios palestinos para realizar un seguimiento de cómo cumplen las dos partes la tregua, según la agencia de noticia oficial egipcia Mena.

Aunque se desconocen los detalles del acuerdo alcanzado y de la propuesta por parte de Egipto, durante los últimos días, las dos partes del conflicto habían reivindicado las exigencias que han mantenido hasta ahora. Por parte de Hamás, era la cancelación de los procesos de desahucio contra familias palestinas en el barrio Sheij Yarrah, de Jerusalén, aunque la organización yihadista también había comenzado los ataques en respuesta a la intervención de la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas y en la mezquita de Al-Aqsa. Por otro lado, el primer ministro en funciones de Israel, Benjamin Netanyahu, se había negado a detener los ataques hasta que no eliminasen los objetivos de Hamás y de la Yihad Islámica que tenían localizados.

Ahora, cada parte ha destacado su particular ‘victoria’ tras los enfrentamientos de los últimos días. Desde el Gabinete de Seguridad israelí hablan de “grandes logros”, y en la cuenta oficial de twitter de las Fuerzas de Defensa de Israel han publicado un vídeo asegurando que han “neutralizado” la “red de túneles del terror” que Hamás había construido en Gaza. Por parte de la organización palestina, su portavoz, Hazem Qassem, ha señalado que “la resistencia demuestra que es el escudo del pueblo el más capaz de proteger los fundamentos de la causa palestina”.

WEA: “Pedimos a los poderes con influencia en la región que la utilicen para lograr una paz duradera”

Poco antes de hacerse público el acuerdo de alto el fuego, la Alianza Evangélica Mundial (WEA, por sus siglas en inglés) ha difundido un comunicado mostrándose “preocupada por la escalada de violencia en Tierra Santa” y pidiendo a las partes “que actúen con moderación y que pongan fin a las represalias que exacerban el conflicto y amenazan la vida de civiles inocentes”.

Desde la WEA también han pedido “a los poderes con influencia en la región que la utilicen para lograr una paz duradera”. “Somos conscientes de que los problemas subyacentes son de larga duración, multifacéticos y complejos, pero estamos convencidos de que la violencia nunca traerá una solución duradera al conflicto”, han remarcado.

En el texto, y siguiendo lo que ya han expresado desde la Alianza Evangélica de Israel y desde el Consejo de Iglesias Evangélicas Locales en Tierra Santa, la WEA también hace “un llamado a la familia global de iglesias y creyentes” para orar por una mejora de la situación, “para que la paz sea restaurada y por una resolución duradera de las tensiones subyacentes que alivie las represalias desproporcionadas”.