“El Estado reprime todo lo que identifica como enemigo”, dicen desde una iglesia cerrada en Bielorrusia

Otras congregaciones y grupos prodemocracia han expresado su apoyo a la comunidad. El pastor explica que oran “por un gran avivamiento en el país”.

Joel Forster , Redacción PD

Evangelical Focus · MINSK · 02 DE MARZO DE 2021 · 11:45

Miembros de la iglesia New Life de Minsk abandonan el local después de que la policía interrumpiese una reunión de oración. / Facebook New Life Church ,
Miembros de la iglesia New Life de Minsk abandonan el local después de que la policía interrumpiese una reunión de oración. / Facebook New Life Church

La lucha de una iglesia evangélica que ha perdido su local ha vuelto a poner el foco de atención en la situación de Bielorrusia, un país que en 2020 vivió grandes protestas por la libertad y la justicia

El local donde se reunía la ‘New Life Church’ (Iglesia Nueva Vida), una de las iglesias locales más grandes de la capital, Minsk, permanece cerrado desde el 17 de febrero de 2021, después de que agentes de policía entrasen por la fuerza en las instalaciones para desalojar a la comunidad del edificio, propiedad de la iglesia. 

Desde 2009, la congregación ha estado apelando sin éxito a la justicia para que concediese al edificio el estatus de centro de culto. Tanto en enero de 2013 como en abril de 2017, las autoridades ya intentaron desalojar y cerrar el edificio. También el pasado 5 de enero se llevó a cabo otro intento fallido para clausurar el local. Desde la comunidad sospechan que el acoso y el cierre definitivo se han producido después de que miembros de la iglesia hayan grabado un vídeo denunciando la violencia de las fuerzas de seguridad y del gobierno del presidente Lukashenko contra las protestas del año pasado, y pidiendo libertad y democracia para todos los ciudadanos.  

La iglesia solía reunir a más de 1.000 personas en tres cultos dominicales, y en los últimos años habían plantado una red de otras veinte comunidades en Bielorrusia y Azerbaiyán. El pastor principal de ‘New Life Church’ en Minsk, Vyacheslav Goncharenko Leonidovich, ha analizado la situación en una entrevista con Evangelical Focus, hablando de su esperanza de ver un avivamiento cristiano en Bielorrusia.

Pregunta: El 17 de febrero, agentes de la policía y otras autoridades entraron por la fuerza en el edificio de vuestra iglesia en Minsk para desalojarlo y cerrar el local.

Respuesta: Sí, nos ha sorprendido porque no esperábamos que lo hicieran de esta manera. No era la primera vez, pero otras veces la gente de nuestra iglesia había formado una cadena humana, brazo con brazo, para defender el edificio, y los agentes acababan marchándose.

Esta vez ha sido diferente. Nos amenazaron con arrestos y multas y no pudimos defendernos. Entonces, cuando entraron y cortaron la puerta de entrada con una sierra circular nos quedamos atónitos. Estaba allí y pensé: “¿esto realmente está sucediendo?”.

Hubiéramos esperado este tipo de situaciones en la época de la Unión Soviética, cuando las iglesias eran perseguidas. Podría ser el primer caso en la historia de la Bielorrusia moderna en que hay este tipo de injusticia, una situación en la que han entrado por la fuerza en una iglesia y nos han desalojado.

P: Había alrededor de 60 miembros de la iglesia dentro del edificio en ese momento. ¿Cuáles eran las emociones y las conversaciones en ese momento?

R: Cuando la policía entró en nuestro edificio, los que estaban dentro continuaron orando, teníamos una reunión de oración. Como no se detuvieron, [los agentes] apagaron el sistema de sonido. Subieron al escenario y dijeron que todos tenían que salir del edificio y, por supuesto, empezaron a irse.

Yo estaba justo afuera del edificio, porque los agentes no me dejaron entrar. Mientras los miembros de nuestra iglesia salían, vi a algunos llorando. Fue una situación muy triste, fuimos testigos de cómo estábamos perdiendo el edificio que usamos durante 19 años.

 

P: Durante más de una década, habéis tenido una batalla legal en los tribunales con las autoridades de la ciudad. ¿Por qué os han desalojado?

R: El principal problema es que la administración de la ciudad de Minsk ha tomado la decisión de tomar nuestra propiedad. La causa es un ‘uso indebido’ del edificio, porque era un antiguo establo cuando lo compramos. Todos nuestros esfuerzos en este tiempo para registrar el edificio como centro de culto han sido rechazados. Al no darnos el permiso, nos estaban castigando. Tampoco nos han dado un lugar alternativo donde poder reunirnos.

Antes habíamos usado un espacio cultural de la ciudad, pero nos echaron y durante 4 años estuvimos utilizando diferentes lugares. Entonces, compramos esta finca e intentamos registrarnos con los documentos oficiales. Muy cansados de esta lucha, comenzamos a realizar nuestros cultos, porque es nuestra propiedad. Y es por eso que las autoridades de Minsk han tomado la decisión de quitarnos el edificio y la parcela en la que está.

De hecho, el propósito oficial original del edificio era el de criar vacas, pero la ley dice que esta es una zona industrial y tener vacas aqui sería ilegal ahora. Francamente, estamos seguros de que este problema podría resolverse muy fácilmente si las autoridades estuvieran abiertas a dialogar con nosotros. Durante años han enviado agentes para cerrar el caso y desalojarnos, y la semana pasada lo consiguieron.

 

P: En 2020 hubo muchas protestas en Bielorrusia pidiendo más democracia y en contra del régimen del presidente Lukashenko. Muchos han dicho que las elecciones de agosto no fueron justas, y los cristianos evangélicos también han estado involucrados en ese movimiento por la libertad. Como iglesia, publicasteis un vídeo apoyando las protestas. ¿Crees que esto es lo que ha provocado que las autoridades os castiguen ahora?

R: Los movimientos prodemocráticos de nuestro país dicen que somos las víctimas en este caso, que el desalojo tiene que ver también con nuestro posicionamiento político, el cual hemos hecho público.

Pero no puedo decir con certeza que esa haya sido la única razón por la que nos han desalojado. Creo que es una forma de intimidarnos. Como pastor, compartiré mis opiniones y, como iglesia, debemos explicar nuestra actitud y puntos de vista libremente.

Pero antes, también habíamos sido perseguidos de esta manera y, entonces, no habíamos hablado nada de política. En nuestra historia como iglesia hemos tenido momentos muy difíciles. Hay muchos ahora en nuestro país que están oprimidos y se sienten impotentes. Quizás esta sea la razón por la que las autoridades piensan que ahora es el mejor momento para quitarnos lo que querían.

“El Estado reprime todo lo que identifica como enemigo”, dicen desde una iglesia cerrada en Bielorrusia

El pastor de la iglesia, Vyacheslav Goncharenko Leonidovich. / Facebook New Life Church

P: En esta situación, ¿habéis recibido el apoyo de otros ciudadanos en Minsk y de otras iglesias?

R: Como nuestro caso ha sido destacado en los medios de comunicación, muchos han oído hablar de la iglesia. Y hemos visto un apoyo realmente enorme. Los pastores de muchas iglesias nos han apoyado, así como los creyentes y también los no creyentes. Muchos ven que el poder del Estado reprime todo lo que identifica como enemigo. Estamos muy agradecidos por el apoyo de tantos.

 

P: En vuestras redes sociales habéis compartido imágenes de reuniones al aire libre, en la nieve, con oración y adoración. ¿Cuáles son los planes de la vida de la iglesia para las próximas semanas?

R: Como no tenemos el local principal, realizamos servicios en las inmediaciones. En realidad, nos ha sorprendido que nos permitan estar allí, ya que ahora en nuestro país se considera ilegal cualquier reunión sin el permiso del Estado. Pero fuimos solo a orar.

Somos una iglesia registrada. Hacemos mucho trabajo social y todo el mundo lo sabe. Incluso ha habido ocasiones en que las autoridades han pensado en colaborar con nosotros para proyectos sociales porque han tenido éxito. 

Entonces, nos reunimos en el exterior del local de la iglesia y tenemos previsto continuar haciéndolo, porque creemos que algo cambiará. Y, por supuesto, también estamos haciendo cultos en casas, y también podría ser que algunas de las otras iglesias de la ciudad nos abra las puertas de su local. Agradecemos cualquier tipo de apoyo. Por ejemplo, el otro día una iglesia abrió sus puertas para que tuviéramos una reunión de líderes en sus instalaciones. Creemos que Dios nos dará la victoria en estos tiempos difíciles.

P: Como iglesia, ¿cómo estáis orando por esta situación?

R: Oramos para que Dios nos dé un espíritu de victoria, para que podamos seguir adelante. Le pedimos a Dios que nos muestre cómo debemos orar. También oramos para que podamos volver a este edificio, ya que sentimos que nos pertenece.

Pero también oramos por el futuro. En realidad, este local se nos iba a quedar pequeño pronto, estábamos pensando en un nuevo edificio. Cuando una iglesia no tiene un lugar surgen muchas preguntas, como por ejemplo: dónde reunirse durante la semana o qué pasa con todas las actividades. Incluso para hacer esta entrevista, le pedimos a uno de nuestros hermanos que nos prestara un espacio. Y ahora todos los miembros y líderes están trabajando desde diferentes sitios. Sentimos que todo es un poco caótico ahora, confuso, y nos gustaría encontrar algo de orden.

Pero también oramos para que Dios nos dé el discernimiento para saber cómo cumplir con nuestro propósito de compartir el evangelio y llegar a nuestro país con las buenas noticias.

En 1992, escuché la voz de Dios diciendo que tenía el propósito de traer gente a Él, en números de medio millón de personas. Desde entonces, creemos, según las estadísticas de nuestra iglesia, que hemos llegado con el mensaje del evangelio a alrededor de un millón de personas. Hemos plantado las semillas del evangelio y ahora esperamos una gran cosecha para recoger los frutos. También estamos pidiendo a otras personas que oren por esto.

 

P: ¿Cómo pueden los cristianos de otros lugares orar por Bielorrusia?

R: Desde 2020, sentimos que estamos en ese momento justo antes de un avivamiento. Vemos que nuestra nación ya no quiere lidiar con esta maldad evidente, con la mentira. Nosotros, como parte de la población, estamos dispuestos a resistir también. La gente quiere separarse de este mal y desea volverse pura. Y esto no significa solo que la gente quiera deshacerse del gobierno, sino que muchos, incluidos los no cristianos, luchan por la bondad y la justicia. Esto es realmente evidente en nuestro país ahora.

Por eso os pedimos que oréis por nuestro país y todos estos buenos comienzos en el corazón de la gente. Que Dios bendiga estos comienzos. Orad para que los corazones de las personas se vuelvan a Dios y encuentren su única esperanza en Él, y para que tengan una experiencia sobrenatural con Él. Oramos por esta nación, para que tengamos un gran avivamiento.

 

La entrevista completa en inglés se puede ver aquí.

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