Las protestas en Tailandia remarcan el reto intergeneracional en las iglesias del país

Mientras que líderes evangélicos subrayan que se ha trabajado “para mantener la política fuera de la iglesia”, desde los ministerios juveniles hablan de “decepción por ignorar lo que ha pasado en la sociedad”.

Jonatán Soriano

BANGKOK · 19 DE ENERO DE 2021 · 16:45

Las protestas en Tailandia han estado organizadas y protagonizadas, sobre todo, por jóvenes. / Twitter,
Las protestas en Tailandia han estado organizadas y protagonizadas, sobre todo, por jóvenes. / Twitter

La ilegalización del partido socialdemócrata Futuro Hacia Adelante, en febrero de 2020, marcó el inicio de unas protestas históricas en Tailandia que se han extendido a lo largo del año. Aunque la pandemia limitó las manifestaciones durante los primeros meses, a partir de julio, miles de personas, sobre todo jóvenes, volvieron a salir a las calles para expresar unas reivindicaciones que sobrepasan el escenario político y social presente en Tailandia.

En realidad, la tensión ha ido creciendo y acumulándose de forma progresiva desde que en 2014, el general del ejército Prayut Chan-o-cha diese un golpe de Estado contra el gobierno interino de Niwatthamrong Boonsongpaisan, después de que el Tribunal Constitucional de Tailandia depusiera a la anterior primer ministra, Yingluck Shinawatra, por abuso de poder. 

En ese escenario dictatorial se ha visto reforzada la figura del monarca Maha Vajiralongkorn, Rama X en la línea de sucesión, que asumió la corona en 2016 tras la muerte de su padre y ha intensificado su poder e influencia en las élites del país. El rey, muy criticado por su desordenada vida amorosa (ha tenido cuatro mujeres) y por sus largas estancias fuera del país, se ha convertido en uno de los blancos del movimiento de protestas, que reclama la disolución del parlamento y la convocatoria de nuevas elecciones, y una nueva constitución debatiendo una reforma de la monarquía.

Los evangélicos muestran sus diferencias de opinión

Las manifestaciones están organizadas y protagonizadas, sobre todo, por jóvenes. “La gente joven es realmente activa y se ha implicado en las protestas políticas en favor de la democracia”, explica a Protestante Digital Shitthavee Teerakulchon, que colabora con ministerios evangélicos juveniles como IFES o Juventud Para Cristo (JPC) en el país. “Pero los pastores y las personas mayores están en contra de estas acciones. La gente joven se siente decepcionada con el hecho de que las iglesias ignoren lo que ha pasado en la sociedad. Hay una gran brecha entre personas mayores y jóvenes ahora mismo, incluso entre las iglesias”, añade.

Las protestas en Tailandia remarcan el reto intergeneracional en las iglesias del país

La legitimidad del rey Rama X está siendo cuestionada por el movimiento de protestas, que exige una reforma de la monarquía. / Twitter

Desde la Comunidad Evangélica de Tailandia (EFT, por sus siglas en inglés), que forma parte de la Alianza Evangélica Mundial, perciben de forma diferente la situación y consideran que “ha habido poca participación de los jóvenes cristianos tailandeses durante las protestas”. “La política es una cuestión sensible en todo el mundo, y los líderes cristianos tailandeses han trabajado para mantener las cuestiones políticas y de fe controvertidas fuera de las iglesias”, aseguran el secretario general de EFI, Samphan Tangchavalit, y el coordinador del Departamento Internacional de la entidad, Gregg Nicholson.

El reto de ser relevantes para los jóvenes

Con una edad media general de 39 años, la tailandesa es una sociedad con una ligera tendencia hacia la población joven. Según los datos oficiales, cerca del 30% de la población tiene menos de 24 años, mientras que en el caso de los mayores de 55 años el porcentaje se reduce al 24%. De hecho, en 2020 la ratio de nacimientos (10,7 por cada mil personas) ha superado a la de defunciones (8,3 por cada mil personas).

En paralelo al contraste entre las edades, los evangélicos tailandeses también perciben un desequilibrio en el impacto del evangelio entre las diferentes zonas geográficas del país. “Los jóvenes cristianos evangélicos han disminuido un poco en comparación con el pasado”, remarca Teerakulchon. “La mayor parte del evangelismo está alcanzando de forma efectiva a las poblaciones minoritarias y rurales, pero no a las de las ciudades. En cada universidad tenemos un grupo de estudiantes con una media de entre 4 y 10 jóvenes. Aunque no tenemos ninguna forma de persecución religiosa por parte del gobierno, debido al hecho de que la teología y las iglesias no están al servicio de los jóvenes, como cristianos estamos fallando a la hora de alcanzar a la generación juvenil”, añade.

Los responsables de la EFT confirman que la población tailandesa “celebra su libertad religiosa y el respeto mutuo por todas las religiones”. Sin embargo, en cuanto a perspectiva ministerial, hablan de una previsión de crecimiento general, sin detallar el impacto en los diferentes sectores de la población. “Las iglesias evangélicas de Tailandia tienen una gran unidad de visión y de misión por ver al país alcanzado por el evangelio”, apuntan, al mismo tiempo que recuerdan que la cristiana evangélica es una confesión minoritaria (0,6%) en un país ampliamente budista (93%) y donde hay unas 6.000 iglesias en total. 

“Todavía hay una gran necesidad de ver a Tailandia alcanzada por el evangelio y la plantación de iglesias. El Comité Coordinador de las Iglesias Protestantes ha establecido el objetivo de ver el número de cristianos evangélicos doblado para 2025. El objetivo del Comité Evangélico de Tailandia (EFT, por sus siglas en inglés) es crecer de las 2.600 iglesias a las 5.000 y formar a cinco mil líderes en los próximos cinco años”, señalan Tangchavalit y Nicholson.

La pandemia, límites y nuevas oportunidades

Aunque la incidencia del coronavirus en Tailandia no ha sido alta, con 12.594 casos y 70 muertos según el gobierno (a fecha del 19 de enero de 2021), el gobierno ha adoptado restricciones en la movilidad y en el contacto social como en otros países. Las iglesias también han visto sus rutinas alteradas, sobre todo en cuanto a la celebración de cultos presenciales, aunque desde la EFT consideran que “la pandemia también ha creado oportunidades para servir a las comunidades”. “También ha forzado a la iglesia a una transformación digital para garantizar la disponibilidad de la predicación y la formación. El Congreso Nacional de Evangelismo se pospuso para este 2021, pero hay planes de hacer una previa online en abril”, dicen.

Las protestas en Tailandia remarcan el reto intergeneracional en las iglesias del país

Según voces evangélicas en Tailandia, el evangelismo se ha concentrado en los últimos años en las zonas rurales, teniendo dificultades en las ciudades. Evan Krause, Unsplash CC

Los ministerios juveniles también han “cancelado conferencias, seminarios y encuentros presenciales, pero los hemos trasladado al ámbito online, lo que no supone ningún reto para la gente joven”. “Lo que realmente nos afecta es la inestabilidad financiera ya que la economía se está desplomando para todos”, apunta  Teerakulchon.

El impacto económico de la pandemia tampoco ha pasado desapercibido para el movimiento de protestas. Como respuesta a las manifestaciones, y según se ha hecho eco Amnistía Internacional, se ha detenido o acusado a 173 personas desde el inicio del movimiento. La organización de Abogados Tailandeses por los Derechos Humanos ha afirmado que los agentes de policía han interrogado incluso a niños y niñas en los centros escolares, y el Tribunal Penal de Bangkok acaba de condenar a 43 años de cárcel a una antigua funcionaria que compartió entre 2014 y 2015 un grabación donde se formulaban críticas a la monarquía en redes sociales como Facebook y YouTube.

Una crispación social que se ha visto alentada por el impacto en la economía. “En la última década, no era tan difícil para los recién graduados encontrar un trabajo y prosperar. Pero este año, la Covid-19 reinicia la situación y los jóvenes, probablemente, afrontarán el reto del desempleo”, manifiesta  Teerakulchon.

Las iglesias tratan de combinar sus ministerios asistenciales con el cuidado de sus propias comunidades, algunas de las cuales se encuentran en una situación de fragilidad. “En 2020 [las iglesias] han preparado y repartido miles de menús entre quienes sufrían necesidad a causa de las restricciones por la pandemia. Los pastores de las iglesias locales en pueblos pequeños también se han visto afectados. Se ha creado un fondo para ayudar financieramente a los pastores que lo necesitaban”, subrayan desde la EFT. Los ministerios juveniles también reivindican su trabajo “visitando áreas rurales y ayudando a las personas vulnerables”. “Los jóvenes estamos conectados con la sociedad”, recuerda Teerakulchon.

Oración por la unidad y el reto intergeneracional

Los responsables de la EFT extienden una petición de oración a los lectores de este reportaje “para que la iglesia evangélica continúe trabajando unida para ver la Gran Comisión cumplida en Tailandia”. Desde los ministerios juveniles, matiza Teerakulchon, piden específicamente por “el conflicto entre mayores y jóvenes sobre las diferencias en cuanto a posicionamiento político”.

Teerakulchon también hace una referencia específica a la cuestión económica que “muchos están afrontando” y, coincidiendo con la EMT, apuntan a la pandemia, “para que Dios la utilice para atraer a personas hacia sí mismo mientras las iglesias sirven a los necesitados”.

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