“El objetivo de China con Mongolia del Sur era paralizarnos física y espiritualmente”

Pequín implanta un plan para sustituir el idioma mongol por el chino en las escuelas de la región, el último paso en la historia de un genocidio cultural.

Redacción PD

TONGLIAO · 27 DE AGOSTO DE 2020 · 12:22

Una niña mongola sujeta una pancarta contra la imposición del idioma chino en las escuelas de Mongolia del Sur. / SMHRIC,
Una niña mongola sujeta una pancarta contra la imposición del idioma chino en las escuelas de Mongolia del Sur. / SMHRIC

Desde el 1 de septiembre, el gobierno de Pequín comenzará una remodelación a tres años del sistema educativo en la región autónoma de Mongolia del Sur (oficialmente conocida como Mongolia Interior) con la que pretende sustituir progresivamente el uso del idioma mongol por el chino en las escuelas de primaria y secundaria.

Para muchos autóctonos, la decisión es un vestigio de la Revolución Cultural que tuvo lugar en China durante las décadas de 1960 y 1970, bajo el gobierno de Mao Zedong. Un periodo en el que se estima que millones de personas fueron perseguidas en el país y otros tantos millones asesinadas. 

En Mongolia del Sur, una de las cinco regiones autónomas que comprende en la actualidad el Estado chino, uno de los principales incidentes relacionados con la Revolución Cultural fue la purga de los miembros del Partido Revolucionario del Pueblo de Mongolia del Sur, que diferentes fuentes estiman que provocó la muerte de entre 20.000 y más 100.000 personas. 

La sustitución del idioma en las escuelas, decretada este año por el gobierno del Partido Comunista Chino, “es el último toque de China en el genocidio cultural en la región”, dicen desde el Centro de Información de Derechos Humanos de Mongolia del Sur (SMHRIC, por sus siglas en inglés).

Una “campaña genocida”

“Estamos obligados a a firmar un papel y a no discutir nada de este programa. Todos los profesores hemos sido advertidos para no realizar ninguna pregunta o opinión en contra”, ha explicado un profesor de una de las escuelas de la zona, según recoge el Centro de Información de Derechos Humanos de Mongolia del Sur. 

“La llamada educación bilingüe de China no es nada más que un proyecto que es parte integral de la ingeniería china para asimilar a toda la población de Mongolia del Sur”, ha denunciado también el intelectual disidente Tumenulzei Buyanmend.

Pero la cuestión idiomática, aunque concentra la preocupación actual, no es la única que la minoría mongola de la región tiene en mente. En una entrevista concedida al portal especializado en libertad religiosa y derechos humanos en China, Bitter Winter, el director del Centro de Información de Derechos Humanos de Mongolia del Sur, Enghebatu Togochog, habla de décadas de “campaña genocida diseñada y orquestada por el Gobierno Central de China y ejecutada por el Ejercito Popular de Liberación (es decir, las Fuerzas Armadas chinas) y los colonos chinos”. 

“El objetivo es paralizar a toda la nación de Mongolia del Sur tanto física como espiritualmente. Las diferentes identidades nacionales no solo son consideradas por el gobierno chino como una amenaza para su régimen, sino que también son percibidas por la población china en general como algo inconveniente e incómodo”, añade.

“El objetivo de China con Mongolia del Sur era paralizarnos física y espiritualmente”

Fachada del Templo budista de la Cinco Pagodas, en la ciudad de Hohhot./Wikimedia Commons

La religiosa, otra libertas oprimida

De tradición mayoritariamente budista, la identidad religiosa de Mongolia del Sur tampoco ha sobrevivido al proceso de alteración cultural efectuado desde Pequín, denuncia Togochog. “Fue completamente eliminada durante la Revolución Cultural. Miles de monasterios budistas fueron destruidos y los monjes, perseguidos”. 

En la actualidad, remarca el director  del Centro de Información de Derechos Humanos de Mongolia del Sur, “algunos monasterios han sido restaurados solo con el propósito de atraer el turismo y exhibir la ‘libertad religiosa’”. “Sin una verdadera religión, la libertad religiosa es inexistente”, señala. 

Mongolia del Sur no es el único territorio donde el gobierno de Pequín lleva a cabo actuaciones contra derechos humanos básicos, como el de la libertad religiosa. En el este, en la región de Xinjiang, la población musulmana uigur está constantemente bajo la lupa de las autoridades, que desde hace años han puesto en marcha un proceso que implica la separación entre los menores de edad y sus familiares para ingresarlos en centros de reeducación. Además, también existen lugares parecidosen otras partes de la geografía China, y que acaban siendo destino de miembros de diferentes minorías religiosas, como seguidores del Falun Gong y cristianos.

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