La Corte Suprema de Australia ha aceptado la apelación del cardenal George Pell, que en marzo de 2019 fue condenado a seis años de prisión acusado de abusar sexualmente de dos menores entre 1996 y 1997. Una decisión que ha servido para que el prelado haya abandonado ya la prisión de Barwon en la que se encontraba y se haya instalado en las dependencias de una institución religiosa en Melbourne. 

Según la institución judicial, existe la “posibilidad significativa de que una persona inocente haya sido condenada porque las pruebas no establecieron la culpabilidad con el nivel probatorio requerido”. El caso de Pell ha sido especialmente popular no tanto a causa de los hechos que se le imputaban al prelado en sí, sino por su posición en el momento de ser condenado, cuando el cardenal se encontraba con una excedencia de su funciones de dirección de la Secretaría Económica de la Santa Sede después de haber sido designado por el mismo papa Francisco, para poder defenderse durante el proceso judicial. 

Un año después de publicarse la condena, y tras dos resoluciones y un recurso denegado, Pell ha sido absuelto de los cargos que se le imputaban. “Siempre he mantenido mi inocencia mientras sufría una grave injusticia”, ha señalado el cardenal en un comunicado publicado por el The New Daily. “Mi juicio no fue un referéndum sobre la Iglesia Católica ni sobre cómo las autoridades de la Iglesia en Australia han tratado el delito de la pedofilia en la comunidad. La cuestión era si había cometido estos crímenes horribles, o no. La única base para la curación a largo plazo es la verdad, y la única base para la justicia es la verdad, porque la justicia significa verdad para todos”, ha remarcado Pell.

El Vaticano acoge la decisión “con satisfacción”

En un breve comunicado, el Vaticano ha expresado que “siempre ha confiado en la autoridad judicial australiana” y que “acoge con satisfacción la sentencia”. Respecto al antiguo número tres de la Santa Sede, la institución añade que “el cardenal Pell defendió siempre su inocencia, atendiendo que la verdad fuera acertada”.

“La Santa Sede se vale de esta ocasión para reafirmar su compromiso en la prevención y persecución de cualquier tipo de abuso a menores”, reiteran. Después de conocer la absolución de su extesorero, Franciso ha rezado “por aquellos que cumplen sentencias injustas”. 

La pederastia, “tragedia nacional” de Australia

En diciembre de 2017, la Real Comisión en Respuestas Institucionales al Abuso Infantil calificaba de “tragedia nacional” el impacto de la pederastia en Australia. Un documento publicado en quince volúmenes, mostraba las entrevistas que responsables de la entidad habían realizado a 8.000 personas de más de cuatro mil centros públicos y religiosos desde 1920. De todas ellas, 6.875 manifestaban haber sido abusadas sexualmente. La comisión también señaló que la Iglesia Católica en Australia había recibido 4.500 quejas por abusos sexuales a menores cometidos por cerca de dos mil miembros de la institución entre 1980 y 2015.