El hospital gana la batalla legal a la enfermera a la que prohibió llevar crucifijo
Un tribunal británico no ha aceptado finalmente la reclamación de Shirley Chaplin, enfermera anglicana de 54 años, que puso una demanda por discriminación laboral contra la orden de no usar su crucifijo en el hospital en el cual trabaja, el Royal Devon and Exeter NHS Trust Hospital. Hacía 40 años que la enfermera llevaba su crucifijo sin que hubiese producido ningún accidente o incidente con los enfermos, pero la dirección del hospital decidió el año pasado que se lo quitase, «por razones de sal
LONDRES · 11 DE ABRIL DE 2010 · 22:00
Chaplin se negó a cumplir y, en consecuencia, llevó al hospital a un tribunal laboral, que ha dictaminado que no se está discriminando a la enfermera, ya que que todos los empleados reciben el mismo trato. Se da la circunstancia de que la normativa sobre uniforme del Hospital permite usar el velo islámico por razones religiosas, pero no una cruz.
El NHS Trust Hospital sostuvo que el crucifijo y la cadena que usaba Shirley Chaplin u otras personas podría ocasionar daños si se enganchaba en él algún paciente, por lo que la enfermera se ofreció a llevar un cierre que permitiera quitarse fácilmente la cadena si se produjera alguna situación así. El Hospital rechazó también este ofrecimiento, y sugirió a la enfermera que se pusiera pendientes con la cruz o «escondiese» el crucifijo llevándolo en el interior del bolsillo de su uniforme.
VOLVERÁ A APELAR
Chaplin ha llevado el crucifijo, regalo de confirmación, desde 1971. Tiene la intención de apelar contra la resolución del Tribunal laboral. «Estoy decepcionada, pero en absoluto sorprendida por la decisión judicial de hoy», aseguró.
«Era obvio desde el principio que el Trust usaría todas las tácticas posibles para ganar el caso», razonaba la enfermera. «El Trust cambió su defensa varias veces y siempre hemos sido capaces de oponernos con una alegación razonable, aunque no haya ganado. El Trust puede haber vencido hoy el debate jurídico, pero su reputación ha sido dañada puesto que el debate moral se ganó incluso antes de haber llegado al Tribunal», concluyó Chaplin.
«He tenido una gran cantidad de apoyos de la opinión pública británica, muchos de los cuales miran estupefactos la actuación del Exeter Trust», agregó Chaplin. «Es asombroso que el Trust pueda gastarse tal vez varias decenas de miles de libras en defender su posición, mientras están haciendo recortes que afectan a los pacientes todos los días».
«De lo que el Trust no se da cuenta», continuó la enfermera, «al imponer sus normas sobre uniformes en la forma en que lo hace, se envía un mensaje muy claro a los cristianos que trabajan en el Trust o que están pensando en trabajar para el Trust en un futuro, de que van a tener que ´esconder´ su fe. El mensaje es claro: los cristianos, cuya fe motiva su vocación por el cuidado de los enfermos no parecen ser bienvenidos en el Royal Devon and Exeter NHS Trust».
LIBERTAD RELIGIOSA A DEBATE
Para Chaplin, este caso demuestra la creciente fragilidad de la libertad de conciencia en algunos ámbitos. «Cuando los empresarios o el Gobierno empiezan a censurar así la conciencia y las convicciones, es un primer paso hacia la desaparición de la democracia», acusó.
Andrea Williams, directora del Centro Jurídico Cristiano, que ha colaborado en la defensa de Shirley Chaplin, declaró que «es destabable hasta qué punto el Trust está dispuesto a impedir que la señora Chaplin muestre sus creencias religiosas. Confiamos en que el Tribunal Laboral de Apelación revoque esta la decisión y permita a la señora Chaplin usar su cruz de manera visible, de la misma manera que los médicos y enfermeras de otras religiones pueden manifestar sus creencias religiosas».
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