“La teología es un saber invaluable para discernir entre las ideologías religiosas y el saber espiritual”: Carlos Mendoza Álvarez

Entrevista con el profesor y conferenciante Carlos Mendoza Álvarez.

15 DE AGOSTO DE 2025 · 12:05

Carlos Mendoza Álvarez. / Foto: <a target="_blank" href="https://carlosmendozaalvarez.blog/">Carlos Mendoza Álvarez blog </a>,
Carlos Mendoza Álvarez. / Foto: Carlos Mendoza Álvarez blog

Carlos Mendoza-Álvarez, nativo de Puebla, es Bachiller en Filosofía y en Teología por el Centro de Estudios Institucionales de la Provincia de Santiago de México de la Orden de Predicadores. Maestro y Doctor en Teología por la Universidad de Friburgo, Suiza, en 1988 y 1994 respectivamente.

Obtuvo el grado académico de Privat Dozent en la misma universidad helvética. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores de México desde 2002, fue profesor de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México desde 2001.

Ha sido profesor visitante en las universidades de Friburgo y Fordham, Estados Unidos. En Brasil es profesor visitante en la Universidad Católica de Pernambuco de la Compañía de Jesús y en la Pontificia Universidad Católica de Paraná. Ha publicado varios libros, entre ellos, Deus liberans. La revelación cristiana en diálogo con la modernidad. Los elementos fundacionales de la estética teológica (1996), Deus absconditus. Deseo, memoria e imaginación escatológica. Ensayo de teología fundamental posmoderna (2011), Deus ineffabilis. Una teología posmoderna de la revelación del fin de los tiempos (2015), y La resurrección como anticipación mesiánica. Duelo, memoria y esperanza desde los sobrevivientes (2020), y más de 100 artículos en revistas especializadas. Fue miembro del Consejo editorial de la revista Concilium desde 2015 y miembro de su Consejo Directivo. Conferencista invitado en varios países europeos y latinoamericanos. Recientemente concluyó sus labores académicas en el Boston College. Es un honor que haya aceptado este diálogo.

 

Hola, Carlos, qué gusto conversar contigo. En estos días se ha anunciado que te harán un homenaje en Brasil luego de 30 años de labor docente y académica ¿Qué sensación te produce?

Gracias por esta breve entrevista. El coloquio organizado por el Prof. João Cezar de Castro Rocha de la Universidad Estatal de Rio de Janeiro en julio pasado fue un regalo de amistad intelectual.

Desde hace más de una década hemos colaborado en la recepción creativa latinoamericana de la teoría mimética y encontré en él un interlocutor apasionado para crear redes de pensamiento entre Brasil y México, incluyendo colegas de todo el continente y de Europa comprometidos con temas urgentes para la sociedad contemporánea.

Lo más gratificante de treinta años de docencia e investigación en México, Chile, Suiza y Estados Unidos ha sido acompañar a los/as estudiantes de pregrado y posgrado en su comprensión del mundo, siendo testigo de cómo germina el pensamiento teológico en nuevas generaciones desde sus propias preguntas, intuiciones y experiencias espirituales, sexuales, políticas e intelectuales.

Todos los ponentes del coloquio de Río fueron mis estudiantes en México, Chile, Perú, Estados Unidos y Brasil, con quienes sigo conversando ahora sobre temas teológicos, pero vinculados siempre a comunidades en resistencia a diversas formas de sufrimiento y opresión.

Nuestro objetivo común es crear otros modos de subjetivación a partir de la experiencia de la fe que nos ayuden a florecer como personas y como pueblos.

 

Se te considera como uno de los principales teólogos mexicanos y latinoamericanos. ¿Qué opinión te merece el estado de la teología en México y el resto del continente?

Los pueblos latinoamericanos y caribeños somos el grupo cultural más creativo en la teología contemporánea, no solamente por el número de creyentes, sino sobre todo por la profundidad de recepción del Evangelio en una historia compleja de cinco siglos de colonización, independencia y, en el último siglo, de propuesta de una cristianismo inculturado e interculturado, es decir, un cristianismo decolonial que entre en nueva relación con otras espiritualidades y religiones superando la hegemonía que marcó su expansión global.

Estamos aún por explorar la decolonización del cristianismo europeo que marcó la evangelización en estas tierras, para dar paso a expresiones interculturales de un cristianismo en escucha mutua y diálogo creativo con las tradiciones espirituales de los pueblos originarios y de nuevas expresiones de lo religioso-espiritual.

“La teología es un saber invaluable para discernir entre las ideologías religiosas y el saber espiritual”: Carlos Mendoza Álvarez

 

Fuiste profesor en la Universidad Iberoamericana y dejaste una huella muy profunda con numerosas publicaciones. ¿Cómo valoras tu estancia en ese espacio académico?

Primero inicié mi vida académica como profesor por cinco años en la Universidad Pontificia de México, una universidad con facultades eclesiásticas y un marcado acento eclesial.

Sin embargo, faltaba el diálogo a fondo con otras disciplinas para atender la complejidad de la realidad socio-cultural del mundo contemporáneo.

Por eso me integré luego a la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, donde por 20 años fui profesor, investigador y directivo en la División de Humanidades y Comunicación.

El aprendizaje que más valoro como dominico durante ese largo periodo en una universidad jesuita, además del aprendizaje con estudiantes, fue la exploración de lo que implica el reto de decolonizar la universidad, es decir, de abrir la vida universitaria a los movimientos sociales con sus saberes que resisten ante tantas violencias.

Tejer redes de colaboración entre personas de academia, de movimientos sociales y artistas ha sido para mí desde entonces un modo nuevo y creativo de hacer teología.

 

Más tarde fuiste a enseñar al Boston College. ¿Qué experiencia te dejaron los años que pasaste allá?

En efecto, los últimos cinco años de mi vida académica los pasé en Boston College, otra universidad jesuita como a la Ibero, donde me concentré en atender las necesidades de los estudiantes, propias del sistema educativo de los Estados Unidos que es muy demandante en atención puntual a cada alumno, sin mucha creatividad de su parte, pero con alto compromiso de lectura y escritura.

Tuve ahí la oportunidad de apreciar las diferencias culturales y pedagógicas entre estudiantes blancos, afroamericanos y latinxs, en marcada diferencia con estudiante asiáticos provenientes de China, Corea y Japón, con otro trasfondo cultural y religioso que implicó un reto permanente de interculturalidad en el aula.

Mi intención principal para migrar a esa prestigiada universidad estadunidense era dedicarme más a la investigación, pero tuve que hacerlo en tiempo suplementario.

Propuse un proyecto llamado Beyond Global Violence Initiative, mediante el cual fue posible organizar seis coloquios internacionales para provocar una conversación, para algunos algo imposible, entre la fenomenología europea, la teoría mimética, el pensamiento queer y el pensamiento decolonial, con la finalidad de pensar la crisis de la subjetividad en tiempos de modernidad tardía.

Una síntesis de los resultados de ese proyecto está por verse en un libro colectivo que coordino actualmente sobre teología política en tiempos de necropoder, que está por aparecer en 2026 con la editorial Orbis Books en Nueva York.

“La teología es un saber invaluable para discernir entre las ideologías religiosas y el saber espiritual”: Carlos Mendoza Álvarez

 

Has integrado varias comisiones teológicas internacionales como la de Concilium. ¿Consideras que el papel actual de la teología ha seguido un patrón aceptable para abordar tantos asuntos relevantes?

Mi experiencia en Concilium coincidió con la etapa de decolonización de la unviersidad que exploramos en la Ibero, junto con Gustavo Esteva y Pablo Reyna.

De manera que mi propio pensamiento fue dando un giro “descolonial”, es decir, no solamente teórico sino práctico, que se fue reflejando en los proyectos editoriales en los que estuve involucrado como miembro del consejo editorial de Concilium coordinando algunos números temáticos como el de Teologías Queer y el número sobre la Divina Providencia.

Pero también como miembro del consejo directivo pude contribuir a la actualización del ideario de esa prestigiada revista internacional fruto del Concilio Vaticano II que fundaron teólogos clérigos como Rahner, Chenu, Congar, Schillebeeckx y otros grandes nombres de aquella generación, refrendando ese espíritu de diálogo con el mundo moderno desde la gran tradición de la fe en un contexto epocal nuevo.

Pude constatar también durante esos años la importancia de la pluralidad de epistemologías, métodos teológicos y opciones prácticas eclesiales que marca todo trabajo teológico.

Cada autor necesita ser consciente de sus condicionamientos culturales y sus opciones epistemológicas a la hora de escribir, enseñar o comunicar el saber teológico para evitar prácticas hegemónicas y estar más enraizado en su cultura y época.

 

¿Cuál sería el impacto real de la teología en estos tiempos convulsos?

Gaza representa hoy el crisol de la teología para discenir el impacto del saber que surge del acontecimiento de la resurrección de Cristo y distinguirlo de las ideologías religiosas de supuesto cuño mesiánico que hoy predominan en los movimientos sociales de extrema derecha y los gobiernos que llevan a cabo limpieza étnica, discriminación social y genocidio en Palestina y otros lugares del planeta.

La teología es hoy más que nunca un saber invaluable para discernir entre esas ideologías religiosas y el saber espiritual que libera y dignifica a las personas y los pueblos con la fuerza de la revelación divina del amor universal del Dios de la vida.

 

¿Qué opinas del papel de las iglesias en la situación presente en México?

Como todas las instituciones las iglesias son diversas y complejas. Las cúpulas religiosas con frecuencia buscan preservar sus privilegios. Las comunidades creyentes “de a pie”, o “en la calle” son las que están leyendo día a día los signos de los tiempos para vivir con dignidad y esperanza, siendo fieles al testimonio del Crucificado-que-despertó.

Lamentablemente en México ni las instituciones ni las comunidades creyentes en general estamos respondiendo al clamor de un pueblo herido de muerte por el necropoder de las mafias criminales, las compañías transnacionales y la clase política y religiosa corrupta.

Tenemos un largo camino para recuperar la fuerza profética del Evangelio de Cristo Jesús y el talante mesiánico de la redención. Las personas justas de la historia son nuestra única brújula en estos tiempos inciertos.

 

¿Consideras que el ecumenismo goza de buena salud en México? ¿Qué signos positivos o negativos ves al respecto?

El ecumenismo entre comunidades acompañanado a familias de personas aparecidas me parece que es la expresión más radical en el México de hoy del anhelo de Cristo de “que todos sean uno”.

No se trata, a mi parecer, de acuerdos confesionales entre iglesias, como tampoco de ritos compartidos, sino de devenir juntos cuerpo de Cristo desde sus heridas hoy “para que el mundo tenga vida”.

 

¿Conoces algunas propuestas teológicas que surgen de otras iglesias en México? ¿Qué piensas acerca de ellas? ¿Has tenido contacto con algunos de sus expositores/as?

La Comunidad Teológica en San Jerónimo fue una referencia en décadas pasadas de una propuesta teológica bien fundada y con compromiso pastoral.

Se han creado en tiempos más recientes propuestas ecuménicas como la Cátedra de Teología Feminista con sede en la Iberoamericana, o el Eje de Iglesias de las Brigadas Nacionales de Búsqueda de Personas Desaparecidas que buscan acompañar y pensar la redención desde las grietas del poder patriarcal y del necropoder que extermina vidas.

Pienso que hoy urge descentrar a las iglesias todas de sus narrativas y prácticas autorreferenciales para estar todas a la escucha y servicio de los olvidados de la tierra que son el cuerpo de Cristo, acompañando a quienes resisten a la violencia sistémica de tantas formas, y aprendiendo de las espiritualidades que nutren la vida de tantas personas y colectivas invisibilizadas por un cristianismo hegemónico.

 

¿Qué consejo darías a los/as estudiantes de teología en las circunstancias actuales?

Que abran los ojos, el corazón y la inteligencia a los sobrevivientes de ayer y de hoy.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ginebra viva - “La teología es un saber invaluable para discernir entre las ideologías religiosas y el saber espiritual”: Carlos Mendoza Álvarez