Jorge Lara-Braud: una vida marcada por las bienaventuranzas
Lara-Braud fue el abanderado de la teología latinoamericana en el mainstream protestante estadounidense y fue capaz de amalgamar en su persona lo mejor de ambas tradiciones para forjar un pensamiento, una teología y una pastoral completamente pertinentes para su momento.
28 DE NOVIEMBRE DE 2024 · 13:20

¿Podemos creer en Dios después de estos horrores? Creo que nosotros, como cristianos, podemos responder afirmativamente sólo si por la revelación de Jesucristo estamos persuadidos de que Dios ha sido crucificado tantas veces como personas inocentes han muerto antes de tiempo. No se trata de jugar con las palabras. No se trata de un lenguaje figurado. [...] Creo que debemos estar preparados para creer que, de alguna manera misteriosa, Dios ha asumido toda muerte injusta, ha experimentado esa muerte, con agonía y gritos que reverberan desde aquí hasta la eternidad en la infinitud de Dios mismo. Gracias a Dios, este es un Dios herido, no todopoderoso en poder, pero todopoderoso en amor. Y como el amor nunca muere, la muerte será conquistada, la resurrección sucederá. Está sucediendo ahora.1
J. L.-B.
El pasado 13 de noviembre de 2024 en las instalaciones del Seminario Teológico Presbiteriano de Austin, Texas, se presentó el libro Dare to adventure: Las bienaventuranzas. The life of Jorge Lara-Braud, (Atreverse a la aventura: las Bienaventuranzas. La vida de Jorge-Lara Braud) de Gretchen Lara-Shartle, aparecido algunos meses atrás. Los presentadores fueron: Raúl Arturo González, Felipe Hinojosa, Josefina Castillo y Monica Tornoe, quienes acompañaron a la autora. Ningún lugar mejor que ése (su alma mater en donde obtuvo la Maestría en Teología en 1959 después de estudiar sucesivamente en Kingsville, Texas, en el Mississippi College, en el Texas College of Arts and Industry y en Austin College) para presentar la obra pues Lara-Braud (3 de abril de 1931-22 de junio de 2008) se estableció allí luego de los años en que fungió como ejecutivo del área de Teología y Cultura de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos. Previamente, trabajó como decano en el Seminario Teológico Presbiteriano de la capital mexicana (STPM) tras concluir sus estudios doctorales en Princeton. Fundó el Instituto Hispanoamericano en Austin y ejerció como pastor laico en la iglesia El Buen Pastor.2
Lara-Braud fue autor, traductor y editor de un buen número de materiales publicados a fines de los años 60 y 70 que incluyen: Social justice and the Latin Churches (1969) y Our claim on the future. A controversial collection from Latin America (Nuestro reclamo sobre el futuro. Una colección controversial desde América Latina, 1970), en donde colaboraron Iván Illich, Rubem Alves, Orlando Fals Borda y Rafael Cepeda. “Ambos abordan cuestiones teológicas y éticas que surgen al evaluar la relación desigual entre Estados Unidos y América Latina en el siglo XX. También colabora con frecuencia en Theology Today, Christian Century, Catholic World, Sojourners, Christianity and Crisis, y habló ante grupos como el Consejo de Asuntos Públicos en Washington, D.C., el Consejo de Iglesias de Texas y otras organizaciones religiosas. Fue un duro crítico de la participación militar de Estados Unidos en América Central y en ocasiones habló en manifestaciones de protesta en la Escuela de las Américas del Ejército de Estados Unidos en Georgia”.3
Estamos delante de un libro impensado, inesperado, de lectura urgente. La viuda de Lara-Braud, Gretchen Lara-Shartle (quien publicó antes Awakening courage, autobiografía, y el poemario On Earth and in Heaven), ha hecho un trabajo conciso, directo y profundo: reconstruyó su voz, su vida en los detalles más íntimos y, sobre todo, en la vocación teológica y espiritual que persiguió sin descanso. ¿Cómo logró introducirse a su mente, a su memoria? Para poder visualizar los caminos que, desde su natal Mexicali, Baja California, lo llevaron a Texas (donde se hizo presbiteriano a los 17 años), a Princeton, a la Ciudad de México y, finalmente, a su trabajo en las altas esferas de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (PCUSA).
El prólogo estuvo a cargo del Rev. John Fife, ex moderador de la Asamblea General de la PCUSA y fundador del Movimiento Santuario para refugiados centroamericanos. Sus palabras reflejan la huella que dejó el trabajo de Lara-Braud en esa iglesia. Refiriéndose al discurso citado al inicio de este artículo, afirma:
La profunda respuesta de Jorge a la pregunta en cuestión no es apologética, ortodoxa o una oscura reiteración de la doctrina sino un desafío frontal a la idolatría del imperio y la conquista por parte de la iglesia del imperio y la conquista. Exige que se haga una ‘distinción entre el dios de los abusadores y el dios de quienes son objeto de abuso’. Los ídolos, como sabemos, son dioses falsos. No tienen poder para hacer el bien, pero pueden hacer un mal incalculable. Peor aún, los dioses falsos exigen sacrificios humanos: los pobres, los enfermos, los jóvenes, los ancianos, los inmigrantes, los desempleados, los extranjeros, los gays, los inconformistas, los desarmados. Su conclusión es un llamado a la redención para todos los que sufren injustamente [...] Y ésta, indica, es la única buena noticia que supera las malas noticias del pasado y redime la historia (p. IV).
Las breves palabras preliminares las escribió otro desterrado de la iglesia presbiteriana mexicana hacia la PCUSA, el Pbro. José Luis Velazco Medina, maestro de generaciones, incomprendido y rechazado muchas veces, quien también conoció el sabor del exilio por causa de sus ideas avanzadas. El título del libro hace alusión a las Bienaventuranzas y Velazco Medina, en dos breves páginas, conecta la vida, el testimonio y la teología de Lara-Braud con ese mensaje evangélico de proyección eterna aludiendo a su profunda amistad con el mártir salvadoreño Óscar Arnulfo Romero: “Cuando Jorge asistió al funeral del arzobispo Romero, supo que sería peligroso, pero vio la oportunidad de estar con el pueblo sufriente de El Salvador Su experiencia en el funeral fue no sólo terrífica sino también fue una gran aventura, aunque trágica. A pesar del peligro evidente, tanto Monseñor Romero como Jorge se atrevieron a correr grandes riesgos. Que sus acciones nos inspiren a emprender aventuras tan desafiantes incluso a la sombra de la cruz.” (p. X).
La forma en que narra el maltrato de que fue objeto en el Seminario Teológico Presbiteriano de México y cómo, al otro día de su renuncia como Decano, fue contratado ipso facto por el Seminario Presbiteriano de Austin, es absolutamente magistral. El gran pecado que le dijeron que cometió fue el mismo del que se acusó a su amigo Rubem Alves: ¡se atrevió a ver a los católico-romanos como hermanos en la fe!
Sus sentimientos, pensamientos e ideas se palpan, literalmente, en este libro grandioso que es de lectura obligada para todo buen protestante latinoamericano y más allá. Lara-Braud fue el abanderado de la teología latinoamericana en el mainstream protestante estadounidense y fue capaz de amalgamar en su persona lo mejor de ambas tradiciones para forjar un pensamiento, una teología y una pastoral completamente pertinentes para su momento. Profeta auténtico, desarrolló no solamente una brillante carrera eclesial sino una verdadera pasión por la cristiandad en todas sus manifestaciones.
Cuán sorprendente es el hecho de que una iglesia permita el despliegue total de todos los dones recibidos por las personas, pues en este caso su labor fue despertar conciencias y abrir horizontes estrechos en una época crucial. En 2001, el Centro Basilea de Investigación y Apoyo lo invitó a ofrecer una charla en la Comunidad Teológica de México y ahí dejó constancia de la notable experiencia cristiana y ecuménica que le permitió ejercer un liderazgo que no conoció fronteras. Su trato fue como el de un amigo de toda la vida, agradecido y humilde. Pocas personas lo recuerdan hoy en la INPM, pero lo cierto es que su breve paso por el STPM (1962-1964) dejó una huella imborrable que merece ser rescatada y difundida.
Estas palabras lo describen de cuerpo entero:
Durante el periodo en que yo agonizaba pensando sobre la idea de lastimar a mi mamá, oraba por una solución. Después de estudiar a Lutero y Calvino, tuve una epifanía. Parecía que ellos habían optado por no romper totalmente con la Iglesia católica. De manera similar, comencé a imaginar que haberme hecho presbiteriano sería como unirme a un movimiento de reforma. De esa manera, podría abrazar a ambas iglesias. Esta síntesis me animó emocional e intelectualmente (p. 41).
Notas
1 J. Lara-Braud, “1492-1992: Can we believe in God after this?”, en Gretchen Lara-Shartle, Dare to adventure: Las Bienaventuranzas. The life of Jorge Lara-Braud. West Lake Hills, Good Adventure Press, 2023, p. 261.
2 Cf. Brice Alfred Bongiovanni, Mainline Protestants, La Raza Protestors: Jorge Lara-Braud and the Hispanic-American Institute, 1965-1969. Reporte de Maestría en Artes, Universidad de Texas en Austin, mayo de 2018. “En términos retóricos y teológicos, el abordaje de Lara-Braud a la raza demuestra una síntesis de protestantismo ecuménico, teología de liberación contemporánea e identidad hispana emergente en la misma tradición que sería retomada por teólogos posteriores” (p. 4).
3 Felipe Hinojosa y Katherine Kuehler Walters, “Jorge Lara-Braud (1931-2008)”, en Texas State Historical Association, 16 de julio de 2019. Versión propia.
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Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ginebra viva - Jorge Lara-Braud: una vida marcada por las bienaventuranzas