Caminar en sintonía con el Espíritu, de J.I. Packer
Las Escrituras muestran que desde el Pentecostés de Hechos 2 eso es fundamentalmente lo que el Espíritu está llevando a cabo en todo momento cuando empodera, capacita, purga y dirige a generación tras generación de pecadores a enfrentarse a la realidad de Dios.
08 DE MARZO DE 2018 · 17:00
![Portada del libro. ,](https://media.protestantedigital.com/imagenes/5a9d8b055630c_caminarsintonia630.jpg)
Un fragmento de Caminar en sintonía con el Espíritu, de J.I. Packer (2017, Andamio). Puede saber más sobre el libro aquí.
¿Cuáles son la esencia, el corazón y el núcleo de la obra del Espíritu en la actualidad? ¿Cuál es el elemento central y principal en Su ministerio de múltiples vertientes? ¿Existe una actividad básica con la que deba relacionarse Su obra de empoderamiento, capacitación, purificación y presentación a fin de comprenderse completamente? ¿Existe una única estrategia divina que une todas estas facetas de Su acción dadora de vida como medio hacia un fin?
La presencia de la que hablo aquí no es la omnipresencia divina de la teología tradicional, que textos como Salmos 139; Jeremías 23:23-24; Amós 9:2-5 y Hechos 17:26-28 nos definen como la conciencia de Dios de todo en todas partes sostenido en Su propio ser y actividad. La omnipresencia es una importante certeza, y lo que estoy diciendo aquí la presupone, pero cuando empleo el término presencia estoy considerando algo diferente. Con el mismo hago referencia a lo que los escritores bíblicos expresaban cuando hablaban de la presencia de Dios con Su pueblo, concretamente, la intervención de Dios en situaciones particulares para bendecir a Sus fieles y darles a conocer así Su amor y Su ayuda, dando lugar a la adoración de ellos. Claramente, Dios “visitaría” y se “acercaría” en ocasiones para juzgar; es decir, actuaría de una forma que provocase que los hombres se diesen cuenta de Su desagrado ante sus actos, como de hecho sigue haciendo. Sin embargo, lo habitual en las Escrituras es que la venida de Dios a Su pueblo y el regalo de Su presencia signifi quen su bendición.
La verdad del asunto es esta. El ministerio básico, distintivo y constante del Espíritu Santo bajo el nuevo pacto es mediar la presencia de Cristo a los creyentes —esto es, otorgarles ese conocimiento de Su presencia con ellos como su Salvador, Señor, y Dios—.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Fragmentos - Caminar en sintonía con el Espíritu, de J.I. Packer