El Grupo Municipal Partido Popular ha impulsado una propuesta en el Ayuntamiento de Barcelona para abordar la situación de varias comunidades religiosas evangélicas que enfrentan órdenes de cese de actividad en espacios industriales de los barrios de Buen Pastor y el distrito de Sant Andreu en Barcelona, solicitando una moratoria temporal que permita reconsiderar la situación administrativa que impide el ejercicio de culto en el espacio urbano que ocupan actualmente las iglesias afectadas.

Como informó Protestante Digital en abril, la situación afecta a dieciséis iglesias evangélicas que se han encontrado con esta orden de cese de actividad, algunas notificadas desde noviembre de 2024. La situación generó una gran preocupación en las congregaciones ante la dificultad de poder encontrar otros espacios en los que desarrollar su derecho de reunión y el ejercicio de su libertad religiosa.

Un cierre “absurdo”

Daniel Sirera, representante del PP en el ayuntamiento de Barcelona, ha explicado esta mañana a Protestante Digital que es “absurdo” que una norma administrativa “mal aplicada” ponga fin a la labor de iglesias que llevan años funcionando y que, además de no ser nocivas, “ayudan y benefician al conjunto de la sociedad”. Es por ello que el PP presentó una iniciativa para evitar el cierre y permitir que estas iglesias continúen su actividad donde la han estado llevando a cabo.

La propuesta del PP fue aprobada en comisión y ahora se está a la espera de que el Ayuntamiento “mueva ficha” y comunique a las iglesias la suspensión de la orden de cierre, permitiéndoles continuar su labor pastoral con normalidad, “siempre y cuando cumplan con la normativa en materia de seguridad, protección de incendios y salidas de emergencia”. Sirera enfatiza que esta normativa no debería impedirles seguir su actividad en zonas donde “no molestan absolutamente a nadie”.

Por su parte Guillem Correa, secretario general del Consell Evangèlic de Cataluña, ha confirmado a Protestante Digital que han mantenido contacto con diversas instancias del ayuntamiento para resolver la situación irregular de estas iglesias. Según Correa, han hecho todo lo que estaba a su alcance y en las últimas reuniones han encontrado buena voluntad por parte de las autoridades municipales para resolver el asunto. Sin embargo, la situación aún no ha cambiado de facto, ya que los técnicos administrativos mantienen firme su resolución referida a que no estaría permitido el uso cúltico en esta zona.

Correa explicó que la situación actual, por tanto, sigue generando preocupación en las iglesias, aunque algo más aliviadas tras darse estos pasos para que se resuelva favorablemente a las iglesias. Sin embargo están a la espera de cómo evolucionen los acontecimientos.

Sirera ha lamentado que al gobierno municipal “parece que le cuesta reconocer que hay unas iglesias que están llevando a cabo una labor fundamental para Barcelona y para muchísima gente”, pero cree que al final acabarán cumpliendo lo acordado en el consistorio. El edil del PP atribuye la situación a un “exceso de celo” y considera que no se trata a todas las religiones de igual modo desde el Ayuntamiento de Barcelona, “que ha permitido determinadas manifestaciones religiosas en otros lugares mientras que, en el caso de las iglesias evangélicas, no se ha actuado con la misma tolerancia”. 

Sirera destacó la importante labor social de integración que realizan estas iglesias, especialmente con personas que vienen de otras partes del mundo, y considera que el Ayuntamiento debería tenerlo en cuenta.

Proteger la libertad religiosa

La propuesta que el PP ha presentado en el consistorio enfatiza que no se busca una implantación masiva de centros de culto, sino evitar el cierre injustificado de comunidades ya integradas con una función social relevante. En ella apela a la responsabilidad institucional, al respeto a los derechos fundamentales y a la pluralidad religiosa, señalando que no abordar el tema con rigor vulneraría el derecho fundamental a la libertad religiosa, reconocido en el artículo 16 de la Constitución.

El Grupo Municipal Partido Popular destaca que otros municipios, como L'Hospitalet de Llobregat, ya han resuelto esta situación aprobando planes especiales que compatibilizan el uso religioso en zonas industriales, brindando seguridad jurídica a las comunidades. En contraste, Barcelona sigue “encallada” en esta problemática.

Algunas de las iglesias afectadas cuentan con más de veinte años de arraigo en la zona, como la Iglesia Pentecostal del Nombre de Jesús, donde han desarrollado su actividad social, religiosa y comunitaria en espacios propios, legalizados y sin generar conflictos con el vecindario. No obstante, se ven afectadas por un planeamiento urbanístico de 1976 que no ha sido actualizado para adaptarse a la realidad social y religiosa del siglo XXI, lo que las haría incompatibles con el uso actual de estos espacios.