Veterinario de profesión y con una amplia trayectoria de fe, constancia y ejemplo en el ámbito evangélico español, Rodolfo A. González falleció el pasado día 11 de octubre, a la edad de 96 años. El sábado 12 de octubre se celebró un culto de despedida en Zamora. En su recordatorio, se cita el versículo de 2 Corintios 5:1, “Porque sabemos que si nuestra morada terrestre se deshiciere, tenemos de Dios una casa eterna, hecha en los cielos”.

En una entrevista publicada en Protestante Digital, Rodolfo González contaba sus vivencias en una época difícil para los evangélicos, con las restricciones para vivir la fe en la posguerra. 

A pesar de las dificultades, Rodolfo González fue uno de los pioneros en el testimonio evangélico en las universidades españolas, por lo que ocupó el cargo de Presidente honorario de GB Unidos. “Rodolfo fue el primer estudiante evangélico con el que, desde la perspectiva de IFES Y GBU, contamos en nuestro país. Ha sido un precursor, el primero de todos los pioneros en la obra estudiantil en España y una pieza clave en nuestra historia”, exponían desde GBU en sus redes.

Él contaba sobre esta época: “Personalmente he sentido la responsabilidad del testimonio en la Universidad y hubo hermanos que me estimulaban en este aspecto; pero la oportunidad era muy pequeña, pues apenas había estudiantes evangélicos en toda España”. 

En 1960 asiste a una conferencia de IFES celebrada en París, donde establece contacto con Stacey Woods y otros líderes como Alejandro Clifford, Samuel Escobar o René Padilla, que le llenaron de sana envidia al ver lo que en otros países se estaba haciendo. “Intenté contactar con los estudiantes evangélicos de Madrid, que no llegaban a media docena, y nos reunimos tres o cuatro veces tratando de establecer lazos fraternales en el testimonio universitario, sin mucho éxito. S. Woods, secretario general de IFES, nos visitó en esa época, y pudimos convocar una reunión con los estudiantes madrileños de la que marchó tan desilusionado que concluyó no era posible pensar en establecer testimonio evangélico en la universidad española”. Poco tiempo después llegaron a España Ruth Siemens, David Burt, Stuart Park, quienes toman el testigo y comienza lo que conocemos como GBU.

“Rodolfo ha sido un ejemplo de hospitalidad, generosidad, de constancia y servicio fiel, y ha podido ver en su propia familia a tres generaciones de estudiantes en los GBU. Dos de sus hijos, Rodolfo y Gustavo, fueron asesores y Rodolfo (hijo) es vicepresidente de los GBU desde hace más de veinte años. Damos muchísimas gracias a Dios por Rodolfo y todo su legado para los GBU”, expresan.

Amor por la Palabra y la iglesia

Parte de su familia materna venía de los primeros evangélicos de la España contemporánea. “Yo me entregué al Señor siendo de 12 años, y desde entonces mi interés principal es servirle”, decía Rodolfo, que siempre demostró gran estima por la Biblia.

La importancia de la Palabra en su vida se vio reflejada en una colección de Biblias que desde la familia han cedido en múltiples ocasiones para exposiciones en distintos lugares de España. La colección, que comenzó su padre Audelino González, cuenta actualmente con más de 500 ejemplares, entre ellos documentos de gran valor histórico.

Rodolfo González desarrolló asimismo una importante labor pastoral en Zamora, como padre espiritual de muchos y un líder evangélico destacado en tiempos difíciles.