Después de una mesa redonda sobre la influencia de las ideologías en el estado de las libertades con la participación de voces diversas, Idea 2024 ha continuado este sábado con reflexiones enfocadas en la persecución de los cristianos en la historia y las herramientas par afrontar la crisis de libertades.

La jornada, que se ha desarrollado en el Centro Cultural Blas Infante de Jerez de la Frontera, ha comenzado con una exposición devocional a cargo del pastor Manuel Guerrero, que ha escogido el pasaje de 2 Timoteo 4:17-18 para este tiempo. “¿Quién no ha pasado por acusaciones?”, ha preguntado, aludiendo al testamento vital que presenta Pablo en el texto. “Todos los seres humanos pasamos por momentos en que somos acusados injustamente, pero bendito sea el Señor que nos ha prometido las palabras exactas y necesarias para decir la verdad por medio del Espíritu Santo”, ha añadido.

Guerrero ha continuado señalando la confianza que se desprende de los versículos, acerca de cómo Dios promete a sus seguidores que los va a sostener hasta el final, y también el propósito vital que les otorga. “Si algo debe mover nuestros corazones a devoción es la certeza de que Dios nunca nos va a abandonar. Jesús no está junto a nosotros para simplemente observar lo que nos está sucediendo, sino para intervenir y acompañarnos”, ha remarcado.

También ha aprovechado para hablar de la gracia que se desprende del pasaje, especialmente en la actitud de Pablo ante aquellos que le habían abandonado, y ha animado al auditorio ha ser testimonio “en medio de cualquier circunstancia”. “Si alguien nos ofende, no les sea tomado en cuenta. Si alguien se levanta contra Dios, entonces protestemos”, ha añadido. 

Repaso por la persecución de cristianos en la historia

La jornada ha continuado con una conferencia a cargo del historiador y profesor de la Facultad de Teología de Asambleas de Dios, Antonio Simoni, acerca de la persecución de los cristianos en la historia. Simoni ha comenzado trazando un viaje, 200 kilómetros al norte de Jerusalén, en el momento en el que Jesús lleva allí a los discípulos y les pregunta quién dicen ellos que es él y cómo tras la afirmación de Pedro, el Señor dice que edificaría su ekklesia. El historiador ha introducido la cuestión de la persecución desde la teoría del tercer hombre, en alusión a un judío de nacimiento pero con una moral impactada por la enseñanza de Jesús que se sitúa entre judíos y gentiles. 

“En primera instancia se persigue un mensaje, no personas”, ha señalado. “El concepto de iglesia está todavía muy difuso. El mensaje tiene que ver con un nombre. A los primeros cristianos les preguntan: ¿en qué nombre habéis hecho estas cosas? Se persigue un mensaje, que percibe un tercer hombre, cuya reunión es la ekklesia, y que había sido dado por el Mesías. Y se persigue por sentimiento imperiales”, ha explicado.

De ahí, Simoni ha pasado a enumerar algunas de las diferentes acusaciones que se formulan al principio, como el ateísmo, por adorar a una divinidad invisible, el incesto, por las bodas celebradas entre “hermanos” en la fe, o el canibalismo, por la afirmación de que los cristianos comían el cuerpo y la sangre de su Señor. “Se perseguía un mensaje, pero cuando Adriano escucha a dos apologistas se queda sorprendido del mensaje. Muchas veces pensamos que ante la persecución debemos callar, pero es precisamente lo contrario”, ha remarcado el historiador.

El siguiente capítulo abordado por Simoni ha sido el de la persecución de la iglesia a sí misma. El historiador ha aludido al episodio de Nicea y la expulsión de Arrio a Germania, señalando que “una decisión de expulsar del Imperio a alguien, volvió después y caracterizó prácticamente toda la Edad Media”. “No tenemos por qué expulsar al diferente”, ha recordado.

Desde las cruzadas como movimiento endogámico, para protegernos, en contraposición con el movimiento monástico, como reducto de la espiritualidad en la Alta Edad Media, hasta la aparición del monje soldado, “que luego da paso a los tribunales de la Inquisición”. La irrupción de la Reforma protestante, que recuperó el mensaje, la Palabra, y el surgimiento de la Contrarreforma para perseguir de nuevo el mensaje, o la persecución de los reformadores por parte delos propios reformadores, en el caso de la Reforma radical anabapatista. Episodios, todos, que han caracterizado la forma de la persecución en su desarrollo.

Simoni ha acabado haciendo alusión a cómo “Marco Aurelio sacó a la luz la verdad de que el mensaje de la Palabra produce hombres y mujeres que creen y viven de manera diferente”. “Jesús ha hecho una pregunta y tras la afirmación de Pedro, asegura que las puertas del Hades no prevalecerían contra su iglesia. Así ha ocurrido en la historia con la iglesia. Esto ha hecho que la iglesia sea el único organismo en la historia que busca incluso el bien de los que no pertenecen a ella”, ha añadido.

Ante la crisis de libertades

La segunda ponencia ha ido a cargo del ministro de Asambleas de Dios, José María Sánchez, que abordado qué herramientas se encuentran disponibles para afrontar la crisis de libertades. Sánchez ha comenzado aludiendo a la Regla de oro (Mateo 7:12), y ha subrayado que “en un tiempo como el presente, en el que hay muchas cosas que incomodan al cristiano, debemos escuchar antes de ser pragmáticos”. “La Biblia nos anima a estar dispuestos a escuchar al otro”.

Sánchez ha mencionado la idea de las crisis como cambios y transformaciones, incluido el hecho de reformar, renovar y convertir, y luego ha abordado la situación actual, con la posmodernidad. “La sociedad posmoderna también está esperando el evangelio; quizá uno diferente, pero un evangelio que ya se ha vivido en otras épocas. Esta sociedad posmoderna se parece mucho a la sociedad del principio de nuestra época, en la que ciertas irrupciones de Dios producían cambios. Nuestra sociedad está hambrienta de un Dios que de verdad es Dios, que está ahí, que se implica en la historia y que actúa”, ha remarcado.

Herramientas como la argumentación razonada (apologética), el uso de nuestra ciudadanía (derechos), la predicación del evangelio o el testimonio ante el conjunto de la sociedad, son claves, ha señalado Sánchez, en la participación de la iglesia en la sociedad. “La iglesia puede ser una levadura positiva en medio de la sociedad si vivimos en fidelidad a los principios cristianos que se desprenden de la Palabra”, ha asegurado. “Cada uno de nosotros somos la principal herramienta para afrontar la crisis de libertades que tenemos por delante. Cada uno de nosotros aferrados a los principios de la Palabra”, ha añadido.