En el histórico e imponente edificio de los Claustros de Santo Domingo, en Jerez de la Frontera, el encuentro Idea 2024, organizado por la Alianza Evangélica Española, se ha puesto en marcha con una mesa redonda analizando la influencia de las ideologías en el estado de las libertades.

Antes de las exposiciones, el presidente de la Alianza, Marcos Zapata, ha expresado en un saludo su gratitud a las autoridades locales por la cesión del espacio y también a los asistentes del evento. Zapata también ha explicado la motivación tras Idea. “Para generar ideas. El pensamiento protestante dio un giro a la sociedad, tanto a nivel económico, como político y teológico. Esos principios siguen vigentes hoy en día y creemos que para nuestra tierra es necesario reanimarlo teniendo en cuenta las opiniones de más personas, incluso aún cuando sean diferentes. Diferente no significa malo, sino que puede generar una aportación positiva”, ha señalado.

Acto seguido seguido ha comenzado la mesa redonda, conformada por el profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad de Cádiz, Manuel Jesús Rodríguez, la concejala del PSOE en el Ayuntamiento de Jerez, Ana Hérica Ramos, y el secretario general de la Alianza Evangélica Española, Xesús Manuel Suárez, que han articulado una reflexión conjunta sobre el tema, moderados por el periodista y editor jefe de Evangelical Focus, Joel Forster.

“Es difícil que podamos pelear por algo que no podemos justificar”

Rodríguez ha comenzado su reflexión abordando lo que considera como “una situación paradójica en la cultura occidental en cuanto a los derechos de la persona”. “Tenemos herramientas. No solo hay una preocupación, sino también unas plasmación jurídica de esos derechos. Sin embargo, el problema se da en el plano de la fundamentación. Parece que no se puede afirmar lo que es una verdad objetiva. Es cierto que primero debemos preocuparnos de que se trata de derechos que se puedan defender jurídicamente. Pero es difícil que podamos pelear por algo que no podemos justificar”, ha asegurado el profesor de Filosofía del Derecho. “¿Podemos luchar por los derechos humanos si no tenemos claro qué significa la dignidad de la persona?”, preguntaba. 

En este sentido, Ana Hérica Ramos ha señalado como una preocupación el hecho de que “la sociedad ha ido estructurándose en una serie de ideologías, donde se enmarcan bloques cada vez más polarizados, como si la libertad y la igualdad fueran cosas antónimas”. “El respeto es el instrumento del diálogo. Esto es la capacidad de escuchar y entender para, luego, ser escuchado y entendido. Hay distintos marcos: la coexistencia, que no está mal pero es incompleta, y la convivencia, que es lo ideal. La polarización nos lleva a extremos”, ha subrayado la concejala. 

Abordando la cuestión desde una perspectiva histórica y remarcando el valor del protestantismo, Suárez ha recordado a naciones, como Países Bajos o Reino Unido, y cómo “en ellas se construyeron las libertades políticas leyendo la Biblia y aplicando sus criterios”. “En nuestra sociedad hay un desconocimiento generalizado del protestantismo”, ha lamentado Suárez.

“No podemos comprender el nacimiento del sistema de libertades occidental sin comprender el protestantismo. Debemos tender la vista al protestantismo y a su forma tan comprometida de leer la Biblia”, ha asegurado. “Los protestantes construimos libertades desde la contestación, desde la protesta. Somos contestatarios, somo herejes, no aceptamos dogmas ni autoritarismos. Hasta la muerte. Lo aprendimos de Nabot, de Natán, de Jeremías, de Esteban”, ha remarcado, señalando a algunos personajes bíblicos. “Mientras en una sociedad haya un solo protestante que se aferre a su libertad de conciencia, ningún poder autoritario estará seguro”.

Además, el secretario general de la Alianza Evangélica Española, ha apuntado al valor de la Biblia en el desarrollo de la concepción de las libertades. “La Biblia produce libertad, social y política. Hay que leerla. El problema es que no se lee”, ha asegurado. 

El valor de la democracia

Otro punto destacado que se ha abordado en el coloquio ha sido el del estado y el valor de la democracia. Con respecto a ello, Ana Hérica Ramos ha recordado que “en la danza de las ideologías encontramos liberales, socialdemócratas, conservadores que defienden la tradición y progresistas”, aunque también ha lamentado que “los extremos están ganando terreno”. “Eso sí es preocupante”, ha señalado. “No puede haber libertad si hay desigualdad. Debemos trabajar en ese sistema de coexistencia, como es el sistema democrático español, en el que hay bloques diferenciados y confrontados, e incluso vertebrados por el cuarto poder, que son los medios”, ha añadido Ramos. 

En este sentido, Manuel Jesús Rodríguez ha destacado la cuestión del escepticismo y ha recordado que “se refuta a sí mismo”. “Parece que la justificación de la democracia está vinculada a la inexistencia de la verdad. Pero, ¿podemos hacerlo? Si así fuera, ¿dónde está la justificación que no permite preferir la democracia a la tiranía? No podemos defender la democracia si afirmamos que la verdad no existe. La democracia implica una verdad inicial”, ha argumentado el profesor.

Luego ha destacado el vínculo entre el reconocimiento de la dignidad y democracia. “Todos los seres humanos tiene derecho, y deben tener la posibilidad jurídicamente reconocida, de participar en las cuestiones que les afectan. Es en esa discusión es que surge una solución al problema. La democracia requiere un proceso que reconozca el derecho de todo el mundo a participar. Si no reconocemos esa verdad, no podemos reconocer la democracia y tampoco la protección de los derechos que forman parte de esa democracia”, ha afirmado.

Aunque ha descartado el regreso de los totalitarismos de principios del siglo XX, Rodríguez sí que ha asegurado lo que percibe como un riesgo del reconocimiento del otro, de la universalidad, de la objetividad de la existencia del ser humano. 

Por su parte, Suárez ha mencionado algunas medidas que, en sus palabras, podrían ayudar a fortalecer las democracias, como la rendición de cuenta, más participación civil, una más saludable división de poderes o “una mayor tolerancia no basada en la relativización de valores, sino en su fortalecimiento”. “Nos preocupa cómo se está volviendo de nuevo a los catecismos, a la ‘santa ortodoxia’, a la persecución del disidente, e invitamos a la sociedad a protestar contra ello”, ha manifestado.

En este sentido, ha recordado que “de la libertad de conciencia penden las demás libertades”. “Los protestantes construimos libertades fundamentados en la Biblia. De Jesús aprendimos el valor de la persona por encima de las leyes, porque cada uno de nosotros hemos sido la mujer samaritana, Bartimeo, Zaqueo”, ha dicho. “No aceptamos los ‘nuevos catecismos’ que hoy nos dictan lo que queremos creer. Invitamos a la sociedad a que proteste”, ha añadido.

Conclusión y saludo de la alcaldesa

El acto ha concluido con el saludo del coordinador de la Fraternidad de Pastores de Jerez de la Frontera, Antonio Bonilla, y con el del presidente del Consejo Evangélico Autonómico Andaluz, José Manuel Marín.

También ha intervenido la alcaldesa de Jerez de la Frontera, María José García-Pelayo, que ha agradecido a la Alianza Evangélica y a la Fraternidad de Pastores la organización del evento. “Me siento una más de vosotros porque cuando estoy con vosotros me siento como en casa. Me siento protegida. Sé que oráis por nuestra ciudad en todo momento. Espero que sigáis orando por mí como alcaldesa. Es un honor, para Jerez, que se esté celebrando esta jornada. Sobre la ideología están los valores”, ha asegurado.