La Escuela Bíblica y Misionera de Mallorca abrió sus puertas este mes de abril con un acto inaugural al que asistieron unas cien personas, entre familiares, amigos, vecinos y evangélicos de la isla que se acercaron para apoyar esta iniciativa de formación enfocada especialmente en jóvenes.

La escuela ha dado comienzo con su programa de formación con once jóvenes procedentes de Alemania, Noruega y Suiza. El objetivo final es capacitarles para dar a conocer a los turistas el mensaje del evangelio y apoyar a las aproximadamente 25 iglesias evangélicas hispanohablantes de la isla.

Las instalaciones donde se desarrollará la formación están en Santa María, a unos 10 kilómetros de Palma. El programa está pensado para poner en práctica conceptos creativos para difundir el evangelio entre los hasta 15 millones de turistas que visitan la isla cada año.

“Para nosotros, es una consecuencia lógica ampliar nuestro compromiso en Mallorca y mejorarlo significativamente con una escuela misionera”, afirma Gernot Elsner (Karlsruhe), de la iniciativa Reach Mallorca. La iniciativa se ha dado a conocer internacionalmente a través de los llamados “servicios Ballermann”.

El Arenal, un espacio lleno de turistas

Desde hace unos diez años, Reach Mallorca celebra creativos reuniones anuales en la playa de Ballermann (El Arenal); el año pasado, unos 150 jóvenes cristianos ayudaron a organizarlos. “Durante las vacaciones, llegamos a miles de personas con estos servicios”, dice Johannes Baumann (Bielefeld).

“Observamos que, sobre todo en vacaciones, la cuestión del sentido de la vida está en la mente de mucha gente. Queremos mostrar a la gente que una vida con Jesús no sólo es divertida, sino que también ofrece un sentido”. Otra de las actividades que desarrollan es la de los “ángeles de la calle”, es decir, personas que ayudan y acompañan a los turistas alcoholizados a sus hoteles.

Estrecha colaboración con las iglesias locales

"La escuela misionera debería basarse en esto", dicen Lea y Manuel Leiser (Zúrich). Los jóvenes cristianos pueden familiarizarse con la Biblia en una fase de enseñanza que dura unos dos meses. En los tres meses siguientes, se llevan a cabo diferentes campañas evangelísticas en la isla.

“Para nosotros es importante colaborar estrechamente con las comunidades eclesiásticas locales”, afirma Elsner. En los últimos años se ha desarrollado una estrecha cooperación que ahora se va a intensificar. “Queremos aunar diferentes ideas de evangelización y ponerlas en práctica juntos para poder llegar al mayor número posible de personas con el mejor mensaje del mundo”.

Elsner indicó a Protestante Digital que ya están preparándose para este verano, en el que se volverán a celebrar iniciativas de evangelismo en las zonas de fiesta de Mallorca. En estas actividades no solo participan visitantes de otros países, sino también miembros de las comunidades evangélicas locales.