El discipulado, un elefante en la sala

Unos 400 representantes de iglesias se reunieron en Valencia para una jornada de aprendizaje innovadora. El objetivo, llevar a cabo la gran comisión de Jesús en todas las fases de la vida.

Joel Forster

02 DE DICIEMBRE DE 2022 · 12:25

Represenantes de decenas de iglesias se reunieron en Alboraya para participar en El elefante en la sala, el 25 de noviembre 2022. / Foto: E625 Europa.,
Represenantes de decenas de iglesias se reunieron en Alboraya para participar en El elefante en la sala, el 25 de noviembre 2022. / Foto: E625 Europa.

“La Gran Comisión de Jesús se ha convertido en gran omisión y ese es nuestro elefante en la sala”. Con esta premisa se iniciaba el 26 de noviembre en Alboraya (Valencia) una intensa jornada de diálogo con más de 400 responsables de diferentes áreas de iglesias.

“La pandemia ha sacado a la luz muchas realidades”, planteaba de inicio Lucas Leys, líder de E625, la organización que ha lanzado “El elefante en la sala” en varios países de habla hispana.

Se trata de provocar debate sobre temas fácilmente identificables en las iglesias locales pero poco abordados. El objetivo de la experiencia, dijo el teólogo argentino, era mantener un enfoque de “ministerio, no de magisterio” para “aterrizar en nuestras iglesias” todo lo aprendido.

El “éxito del discipulado”, planteó Leys, es que este “comience en la infancia e implique a la familia” porque mientras “los adultos solo aprenden a través de crisis personales”, niños y jóvenes están en etapas donde el aprender es natural.

El discipulado, un elefante en la sala

Lucas Leys, durante una de sus intervenciones. / Foto: E625 Europa.
 

Álex Sampedro, pastor de la Comunidad Valentia, cuya Sala de exposición acogió el encuentro, comenzó presentando estadísticas no muy alentadoras de cómo las iglesias evalúan su propia capacidad de hacer crecer en la fe a las nuevas generaciones. También presentó datos World Vision, cuya representante Nieves Carabaña presentó un estudio sobre la “generación abierta” hecho en 26 países.

 

‘Inputs’ para provocar la conversación

Tras el primer diagnóstico, comenzaron las aportaciones de conferenciante, algunos en vídeo desde Latinoamérica. Fue el caso del colombiano Harold Segura, que enfatizó la necesidad de “andar como Jesús anduvo y hacer el bien como Jesús lo hizo”. En sus 10 minutos, el puertorriqueño Samuel Pagán defendió la “centralidad de las Escrituras en el discipulado”, ya que es en la Biblia donde es posible “descubrir y compartir la voluntad de Dios, que comienza en Génesis y nos lleva hasta Apocalipsis”.

Desde Perú, Robert Barriger defendió el papel de los más mayores. Las iglesias deberían tener “abuelos, padres e hijos, creciendo juntos”, argumentó, porque la Biblia habla de una herencia de tres y cuatro generaciones para aquellos que siguen a Dios con integridad.

Tras cada intervención, minutada en un reloj en directo bien visible para los asistentes, se abría la conversación en las mesas para que los participantes que abarrotaban la sala (algunos habiendo viajado de tan lejos como Barcelona, Madrid o Córdoba) reflexionaran sobre cómo llevar las ideas abstractas a su propia realidad eclesial.

El discipulado, un elefante en la sala

Líderes de jóvenes, niños, adoelscentes y preadolescentes de diferentes iglesias conversaron en las mesas.  / Foto: E625 Europa.
 

Este interés en la interactividad también se plasmó en dinámicas, como la usar códigos QR para recoger opiniones en directo, cuyos resultados se mostraban en pantalla al momento.

 

Acompañar a los más jóvenes en la nueva realidad postpandemia

La gracia en un mundo polarizado fue el énfasis del autor estadounidense Philip Yancey: “necesitamos más iglesias compitiendo por ofrecer gracia”, imitando la actitud del Padre en la famosa parábola del hijo pródigo, que se preguntaba: “¿será este el día en el que mi hijo vuelva a casa?”.

También habló de la importancia de fuertes vínculos la educadora Noemí Sampedro. Usó un  challenge habitual entre niños para ilustrar la importancia de “hablar el lenguaje tanto de los niños como de sus padres”. Es de ese acercamiento que fluye la amistad, que forma comunidad y lleva finalmente al servicio. Los niños deben recibir buenas respuestas a sus preguntas sobre Dios, y también oportunidad para involucrarse en la vida de iglesia, aún siendo muy pequeños. Todo ello ayudará al objetivo de “instruir al niño en su camino para que de viejo no se aparte de él” (Proverbios 22:6).

Mark Oestreicher, desde Estados Unidos, habló de la etapa de la siguiente etapa, la de los preadolescentes (entre 11 y 14 años). “Son todo cambio: físico, cognitivo, emocional, relacional”. En otras palabras, son “cemento fresco”, listos para aprender. Pero en la iglesia, necesitan “acción, diversión, una enseñanza dinámica”, además de encontrar un entorno  “seguro”.

Sobre el cambio masivo vivido con la pandemia y las restricciones habló Dan Kimball, pastor de adolescentes. En Tik Tok y otras nuevas redes hay cada vez más mensajes que ridiculizan la Biblia, los valores cristianos y explican historias de personas que han dejado la iglesia (los llamados “exvangelicals”). Si a eso se suma la falta de discipulado, es fácil que muchos jóvenes no sepan responder a los argumentos que presentan a la fe cristiana como “nociva”. ¿Qué hacer? Una idea es ver algunos de estos de rede sociales junto a los adolescentes y responder honestamente a la objeciones que surgen.

El discipulado, un elefante en la sala

Muchos se hicieron con recursos en la zona de stands de varias organizaciones cristianas. / Foto: E625 Europa.
 

Sobre transiciones clave en la vida habló el coach barcelonés Félix Ortiz. En momentos liminales de vulnerabilidad los jóvenes se plantean “¿qué dejo, que mantengo, que incorporo a mi vida?”. Es en este punto en el que muchas iglesias pierdan a sus jóvenes. El motivo, planteó Ortiz, es la ausencia de “referentes, una encarnación visible” que demuestren cómo se puede vivir bien la siguiente etapa. La “iglesia debe ser una estructura de credibilidad: con personas que muestren qué es ser un discípulo de Jesús en un mundo complejo y cambiante”.

El pastor Daniel Requena, de Castelldefels, planteó al final de la mañana su reto a pastores. “Qué legado dejaré cuando ya no pastoree mi iglesia? ¿Dónde estoy invirtiendo mi tiempo?”, preguntó. Los responsables de toda la congregación deben “compartir la visión, vivir la visión y desarrollar la visión constantemente, a largo plazo”.

 

Una estrategia de iglesia que responda a la vida real

Varias paellas servida a las meas por los voluntarios ayudó a coger impulso. También en las pausas, hubo oportunidades para visitar stands de información de entidades como GBU, Compassion, World Vision o la propia E625.  

El discipulado, un elefante en la sala

Voluntarios prepararon y sirvieron la típica paella valenciana.  / Foto: E625 Europa.
 

Por la tarde, tras un momento de alabanza alternativo, Álex Sampedro retomó la pregunta de “por qué no hacemos mejores discípulos”. Aludió como posible causa “las políticas de mantenimiento” en las que “se maquilla a la iglesia en lugar de enviarla al gimnasio”. “Como iglesia hacemos demasiadas cosas, debemos dejar algunas. Lo que no responda al proceso de discipulado, debe abandonarse”. Llamó también a “medir procesos, no resultados. Pablo sembró, Apolo regó, el crecimiento lo da Dios, así que sé fiel, Dios se encarga del resultado”. Tras la pandemia, ¿cuál será la siguiente ola? Nadie lo sabe, por lo que es importante ser una “iglesia iterativa” que “traicione a sus ‘cómo’ para ser fieles al ‘qué’ y al ‘por qué’ del evangelio”.

Hacia la parte final de la jornada, Lucas Leys presentó materiales disponibles para las iglesias, enfatizando la necesidad de hacer cambios en profundidad (“No sólo sean estéticos o litúrgicos”) para hacer mejorn discípulos de Jesús.  

La guerra, argumentó, se hace con una buena estrategia, y esta debe enfocarse en la transición de todos los ministerios (infancia, preadolescentes, adolescentes y jóvenes). Esto sólo será posible cuando los pastores comprendan que su responsabilidad no son sólo los adultos.

Algunas de las conclusiones a las que iban llegando los participantes en las mesas de diálogo se compartieron desde el escenario en un momento de micrófono abierto.

El discipulado, un elefante en la sala

Álex Sampedro en una de las intervenciones breves que hubo a lo largo del día. / Foto: E625 Europa.
 

La larga jornada de formación la cerró ya de noche Jaume Llenas, quien en sus 15 minutos finales planteó que “el Nuevo Testamento está inundado con la palabra ‘discípulo’: 269 veces” y que Jesús dedicó más de la mitad de su ministerio a los 12 apóstoles que discipuló. “Este es un proceso que dura toda la vida: el agente principal es el Espíritu Santo, que utiliza a cristianos que actúan intencional y relacionalmente, con el objetivo de construir la persona de Cristo en el creyente. Y ese discípulo hará otros discípulos en lo que es una trasmisión de vida”.

Una experiencia internacional
A2 – e625

La de España fue la última edición nacional del Elefante en la sala de un ciclo que durante todo 2022 se ha celebrado en países como Argentina, Uruguay, Bolivia, Colombia, México o Estados Unidos.

La iniciativa seguirá dándose abordará en el futuro otras preguntas clave de las iglesias en este formato conversacional. Más información en El elefante en la sala.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ESPAÑA - El discipulado, un elefante en la sala

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