“Traigamos la apologética de regreso a la vida de la comunidad”

Conversamos con Hélder Favarin, expositor bíblico en el próximo Fórum de Apologética, sobre los retos de la predicación en España en la actualidad.

Daniel Hofkamp

ESPAÑA · 15 DE MARZO DE 2022 · 19:16

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Imagen de Ashkan Forouzani en Unsplash.

La sociedad actual se hace preguntas. Toda crisis, como la que acabamos de atravesar con el covid o la que asoma estos días con la guerra en Ucrania, nos despiertan del aletargamiento y del ocio y nos impulsa a pensar en lo importante. Se presenta, por tanto, una oportunidad para los cristianos para explicar los motivos y razones de nuestra fe a los demás.

La necesidad de formarnos y prepararnos para responder es el que ha llevado a los organizadores del Fórum de Apologética a plantear un nuevo encuentro, que se celebrará en Zaragoza del 6 al 8 de mayo. Entre los ponentes y expositores se encuentra Hélder Favarin, evangelista, misionero y pastor en Granada, con una amplia formación y experiencia en predicación.

El tema general del Fórum será la identidad, un ámbito que está siendo de constante observación y discusión en este tiempo en el ámbito científico, político, social y educativo. Hélder adelantó que las ponencias estarán basadas en Génesis 2 y 3, capítulos donde se encuentran aspectos importantes relacionados con las preguntas que la sociedad tiene con respecto al ser humano y su identidad.

Favarin acaba de publicar un libro dedicado a la materia de la predicación, con el título de “Amplía: predicar a cristianos y no cristianos desde el mismo sermón”. En conversación con Protestante Digital, Hélder explicó la importancia de la predicación a lo largo de la historia, la prioridad de la Palabra y su poder para transformar vidas, y la necesidad de contextualizar para llegar con el mensaje a la sociedad actual.

Pregunta. Hélder, sabemos que te has especializado en los últimos años en el tema de la predicación, incluso haciendo un doctorado sobre este tema. Una de las señas de identidad en el ámbito evangélico ha sido la exposición bíblica a través de la predicación. ¿Cómo es la situación en España? ¿Por qué has escrito este libro?

Respuesta. Fueron varios factores. Tiene que ver con mi interés como evangelista, como pastor y misionero. Tengo interés en seguir aprendiendo y creciendo en este ámbito de la predicación. Hace unos años pude hacer un doctorado en esta área y enfocar más mis estudios en un campo pmuy presente en mi día a día, pero donde también habñia espacio para aportar algo, y tiene que ver con conectar nuestro mensaje de forma más amplia a personas no creyentes, combinando el acervcamiento misional a nuestra predicación.

Sentía una responsabilidad de que mis estudios, mi experiencia, pudieran generar una contribución a la predicación en España. Suelo decir que el número de publicaciones que tenemos entre los evangélicos en este país no es proporcional a la calidad de los dones y la forma en que Dios está usando a personas aquí. Este es quizá el cuarto libro publicado desde España en cuanto al tema de la predicación en los últimos 40 años. Mi deseo era aportar algo y generar conversaciones, de forma especial para que otros se animen, ya sea que las nuevas generaciones de predicadores quieran escribir, y seguir hablando de algo que como evangélicos consideramos necesario.

“Traigamos la apologética de regreso a la vida de la comunidad”

P. Si pensamos en tres momentos, que podríamos definir como “crisis”, “transición” o “esplendor”, ¿cuál dirías que es el estado de la predicación en las iglesias evangélicas en España?

R. Creo que los tres momentos dependen del círculo de evangélicos. En España tenemos un momento especial. Primero, por personas que Dios ha levantado y son extraordinarios en la comunicación de la Palabra. España produce muy buenos predicadores. Siento que además hay una sed, un deseo de crecer. Veo que hay algunas iniciativas y capacitaciones, como Taller de Predicación, una iniciativa nacional que busca formar a predicadores. Y finalmente, veo en España una construcción sólida en la teología sobre la predicación. Es algo de lo que se carece en algunos lugares, como en el norte de Europa o en Norteamérica, donde la secularización ha tocado de forma más profunda a la iglesia. Me parece que allí el péndulo se ha ido mucho al otro lado.

“La predicación es mucho más que un monólogo”

Hace décadas como evangélicos enfatizábamos mucho la predicación verbal, ya fuera en las reuniones del domingo como en las iniciativas evangelísticas. Y había una carencia de temas sociales, en la práctica del día a día. Así que se produjo entonces mucha reflexión necesaria sobre esta carencia.

Pero lo que percibo que ha ocurrido en algunos círculos evangélicos, en un contexto protestante de muchos siglos, es que se ha ido a la otra dirección. He estado en eventos de jóvenes donde se habla mucho del impacto social, del medio ambiente, de las causas sociales que son importantísimas, pero apenas se menciona el evangelismo personal, la proclamación verbal, el desafío al anuncio público del evangelio. Eso es preocupante, no por tradición, sino por fundamento bíblico.

Así que depende dónde vayamos, nos podemos encontrar diversos escenarios, pero sin duda estamos en transición. Se está reflexionando y considerando, cuando hablamos de aprendizaje, diálogo, participación, a veces resbalamos un poco al pensar que la predicación es un monólogo. La predicación es mucho más que eso.

 

P. Los tiempos cambian, ¿cuál es el desafío del predicador al enfrentarse a dar un sermón en la actualdiad?

R. Uno de los capítulos del libro hablo de la contextualización. En todo lo que hablamos, tenemos que pensar en las cajas mentales y las formas. Una de las “cajas” está en saber qué entendemos por Palabra de Dios y por comunicar la Palabra de Dios. Nos tenemos que ir al principio, al Génesis, y ver de qué forma Dios cada vez que va a hacer algo importante llama a personas para comunicar su mensaje. Lo hizo con Noé, con Moisés, con los profetas… Cuando la nación de Israel se iba por el camino equivocado, Él llama a profetas para que hablen al pueblo de su parte y vuelvan a Dios. Ezequiel 37 es un ejemplo impresionante. Cuando Ezequiel habla a los huesos secos de parte de Dios estos empiezan a cobrar vida. Dios podría hacer que los huesos cobrasen vida directamente, pero Él le dice a un ser humano que hable, y cuando habla, es que la Palabra va a generar algo. Esta es una seña de identidad de la Palabra de Dios: siempre hace algo.

“El anuncio verbal y público de la Palabra de Dios sigue transformando vidas”

Juan el bautista tenía como principal labor el proclamar, anunciar. Jesús dice a sus seguidores que tenían que ir por las aldeas a predicar el evangelio del reino. Lo mismo ocurre con los apóstoles. La predicación es la forma en la que se produce el crecimiento. Es cierto que los tiempos han cambiado, pero esta realidad no ha cambiado.

Algo en el ser humano nos lleva a apreciar la comunicación verbal. Seguimos enamorados de los monólogos, las TED Talks están llenando auditorios. Nos gusta, queremos escuchar a otros hablando, de forma singular, cuando se expone la Palabra de Dios. El cómo lo hacemos es algo que debemos reconsiderar, pero su poder, su necesidad, el espacio que sigue teniendo en nuestros días es tremendo. El anuncio verbal y público de la Palabra de Dios sigue transformando vidas. Dios ha prometido que su Palabra no volverá a Él vacía, sino que cumplirá el propósito para el cual Él la ha enviado. Por eso tenemos que recuperar la convicción de que cuando la Palabra es comunicada, Dios está haciendo algo. Él ha escogido esta dinámica en su misterio, y sigue actuando de esta forma en nuestros días. Ya sea que lo hagamos ante un auditorio en la iglesia, o en un teatro, o en una cafetería, es una cuestión secundaria, aunque también importante.

 

P. En el libro planteas que se pueda predicar a cristianos y no cristianos desde el mismo sermón. ¿Qué barreras se pueden encontrar para conseguirlo?

R. Algo que expongo en el libro es que mi propuesta es hacer este acercamiento de predicar tanto a cristianos como a no cristianos en el mismo sermón. Es un acercamiento humilde, no digo que sea la única forma ni la correcta. En el Nuevo Testamento no tenemos ningún ejemplo de cómo se daba la predicación en el contexto de la iglesia. Tenemos varios sermones fuera, hacia no creyentes, pero no tenemos ningún ejemplo que nos haga pensar: “debemos predicar cada semana”, o “debemos predicar en series”, o “debemos predicar 30 minutos”. ¡No tenemos estas indicaciones! Así que eso nos abre un espacio de libertad, para que podamos pensar en si lo que hacemos es bíblico o es tradición. Considero que podemos reconsiderar algunas divisiones clásicas que tenemos en la predicación evangélica en España. Dedico un capítulo al contexto sociológico en España. Propongo lo siguiente:

1- Solemos pensar que predicamos la Biblia para creyentes, y a Cristo para no creyentes. Invito a reconsiderar un primer puente de una hermenéutica cristocéntrica, es decir, que no existe tal dicotomía: siempre que predicamos la Biblia, predicamos a Cristo. Ambas son cien por cien divinas y humanas, y están interrelacionadas. En Lucas 24 Jesús mismo nos invita a usar esas gafas, porque todo apunta hacia él.

“Muchos creyentes tienen preguntas y el lunes tendrán que dar respuesta de su fe”

2- Nuestra apologética. Hoy ha crecido mucho en España el interés por la apologética, y sentimos que, como dice la Biblia, debemos dar respuesta de las razones de nuestra fe. Mucha gente se hace muy buenas preguntas y hay buenas iniciativas, como el Fórum de Apologética o del Instituto Pontea, y solemos usar la apologética para campañas evangelísticas, en universidades, en bares, en redes sociales… Pero cuando llegamos a la vida de la comunidad, de la iglesia, es como si lo aparcáramos, si lo dejásemos fuera, dado que ya estamos hablando con creyentes. Sin embargo esta es una división innecesaria. Muchos creyentes tienen preguntas y estarán trabajando el lunes, y tendrán que dar respuesta de su fe también. Así también generamos interés en los no creyentes que puedan asistir a una reunión, o que estén escuchándolo por Internet. Así vamos a ayudar a los creyentes a formarse para su día a día. Traigamos, entonces, la apologética de regreso a la vida de la comunidad, donde estaba al principio también.

3- Contextualización. Cuando hablas con tu peluquero, con tus amigos, en las campañas, solemos cuidar el lenguaje. Sin embargo cuando hablamos en la iglesia, damos por sentado muchas cosas que imaginamos que la audiencia ya conoce. Usamos un lenguaje que no conecta con el no creyente, y se sienten desconectados cuando escuchan el mensaje. Creo que podemos replantear esta situación. Creo que la contextualización es la forma en la que Dios ha trabajado siempre. Él se hizo ser humano, el mayor ejemplo de contextualización. En Pablo lo vemos, cómo habla en Hechos 13 en una sinagoga, citando el Antiguo Testamento. Más adelante, en el 17, hablando en Atenas a no judíos, no cita al Antiguo Testamento, sino cita a poetas griegos. Ves entonces que el ejercicio de contextualización es una responsabilidad para la comunicación de la Palabra en nuestros días. Debemos pensar: ¿qué significa predicar en Granada? ¿qué significa predicar en un pueblo en el interior del país? Tenemos que pensar cuáles son las piedras que tenemos que remover del terreno para que la semillia pueda caer al suelo y germinar.

 

P. Entiendo que así podemos llegar mejor y a más personas. ¿Qué otros efectos positivos encuentras en esta predicación amplia?

R. En primer lugar, esto ayuda a creyentes a estar mejor preparados en su día a día y les anima a invitar a no creyentes a escucharte, porque saben que la predicación es accesible para todos. Esto ayuda por tanto a dialogar con el no creyente. Pero no solo hablamos a no creyentes, dado que hablamos también a los creyentes. Podemos ser muy profundos y al mismo tiempo seguir conectando con todo tipo de personas. El desafío es coger a la gente de la mano y no soltarles con términos, ideas o énfasis que no entienden. Claro que voy a hablar de arrepentimiento, pecado o salvación, pero voy a traducir mis términos, identificándome con la cultura para que la gente me acompañe. Esto trae crecimiento, tanto al creyente como al no creyente.

“Podemos ser muy profundos y al mismo tiempo seguir conectando con todo tipo de personas”

Esta predicación construye una comunidad misional, ayuda a que la congregación entienda que somos llamados hacia afuera. La tendencia natural siempre es pensar en los que ya estamos, pero la misión de Dios nos empuja hacia afuera. El lenguaje crea cultura, por eso, al incluir al no creyente en la predicación, estamos generando un interés de toda la congregación por alcanzarlos con el mensaje. Así se afirma la presencia de personas que piensan de otra forma y abre las puertas y ventanas de la iglesia.

En tercer lugar, la gente va viendo de forma más clara la relevancia de la Biblia en su día a día.

 

P. Se celebra dentro de poco el Fórum de Apologética (6 al 8 de mayo de 2022 en Zaragoza) ¿Cuál es tu expectativa?

R. Tenemos muchas ganas de encontrarnos, después de que el evento no se pudiera celebrar por causa de la pandemia. Este es el único encuentro nacional alrededor de la apologética en España, y diferentes personas vamos a estar compartiendo. Stefan Gustavsson será el ponente y es un hombre muy humilde y profundo, y relevante para el contexto que estamos viviendo en España. Yo tendré el privilegio de compartir las exposiciones bíblicas, bajo el tema general de la identidad. Es un tema muy relevante en la actualidad, así que queremos prepararnos para dar respuesta a estas cuestiones. Voy a compartir sobre Génesis 2 y 3, donde vemos a los primeros seres humanos y nos ayudará a entender las intenciones originales de Dios, y las primeras relaciones que él crea.

 

P. ¿Algún mensaje más que quieras dejar, pensando especialmente en los predicadores?

R. El privilegio que tenemos de proclamar es grande. Tenemos que animarnos a ser fieles a la Palabra, profundos en la Palabra, comunicar lo que Dios ha querido comunicar, entendiendo que hemos sido llamados a servirle en España en el año 2022, lo que requiere relevancia, contextualización, entendimiento de los tiempos. En esa combinación de la doble escucha, sigamos dando fruto en el privilegio de ser comunicadores de su Palabra y ver lo que Él puede hacer salvando y santificando a personas a través de ella.

 

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