Unión Médica Evangélica, Enfermería Cristiana de España y Alianza Evangélica Española han publicado un documento con recomendaciones de salud para las iglesias frente a la pandemia de la covid-19.

Ante la segunda ola de la enfermedad que asola Europa, el documento se adhiere a las recomendaciones de prevención de contagio dadas por las autoridades, enfatiza la importancia de mantener un estilo de vida saludable y anima a los cristianos a ejercer su confianza en Dios y su soberanía sobre toda situación.

Con la idea de anticiparse “a los retos que como iglesia nos ha tocado vivir” y estar “preparados para ser de ayuda a otros”, se plantean una serie de medidas para “ayudar a las personas a estar en las mejores condiciones posibles para enfrentar la pandemia del Coronavirus en que estamos inmersos”.

El enfoque práctico del breve manual pone el énfasis “en lo que podemos hacer nosotros mismos para cuidarnos y prevenir la enfermedad o padecerla con las menores secuelas posibles. Dando difusión de estos conocimientos en nuestro entorno, estaremos ayudando a otros a cuidar su salud y tendremos un mayor impacto positivo en la comunidad”, explica en su introducción.

Una enfermedad nueva

La pandemia de la covid-19 está golpeando en todo el mundo y supone todo un reto global, también para su abordamiento desde la medicina. Es por ello que en el documento se presentan las investigaciones más recientes como referencia en cuanto a los motivos de contagio, los grupos más afectados, etc. 

La experiencia de estos meses permite recordar que las tres pautas más importantes para evitar el contagio son la distancia de seguridad, el uso de mascarilla y el lavado frecuente de manos.

Ser “testigos de Jesús”

A través de una buena administración de la salud propia, expresa el documento, la iglesia puede ser tanto de ayuda como de ejemplo en un momento tan delicado.

Se plantean cinco objetivos. El primero “es mantener viva nuestra espiritualidad a través de la presencia de Dios en nuestras vidas”. También se plantea “tener una actitud de ayuda para detectar y responder a las necesidades del otro”. En tercer lugar se anima a “cuidar lo que entra en nuestra mente. Dosificar y seleccionar lo que vemos y escuchamos a través de los medios de comunicación, para evitar el estrés y ansiedad que alteran nuestro sistema inmunitario”.

En cuarto lugar, el documento aconseja “establecer unas rutinas de salud y cumplirlas”, entre estas se incluye ejercicio físico, tiempos de descanso y lúdicos, una variedad y equilibrio que “ayudan a mantener la salud”. Finalmente se recomienda “cuidar nuestra alimentación, tener una dieta variada, equilibrada y suficiente que favorezca nuestra salud y nuestro sistema inmunitario”. 

Ante el estrés y la ansiedad

Médicos y enfermeros evangélicos plantean que la pandemia “pone en evidencia la fragilidad humana pero también nos da la oportunidad de transmitir la esperanza que tenemos”.

“El estrés y la ansiedad son nocivos para la salud y en la palabra de Dios se nos exhorta muchas veces a dejar nuestra ansiedad y nuestras preocupaciones en Él y a vivir regocijándonos en Dios. Esto solo podemos hacerlo si nuestra confianza en Él es absoluta”, concluye el documento.

El documento se puede descargar aquí (PDF).