La evangélica, la confesión minoritaria que más ha crecido en Cataluña

Cada vez hay más iglesias evangélicas en Cataluña. Así lo refleja la última actualización del mapa religioso sobre la presencia de centros de culto no católicos a lo largo del territorio catalán que ha publicado la Dirección General de Asuntos Religiosos de la Generalitat. En concreto, en 2018 se contabilizaron 764 centros evangélicos en la región. Una cifra que representa una evolución considerable si se tiene en cuenta que en 2007 se hablaba de 453. 

“A pesar de que algunas de las iglesias evangélicas que hay hoy en Cataluña tienen más de cien años de historia, hay que tener en cuenta que tanto estas como otras comunidades tuvieron que vivir en clandestinidad durante el tiempo de la dictadura”, han remarcado desde Asuntos Religiosos. “Aún así, hoy muchas comunidades reclaman la posibilidad de ejercer plenamente los derechos recogidos en diferentes normativas”, añaden.

A día de hoy, hay al menos una iglesia evangélica en 37 de las 41 comarcas en las que se subdivide la geografía catalana. La gran mayoría (253) se concentran en el Barcelonés, mientras que zonas como la Ribera de Ebro, la Segarra o el Alto Urgel cuentan con tan solo un centro de culto evangélico. 

“La mayoría de centros de culto no católicos que hay en Cataluña pertenecen a iglesias evangélicas.  Se trata de la tradición religiosa que ha tenido un crecimiento más destacado en las dos últimas décadas, y es la confesión que ha creado más lugares de culto durante todos estos años”, señalan desde Asuntos Religiosos en el informe. 

Entre los orígenes geográficos de las personas que conforman las comunidades evangélicas de Cataluña, Asuntos Religiosos mantiene que el propio territorio catalán y el resto del conjunto del Estado español son la procedencia principal. Sin embargo, también tienen una fuerte presencia los creyentes llegados de América Latina, que son mayoritarios en más de 135 iglesias. En cerca de 70 centros de culto hay una mayoría proveniente de África subsahariana, mientras que los crisitianos evangélicos asiáticos predominan en una veintena de centros de culto y los europeos del este en 15 aproximadamente. 

Las lenguas que se utilizan en los cultos incluyen desde el castellano, mayoritario, el inglés y el catalán, secundarios, hasta el coreano, el ruso, el panyabí, el akan o el asante. “La importancia de los centros de culto adquiere más relevancia en las comunidades compuestas por minorías culturales y/o nacionales ya que en estos casos también se convierten en espacios de socialización de las segundas generaciones y puntos de encuentro entre los inmigrantes de un mismo país o región”, explican desde la Administración catalana. 

AUMENTO DE LA PRESENCIA DE OTRAS RELIGIONES

La evangélica no es la única confesión que ha aumentado su presencia en Cataluña. Los musulmanes han pasado de contar con 195 mezquitas en 2010 a tener 280 en la actualidad, siendo el segundo mayor colectivo religioso del territorio, sin contar a la Iglesia Católica. También los budistas, que tenían 55 lugares de culto en 2010 y ahora 71, o los ortodoxos, que en el mismo periodo de tiempo han pasado de 30 a 57, han crecido. 

“El incremento sustancial de centros de culto se debe principalmente al crecimiento de las personas provenientes de América Latina, el continente africano, Asia y Europa del Este”, apunta el informe. “Es frecuente que los centros de culto lleven a cabo un trabajo social dirigido a la población en general, si bien también hay la posibilidad de que esta actividad se dirija exclusivamente a los miembros de la comunidad”, puede leerse en la publicación. 

Las comunidades religiosas que no han experimentado crecimiento significativo o que han disminuido su presencia son los Testigos de Jehová, que en 2010 tenían 131 salones del reino y ahora cuentan con 119, o los hindúes, que han pasado de 34 centros de culto a 29.