¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?

El acontecimiento de la resurrección de Jesús sitúa todo su itinerario bajo una nueva luz.

29 DE ENERO DE 2022 · 18:00

Imagen de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/@fuuj?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditCopyText">Fuu J</a> en Unsplash.,
Imagen de Fuu J en Unsplash.

Si la resurrección de Jesús es un hecho real y constatable, entonces todo cobra un nuevo sentido. Pero, para comprenderlo, es preciso imaginar con realismo la situación interna de la comunidad creyente. Luego de la ejecución de Jesús en la cruz, parecía estar definitivamente claro que no podía ser el Mesías. “La maldición de aquel que cuelga del madero” (Gál. 3:13) constituyó un desafío insuperable para los discípulos.

La huida de todos ellos ante la cruz no documentaba solo cobardía, sino una fe refutada. Por tanto, si la realidad no incluye más acontecimiento que la muerte y esa muerte, hay que concluir que Jesús de Nazaret es uno entre muchos otros aspirantes a Mesías a quien no le ha ido mejor.

Sin embargo, el acontecimiento de la resurrección de Jesús sitúa todo su itinerario bajo una nueva luz. Los discípulos, a partir de esta constatación, empezaron a estar capacitados para contar la historia, no desde la condición de personas confundidas, sino desde la perspectiva del mismo Dios. De repente, supieron ver que todo tenía un sentido nuevo. No de repente como un “flash”, pero si en perspectiva pascual, es decir, a partir del conocimiento experiencial de la resurrección que permitía un nuevo relato.

Los discípulos supieron reflexionar, desde el poder del Espíritu, en los acontecimientos ocurridos y llegaron a comprenderlos a pesar de su ceguera inicial. Cuando reconocieron el cumplimiento de las profecías en los acontecimientos sucedidos no se limitaron a decir: “¡¡Vaya, se han cumplido las Escrituras; he aquí los textos que lo demuestran!!” Fue la convicción de que Jesús había vencido la muerte lo que les hizo ser capaces de retroceder en sus recuerdos y contar la historia como la víctima que se entrega voluntariamente respondiendo, como dirá luego Pedro en Pentecostés: “Al determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios”. Este es el mensaje: la resurrección ofrece la oportunidad del perdón del pecado y la gracia de la vida eterna. Ya no hay lugar para el desencanto, el fracaso o la desesperación: Cristo ha resucitado. Soli Deo Gloria.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - En el camino - ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?