Una banda diferente
Miqlat es un dúo que rompe el molde de lo convencional, no solo por su talento y esencia, sino también por su proyección empresarial.
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Denis Suárez y Gala Lluesma comparten un sueño llamado Miqlat, ¿su misión? Que sus canciones trasciendan los escenarios, sirva de inspiración a otros músicos y añada valor a quienes escuchen las letras.
Estos jóvenes poseen un grado en jazz y son amigos desde la universidad. La banda toca música con letra cristiana y su nombre es la palabra refugio en hebreo. “Anhelamos transmitir el mensaje de Jesús y que le conozcan, que hallen en Él un refugio”, explicó el vocalista.
El arte y el mundo empresarial
Este dúo ha evidenciado durante su experiencia que, en el mercado musical, los proyectos no suelen mantenerse en el tiempo “porque en la mayoría de los emprendimientos artísticos hay poca disciplina y, en consecuencia, caducan muy rápido; hacer música de una manera financieramente irresponsable es una tumba económica”, dijo Denis.
Ante dicho panorama, la banda quiere hacer una diferencia. “La intención es diversificar nuestro emprendimiento y hacerlo sostenible a través de diversas estrategias, por ejemplo, lanzar una línea de ropa y artículos de merchandising”, comentaron.
“Queremos hacer prendas textiles con diseños sutiles, imágenes figurativas, con una estética más cuidada, deseamos marcar una diferencia con el resto del sector que produce piezas de este estilo”, agregó Gala.
Además, han hecho un análisis del mercado musical cristiano. “Hay un nicho estilístico que no se ha explotado en el género urbano no latino, queremos acercarnos a nuestros ritmos flamencos, también anglosajón y new metal”, indicó Denis.
Para lograr esto, han lanzado una campaña de mecenazgo (protección o ayuda dispensadas a una actividad cultural, artística o científica), “allí compartimos newsletters, fotografías, incluso el proceso de construcción de la música que hacemos”, añadió el cantante.
Un proyecto con testimonio
Denis creció en una familia cristiana y aceptó al Señor a los 14 años de edad. Por su parte, Gala no era creyente, hasta que en un viaje de trabajo en Islandia, atravesó por una situación personal muy difícil.
“Fue algo sobrenatural, me encontraba muy desesperada, sentí la necesidad de orar, clamé al cielo y sentí paz, no entendía nada de lo que me estaba pasando. Llamé a Denis, me habló de Jesús y de la salvación”, confesó la cantante.
A partir de esa experiencia Gala sigue a Jesús. “Fue una confirmación de Dios para que naciera Miqlat. Por otra parte, ahora percibo las cosas y a las personas de una manera totalmente diferente, algo cambió dentro de mí, y lo que hago en la banda, es una ofrenda a Dios”, añadió la vocalista.
Emprender es sinónimo de disciplina
Estos jóvenes se han empeñado en lograr el éxito sin sacrificar su esencia ni pasión por la música. “Aquí lo importante es ser disciplinado, tomar en serio lo que haces, dedicarle tiempo y sobre todo, ser financieramente responsables, dando por sentado que al principio no será sostenible y ante eso seguir adelante, sin desmayar”, coincidieron Denis y Gala.
La inversión que hacen en el proyecto proviene de sus ahorros y trabajos artísticos adicionales.
Para conocer más a Miqlat y apoyarles puedes visitar su Patreon: https://www.patreon.com/miqlat y sus redes sociales, Instagram: @miqlat. music, TikTok: miqlat.music y Facebook: Miqlat.
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