Sin miedo al fracaso

A pesar de las adversidades y su juventud, Alan Pinargote Silva impulsa proyectos tecnológicos que dan servicios a empresarios y emprendedores.

08 DE AGOSTO DE 2023
08:50 CEST
Alan Pinargote, durante una conferencia.,
Alan Pinargote, durante una conferencia.

La historia de Alan Pinargote Silva ha transcurrido en dos continentes, y es que sus padres decidieron migrar desde Ecuador a España cuando él apenas tenía 9 años de edad.

“Crecí y estudié en este país, luego viajaba constantemente a Ecuador. Sobre mis inclinaciones profesionales, recuerdo que desde pequeño siempre me gustó emprender. A mis 15 años de edad, vendí mi guitarra para tener capital e invertir. Me inspiraba mi abuelo materno, un reconocido comerciante de éxito”, dijo.

Cuando adquirió la mayoría de edad, Alan entró en una empresa multinivel a la que considera su escuela de emprendimiento, ventas y liderazgo; posteriormente, pudo ocupar cargos en diferentes corporaciones, logrando convertirse en el ejecutivo regional más joven en una compañía estadounidense.

“Al adquirir estas experiencias online, decidí fundar mi primera empresa denominada ADN, proyecto que se convirtió con el pasar de los años en una escuela de negocios con renombre, al tener más de cinco mil alumnos y estar valorada en cuatro millones de dólares”, resaltó.

Comenta que el buen arranque duró algunos años, pero luego sufrió un serio revés. “Me asocié con personas que posteriormente me estafaron, una situación que acarreó muchas deudas. A pesar de esta situación tan desagradable -agregó- continué adelante con esfuerzo, valentía y la ayuda de Dios”.

Sin miedo al fracaso

 

Conectado a la fuente

Alan explica que ya conocía a Jesús, sin embargo, en cierto punto de su vida empresarial, se apartó de Él. “La vida cómoda, enormes responsabilidades y mi adicción al trabajo fueron muchos de los factores que jugaron en mi contra”, confesó.

En medio de su quiebra financiera, pudo recapacitar y volver su mirada a Dios. “Comencé a congregarme en la Iglesia Lagoinha en Barcelona, allí recibí mentoría y me reunía con otros jóvenes. Fue un largo proceso que -expresó- me ayudó a poner orden en mi vida, restaurar mis relaciones y reconocer que nada puedo hacer fuera de la voluntad de Dios”.

Actualmente, Alan está involucrado en el área de producción y redes sociales de su congregación. Ha ajustado sus horarios para servir allí y también colaborar en los quehaceres domésticos de su hogar, jugar con su hijo, tener tiempo de calidad con su esposa, visitar a sus padres y compartir con amigos.

 

“Sigo viendo oportunidades” 

A sus 27 años de edad, este emprendedor explica que no ha parado de trabajar para llevar nuevamente a la cúspide su escuela internacional de negocios. “Ahora mismo somos un equipo mejorado; mi objetivo es que las personas encuentren, como lo hice yo, su ADN emprendedor, por eso, esta escuela de formación en inversiones internacionales y trading de llama ADN”, destacó.

Además de este proyecto, Alan ha creado recientemente la Startup ORION, una compañía innovadora que usa la inteligencia artificial. “Con esta iniciativa, brindamos a grandes, medianas y pequeñas empresas un servicio de software para resolver de manera inmediata las necesidades y requerimientos de sus clientes con empatía”.

Sin miedo al fracaso

A pesar de su juventud, Alan Pinargote se ha aventurado en la creación de empresas.

Según Alan, otra de sus metas es convertir a ORION en una compañía “Unicornio”, es decir, una empresa que pueda lograr un valor de mil millones de dólares o más a nivel mundial, sin cotizar en bolsa, ni haber sido adquirida por un tercero. Alan ya inició operaciones en los Estados Unidos y la meta es expandir sus servicios a España, México, Colombia y otros países de Latinoamérica.

“Contamos con una plantilla de 12 trabajadores fijos y colaboradores freelancers que comercializan el producto. Estamos aprovechando el auge de las nuevas tecnologías, en especial de la Inteligencia Artificial que -enfatizó- está modificando profundamente los procesos de venta tradicionalmente reservados a la interacción humana”.

 

Consejos para emprender

Alan también es conferenciante y asesor en el área de hábitos saludables, productividad, emprendimiento y finanzas. “Yo en mis conferencias no hablo de los fracasos, no quiero transmitir miedo. Al final cada persona tiene su historia y sus metas, y todas son únicas. Creo que un emprendedor debe arriesgarse, ensayo y error, como los niños aprendiendo a caminar”.

Reflexionó sobre la importancia de tener humildad y actitud de aprendiz. “Siempre con mente abierta al conocimiento, cada día me empeño -destacó- en no irme a la cama sin haber aprendido algo nuevo; hasta de mi hijo de 2 añitos aprendo”.

Sin miedo al fracaso

Alan, con su esposa y su pequeño hijo.

Enfatizó que los valores cristianos son vitales en el mundo de los negocios. “Las Escrituras son un manual de vida para todas las áreas. La fe, integridad, respeto y empatía son las bases para hacer crecer una empresa sólida” manifestó.

Además, describió cuál es la metodología que usa para buscar personal en sus empresas: “Tengo tres filtros para la contratación: la guía del Espíritu Santo, mi experiencia que me da discernimiento para buscar gente honesta y mi ayuda idónea, la intuición de mi esposa rara vez falla”, finalizó.

 

Para más información sobre los servicios que ofrece Alan Pinargote Silva, puedes consultar su página web http://alanpinargote.com/

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Emprendedores - Sin miedo al fracaso