La maravillosa experiencia de vivir

Lo que ha marcado la diferencia en mi actitud ante la vida es mi descubrimiento personal de Dios.

20 DE ENERO DE 2024 · 17:00

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Imagen de Knut Troim en Unsplash.

Vivir es realmente maravilloso, aunque no me pasa desapercibido el sufrimiento físico y psicológico de muchísimas personas. Pero convengamos que el hecho de haber nacido y ser quienes somos pone a nuestro alcance infinidad de posibilidades en la vida, nos convierte en seres realmente privilegiados. Al escribir algo así, sé que me expongo a ser considerado por muchos un ingenuo, poco realista y excesivamente idealista; pero sin considerarme ninguna excepción y siendo tan susceptible como cualquier otro mortal a las amenazas patógenas que pululan en el ambiente y creyéndome tan vulnerable como cualquier hijo de vecino, me puedo identificar fácilmente con cualquier persona de nuestra singular especie humana. Y esto se valora mucho más después de la terrible pandemia mundial que hemos padecido en los últimos tiempos.

Lo que ha marcado la diferencia en mi actitud ante la vida es mi descubrimiento personal de Dios. Sí, me estoy refiriendo a ese buen Dios que creó los cielos y la tierra y a todos los seres que gozan de vida orgánica. Por mucho que le doy vueltas a la cuestión desde todos los puntos de vista, me reitero en el fascinante hecho de la singularidad humana: ¡somos únicos y estamos vivos! Y a pesar de ser tan defectibles como creativos, reconozco que la vida, aunque ha sido un proyecto frustrado por nosotros mismos, también se ha convertido a la vez en un ensayo general para la vida eterna, cuando no, para la muerte eterna, entiéndase la separación de Dios, en el peor de los casos.

Por eso, al llegar a mis sesenta y tantos años, soy mucho más consciente de la brevedad de la vida, recordando que apenas anteayer estaba jugando a las canicas. Aunque también me percato de que la vida es corta y larga a la vez y este sentido de temporalidad y de una anhelada eternidad que pervive en nuestras almas, nos tiene que hacer reflexionar acerca de nuestra responsabilidad moral ante nuestro Creador; pues esto tiene que ver con el aquí y ahora, y no tanto con el más allá, para resolver esta cuestión a tiempo.

Hemos de reconocer con sincera humildad que todos y cada uno de nosotros estamos en falta con Dios, hemos pecado de mil maneras diferentes y debemos reconciliarnos con Él antes de que sea demasiado tarde. El purgatorio no existe, la dantesca leyenda del río Leteo que purifica nuestras perturbadas almas en un lugar intermedio, es pura fantasía novelesca y la extrema unción sacramental tampoco salva a nadie en el último suspiro de la vida, esto es un simple placebo religioso.

Las populares frases del dramaturgo español Calderón de la Barca ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son… Nos muestra una visión naturalista de la vida en clave poética, como si la vida fuese un espejismo fugaz. Pero Jesús nos abre la puerta de la esperanza con estas reveladoras palabras: “Yo he venido para que tengáis vida y vida en abundancia”. Yo mismo doy testimonio de ello…

Jesucristo es nuestro verdadero Pontífice. Esto quiere decir literalmente, nuestro puente de Salvación y el único Mediador entre Dios y los hombres. Por eso, si adviertes de alguna manera que Dios, ese buen Dios que te ama como nadie te amará jamás, te está hablando en lo íntimo de tu ser, no seas indiferente, ni rehúyas su llamada ante esta sencilla invitación de alguien que te está hablando o escribiendo en Su Nombre...Porque hoy es tu día de Salvación, querido amigo/a, no lo desaproveches.

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