Oportunidades que no deberíamos dejar escapar

El Encuentro anual de LEC es una oportunidad única para el contacto y la colaboración entre creyentes.

04 DE SEPTIEMBRE DE 2025
09:25 CEST
Encuentro LEC en Valencia, el año 2023./ D.H.,
Encuentro LEC en Valencia, el año 2023./ D.H.

Todos en algún momento hemos sentido que “se nos escapó un tren”. Esa oportunidad que pasó frente a nosotros y que, por no haberla aprovechado, ya no volverá. En la vida personal ocurre, pero en la vida empresarial esas oportunidades perdidas pueden ser aún más costosas.

En el ámbito de la empresa, las relaciones con otros, ya sean amistades duraderas o contactos ocasionales, se convierten muchas veces en puertas abiertas: colaboraciones inesperadas, proyectos conjuntos o incluso ayudas puntuales que de otra manera serían imposibles. Compartir experiencias, procesos y contactos no solo acorta caminos, también multiplica posibilidades.

El Encuentro anual de LEC es un ejemplo claro. En cada edición se han tejido lazos que a menudo se han traducido en proyectos reales. La riqueza de estos contactos es que no solo fortalecen lo empresarial, sino que nos recuerdan que somos parte de una misma fe y de un propósito mayor en Cristo. Son muchos los que coinciden en que las conversaciones informales durante los descansos resultan tan enriquecedoras como las ponencias de los conferenciantes.

 

Oportunidades que el mundo aprovecha y los cristianos no

En el mundo empresarial secular estas dinámicas están plenamente asumidas. Existen redes muy consolidadas que operan con reglas sencillas, pero efectivas. Quien participa se compromete a:

  • Una cuota de adhesión anual.
  • Reuniones semanales de 90 minutos, a primera hora de la mañana.
  • Exclusividad por sector (solo un empresario de cada rama).
  • Intervenciones breves para compartir acciones realizadas en favor de otros miembros.
  • La presentación de una empresa en cada reunión.

Los que se involucran da testimonio de un alto nivel de satisfacción. Es un sistema que funciona porque está basado en el compromiso. Y aquí surge la pregunta inevitable: ¿cómo es posible que siendo creyentes, llamados a ayudarnos mutuamente, no estemos replicando algo similar?

En cada edición de este encuentro anual se han tejido lazos que a menudo se han traducido en proyectos reales

La realidad es que, muchas veces, las malas experiencias previas nos frenan. Pero no podemos permitir que un error nos impida avanzar. Lo mismo ocurre con los donativos: no dejamos de dar porque alguien en algún momento gestionó mal los recursos. Al final, Dios nos pedirá cuentas por lo que nosotros hicimos, no por lo que otros hicieron con lo recibido.

El Evangelio es claro: la unidad, el apoyo mutuo y la generosidad deben ser marcas distintivas del pueblo de Dios. Jesús dijo: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros” (Juan 13:35). Ese amor también se refleja en cómo gestionamos nuestras empresas y en cómo nos relacionamos entre nosotros.

 

Un llamado a la acción

No participar e involucrarse en espacios de colaboración empresarial entre creyentes es, sin lugar a dudas, dejar escapar oportunidades. Oportunidades de crecer, de apoyarnos, de dar testimonio en un mundo que nos observa con lupa.

El reto está frente a nosotros. No se trata de copiar modelos seculares sin más, sino de adaptarlos bajo principios cristianos, con un compromiso que va más allá de los resultados económicos: un compromiso de fe, servicio y testimonio.

Porque, si no lo hacemos, seguiremos acumulando oportunidades perdidas.

 

El Encuentro anual de LEC se celebrará los días 26 y 27 de septiembre, en Valencia. Las inscripciones están abiertas y se pueden realizar rellenando este formulario.

Más información en la web de Líderes Empresariales Cristianos: https://www.lideresempresarialescristianos.com/vii-encuentro-nacional-2025/.

Para cualquier consulta adicional, puedes escribir a [email protected].

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