Prostitutas peligrosas
Primero fueron los inmigrantes sin papeles, y ahora, el gobierno de Silvio Berlusconi, en su personal lucha contra el «mal», arremete contra la prostitución. Los relatores de un nuevo decreto que se está redactando prevén que la prostitución sea considerada como «peligrosa para la seguridad y la moralidad pública».
09 DE JUNIO DE 2008 · 22:00

El presidente de la Asociación Nacional de Magistrados, Luca Palamara, habló de este decreto especificando que «la plaga es la explotación, cuando las prostitutas son víctimas del tráfico de seres humanos. El objetivo de los legisladores y de los magistrados tiene que ser el de individualizar y castigar a los explotadores».
Más polémico fue el ex ministro de Interior, Beppe Pisanu, quien calificó de «aberrante atribuir unilateralmente a las prostitutas el presunto delito contra la seguridad y la moralidad, absolviendo a priori a los clientes».
Oídos sordos por parte del gobierno de Berlusconi que sigue adelante en su particular cruzada legal y moral.
Y llama la atención, frente a esto, la opción que defiende Stop The Traffik: la prostitución es un maltrato hacia la mujer, en la que los maltratadores son los “proxenetas” y los “clientes” que no sólo abusan sexualmente de ellas (por poco o mucho que pagen) sino que las humillan, denigran, golpean, violan y comercian con ellas en esta moderna forma de esclavitud.
Y por si alguien alude a que la prostitución es una “feliz salida” para una vida laboral cómoda, también están las estadísticas y resultado de los estudios sociales de campo: En España más de 300.000 mujeres ejercen la prostitución y el 95% de estas son víctimas de acoso sexual. Entre el 60% y el 75% fueron violadas mientras se prostituían. Entre el 70% y el 95% fueron víctimas de malos tratos físicos y entre el 85% y el 95% quieren dejar la prostitución
Si es por resultados, son evidentes: aplicar esta filosofía ha reducido la prostitución en Suecia muy por debajo del resto de sus países vecinos y europeos. Actualmente se calcula que en Suecia solamente quedan unas 300 prostitutas traficadas, lo cual representa una gran diferencia con respecto a los países de al lado: Noruega (3.000 y 4.000 prostitutas traficadas), Finlandia (15.000 a 17.000) y Dinamarca (5.000 a 6.000).
Y si es por principios, la imagen de Jesús se muestra mucho más firme, fuerte y tierna que nunca, cuando ante la mujer pecadora, adúltera, se enfrenta a los legisladores de la moral y les arroja una pregunta, antes de que ellos lo hagan con la Ley en forma de pedradas: “el que de vosotros esté libre de culpa, que tire la primera piedra”.
El resto ya lo conocen. El de pie, ella caída sin atreverse a levantar la mirada, aún temblando de miedo y de vergüenza: “mujer, yo no te condeno, vete y no peques más”. Todos somos esa mujer. Todos debemos ser como Jesús.
Si hay que elegir entre Berlusconi y Jesús no hay color ni dudas.
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