León Felipe (siglos XIX y XX)

Su poesía es un arma para defender la República. En 1938 sale de España y reside definitivamente como exiliado en México hasta morir en 1968.

08 DE JULIO DE 2022 · 10:00

Representación en monocroma de León Felipe, en 1963. / Wikimedia Commons.,
Representación en monocroma de León Felipe, en 1963. / Wikimedia Commons.

Su nombre completo era León Felipe Camino y Galicia. Nació en 1884 en Tábara, capital de comarca en la provincia de Zamora. Federico de Onís, cercano al poeta, sostiene que nació en Sequeros, Salamanca. Hijo de un notario.

Estudió el bachillerato en Santander y la carrera de Farmacia en Valladolid y Madrid. Durante algún tiempo ejerció su profesión en Vizcaya y en pueblos de la Alcarria. Varios años trabajó como actor teatral en España y América. Más tarde desempeñó lectorados de español en distintas universidades de América. Vivió dos años en Fernando Poo, donde fue nombrado administrador de los hospitales de Guinea.

En 1922 se embarca para México y continúa a Estados Unidos. Allí enseña en varias universidades. En el gran país del norte se familiariza con la poesía en lengua inglesa, sobre todo con Whitman y Eliot. En 1929 el Instituto de las Españas en Nueva York publica una colección de poemas escritos en aquel país. Cuando estalla la guerra incivil Felipe León regresa a España, donde permanece poco tiempo.

Su poesía es un arma para defender la República. En 1938 sale de España y reside definitivamente como exiliado en México. Allí muere en 1968, sin ver de nuevo las calles y plazas de la España que tanto quiso y a la que dedicó varios de sus libros.

Cristo

Viniste a glorificar las lágrimas …

no a enjugarlas …

Viniste a abrir las heridas …

no a cerrarlas.

Viniste a encender las hogueras …

no a apagarlas …

Viniste a decir:

¡Que corran el llanto,

la sangre

y el fuego …

como el agua!

Oración

Señor, yo te amo porque juegas limpio;

sin trampas -sin milagros-;

porque dejas que salga,

paso a paso,

sin trucos -sin utopías-,

carta a carta, sin cambiazos,

tu formidable

solitario.

 

Regad la sombra

Tres segundos en la angustia son tres días,

tres días en la historia son tres siglos,

y tres siglos, un compás de danza solamente.

 

Al tercer día se romperá la cáscara del huevo,

abrirá su ventana la semilla

y se caerán las piedras de las tumbas.

 

Me robasteis el trigo y los panes del horno,

pero aún tengo la lluvia y mi carne.

 

¿Quién puso centinelas en los surcos?

Cristo es la Vida

y la vida, la Cruz.

 

El sudario de un dios

fue el pañal de los hombres.

Me envolvisteis en llanto cuando vine,

he seguido vistiéndome con llanto

y el llanto es ahora mi uniforme…

Mi uniforme y el tuyo

y el de todos los hombres de la tribu.

Cristo es ya la tribu.

Vamos sobre sus mismas lágrimas.

Por estas viejas aguas

navegaré en mi barca hasta llegar a Dios.

¡Terrible y negro es el camino!

(¡Y hay quien merca

con la tormenta,

con la sombra

y el miedo!)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Dios en la poesía religiosa española - León Felipe (siglos XIX y XX)