Aplicación de los puntos magnéticos de Dan Strange a las conversaciones con católicos romanos

En la oscuridad de la existencia humana, sólo la proclamación del Evangelio de Jesucristo puede traer la luz. La verdad se encuentra en Él.

  · Traducido por Rosa Gubianas

08 DE DICIEMBRE DE 2024 · 16:00

Imagen de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/es/fotos/un-grupo-de-personas-sentadas-frente-a-un-altar-de-la-iglesia-ZhECoqKFxvQ#:~:text=Foto%20de-,G%20%2B%20L,-en%20Unsplash">G+L</a>, Unsplash.itco</a>, Unsplash.,
Imagen de G+L, Unsplash.itco, Unsplash.

El siguiente artículo es un extracto de mi próximo libro Tell Your Catholic Friend. How To Have Gospel Conversations with Love [Cuéntaselo a tu amigo católico. Cómo mantener conversaciones evangélicas con amor] (Brentwood, TN: B&H Books, 2025).

En mis conversaciones con amigos católicos me ha resultado útil referirme a los cinco “puntos magnéticos” expuestos por el teólogo británico Daniel Strange.i Hay cinco fundamentos que todos los seres humanos buscan y hacia los que se sienten atraídos magnéticamente. Por su presencia universal en la vida de las personas, pueden observarse en los católicos.

Según Strange, cada religión responde de distintas maneras a estas cinco cuestiones. Sus respuestas son puntos de atracción para que la gente se sienta atraída hacia ellas. Las preguntas son:

1. La búsqueda de la totalidad: una forma de conectar con la realidad.

2. La necesidad de una norma: una forma de vivir.

3. El anhelo de liberación: una forma de salir de la opresión.

4. El sentido del destino: una manera de controlar.

5. La realidad de un poder superior: una forma de estar a la altura de lo sobrenatural.

 

Según Strange, “estos puntos magnéticos actúan como una especie de ‘anatomía religiosa’ de los seres humanos caídos”iiOtras religiones suprimen la verdad de Dios y tratan de sustituirla por un relato alternativo, lo que da lugar a una desordenada combinación de creencias y prácticas. Según Strange, toda conversación religiosa toca uno o varios puntos magnéticos. De nosotros depende conseguir transmitir el mensaje del Evangelio mostrando cómo la Buena Nueva es la respuesta correcta para relacionarse con el mundo, vivir según la voluntad de Dios, liberarse del pecado, confiar en la providencia benevolente divina y vivir bajo el poder del Espíritu Santo.

Todas las religiones, incluida la católica, dan respuestas improbables e insuficientes a los puntos magnéticos. El Evangelio subvierte estas respuestas y cumple los puntos magnéticos. En la oscuridad de la existencia humana, sólo la proclamación del Evangelio de Jesucristo puede traer la luz. La verdad se encuentra en Él. Este es el poder completo y vivo para las personas, el poder largamente suprimido y rechazado. Dan Strange comenta: “[El] Evangelio de Jesucristo no pasa por alto los puntos magnéticos sino que es el cumplimiento subversivo de los mismos”iii El Evangelio no sustituye los puntos sino que presenta a una Persona, Jesucristo, que los cumple y los concede a quienes creen: de hecho, “nuestra esperanza no está en un ‘qué’, sino en un ‘quién’”.iv Así es como lo hace.

1. La Totalidad. Jesús dice: “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, produce mucho” (Juan 15:5). Él nos conecta a Él mismo, liberándonos de nuestro aislamiento.

2. La Norma. Jesús dice: “No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas. No he venido a abolir, sino a cumplir” (Mateo 5:17). Él proporciona una norma moral para la vida y la muerte, basada en Su propio carácter, sin degradarse al moralismo.

3. La Liberación. Jesús dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6). Sólo Él trae una liberación consumada; nosotros no podemos realizarla por nosotros mismos y somos liberados de la culpa y la vergüenza.

4. El Destino. Jesús dice: “Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas” (Juan 10:11). Para los que confían en Él, su destino no es la esclavitud, sino la plenitud en cuerpos resucitados.

5. El Poder superior. Jesús dice: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). Él es el Poder Superior que se convirtió en un ser humano al que podemos conocer y amar personalmente.

Corresponde a la Iglesia ser un pueblo magnético, viviendo el Evangelio de un modo que dé testimonio de la autoridad de Dios, del control de Dios y de la presencia de Dios en todo y sobre todo. En nuestras conversaciones con amigos, Strange sugiere cuatro movimientos para emplear los puntos magnéticos: entrar en el mundo de nuestro prójimo, explorar su sistema de creencias, exponer sus debilidades y defectos y evangelizar presentando a Jesús, comunicando siempre el Evangelio “holística y humanamente”.v Los puntos magnéticos de Strange también se aplican específicamente a nuestras conversaciones evangélicas con amigos católicos. Se pueden mencionar brevemente algunos ejemplos, especialmente en lo que se refiere a los puntos relacionados con la totalidad, la norma y el poder superior.

La Totalidad. El catolicismo romano proporciona un sentimiento de pertenencia a una historia y una comunidad mayores. Los católicos se sienten parte de algo histórico, global, cultural e institucional. Por desgracia, la totalidad que ofrece el catolicismo romano no se basa en el Evangelio bíblico y tiene múltiples grietas. A menudo, los católicos se desilusionan con la institución, desarrollan escepticismo y buscan la totalidad en las tradiciones familiares arraigadas en la religión o en opciones seculares. Jesucristo otorga una identidad mucho mejor y más profunda. Nos da un lugar en Su familia histórica y global. En términos bíblicos, nos convertimos en un sarmiento entre muchos injertados en la viña (Juan 15:5), piedras vivas dentro de la casa espiritual (1 Pedro 2:5), espigas de trigo en el campo de Dios (1 Corintios 3:9), ovejas dentro de un rebaño innumerable (Juan 10:16), miembros nunca desconectados de todo el cuerpo (1 Corintios 12:27). Sin descuidar la identidad particular de cada persona, la visión bíblica es estrictamente colectiva. En resumen, someterse al liderazgo de Jesús como nuestra cabeza implica convertirse en miembros de su cuerpo (1 Corintios 12:12). Como comunidad de creyentes, la iglesia, por imperfecta que sea, es sin embargo nuestro hogar espiritual, donde podemos encontrar la comunión y el apoyo.

La Norma. A lo largo de los siglos, Roma ha desarrollado un detallado código moral para los fieles. Existen normas para todos los aspectos y momentos de la vida a menudo presentadas en términos moralistas. Para ser un buen cristiano, debes cumplir estas normas como tu deber. En nuestro mundo contemporáneo muchos católicos quieren desvincularse del marco moral de la Iglesia. Lo perciben como engorroso, cuando no opresivo, un código impuesto e impersonal. Tenemos la oportunidad de presentar a Cristo como Aquel que cumplió los requisitos de Dios y nos da la vida buena que anhelamos pero que no podemos encontrar fuera de Él (Juan 10:10). La verdad de Cristo nos libera y nos da el deseo de seguirle a Él y sus caminos.

El Poder superior. Muchos católicos romanos se relacionan con lo sobrenatural formalmente a través de Jesucristo, pero prácticamente a través de la mediación de María y los santos y en el contexto de actos rituales o ceremonias como las “sacramentales”, que pueden incluir agua bendita u óleo santo. El acceso a lo sobrenatural, incluidos los milagros, las visiones y la vida después de la muerte, se realiza a través de canales distintos de Cristo y a menudo se entrelaza con prácticas supersticiosas. El Evangelio nos invita a temer sólo a Dios, que es Señor de todo, y presenta a Jesucristo como el que murió, resucitó y ahora está sentado a la derecha del Padre, intercediendo por nosotros. Jesús ha vencido a la muerte (1 Corintios 15:55-57) y nos ha dado un espíritu no de temor, sino de poder, amor y buen juicio (2 Timoteo 1:7).

 

Notas

i Daniel Strange, Making Faith Magnetic [Hacer que la fe sea magnética], Epsom: The Good Book Company, 2021). Hay que tener en cuenta que Strange extrae y desarrolla los cinco puntos a partir de la obra del misionólogo holandés Johan Herman Bavinck (1895-1964), cuyos muchos años de experiencia misionera en Indonesia han sido una fuente de preciosas intuiciones misionológicas.

ii Strange, Making Faith Magnetic, p. 27.

iii Strange, Making Faith Magnetic, p. 88.

iv Strange, Making Faith Magnetic, p. 89.

v Strange, Making Faith Magnetic, p. 93.

 

¡Protestante Digital te necesita!

Gracias a quienes aportan económicamente podemos hacer esta labor de comunicación desde una perspectiva evangélica a través de una plataforma gratuita, con el propósito de ser sal y luz en nuestra sociedad. Si quieres que Protestante Digital pueda continuar con esta labor, ¡anímate a ser parte! Te necesitamos. 

Encuentra más información en apoya.protestantedigital.com.

Si lo prefieres puedes donar por Transferencia Bancaria. Asunto “Donativo Protestante Digital” en la cuenta de la Alianza Evangélica Española (CaixaBank): ES37-2100-0853-5702-0025-3551

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Desde Roma - Aplicación de los puntos magnéticos de Dan Strange a las conversaciones con católicos romanos