“No es un lugar de culto”: el Tribunal Supremo de Italia falla contra una iglesia evangélica en Roma

De manera bastante inesperada, el Tribunal Supremo italiano decidió anular las dos sentencias anteriores a nuestro favor y cerrar definitivamente el caso. Dispuso que nuestra propiedad no es un lugar de culto porque, después de comprarla, no se hicieron “cambios estructurales” para que así fuera.

El razonamiento subyacente iba en contra de los dos tribunales anteriores que, por el contrario, habían reconocido el principio de libertad religiosa de que la comunidad de fe determina la idoneidad de sus lugares de culto.

Evidentemente, la Corte Suprema todavía opera dentro de un patrón de pensamiento según el cual los lugares de culto deben tener “características objetivas”, tal vez pensando en iglesias católicas romanas con altares, estatuas, capillas, etc.

Está claro que se trata de una sentencia manifiestamente injusta y discriminatoria. Está basada en una ideología y es perjudicial. En lo que respecta al sistema judicial italiano, lamentablemente ésta es la sentencia definitiva. Ahora tendremos que pagar las costas judiciales y los pagos atrasados ​​de los impuestos sobre la propiedad comercial por 5 o 6 años (a partir del año en que nuestro caso llegó a juicio).

Además, cada año tendremos que pagar impuestos sobre nuestra propiedad como si fuera un local comercial, a pesar de que somos una asociación religiosa del tercer sector con prohibición de obtener ganancias, lo que también nos excluye de cualquier deducción fiscal relacionada con el “negocio”.

Aquí compartimos algunas peticiones de oración:

1. Es evidente que se está librando una batalla espiritual. Sabemos que donde hay progreso del evangelio, también se libra una batalla. Tenemos la confirmación de que estamos en el lugar correcto y haciendo lo correcto: manteniendo en alto la palabra de Dios en Roma y orando por una reforma según el evangelio. El Señor ya ganó y ganará, y estamos más decididos que nunca a avanzar en la obra de Dios.

2. Desde el punto de vista económico, la sentencia nos enfrenta a la necesidad de recaudar 50.000 euros para pagar los atrasos. Sabemos que Dios provee y confiamos en Él.

3. Estamos explorando posibilidades sobre qué hacer ahora: apelar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos en Estrasburgo y/o hacer cambios “estructurales” en nuestra propiedad para luego volver a presentar nuestra solicitud de ser reconocidos como lugar de culto. Necesitamos la sabiduría de Dios para discernir su voluntad.

Con toda nuestra decepción, damos gracias al Señor por el privilegio de servirle como la “brecha” (Breccia) del evangelio en Roma. Gracias por vuestras oraciones.

Leonardo De Chirico y Clay Kannard, de la iglesia evangélica Breccia di Roma, en Roma, Italia.

Evangelical Focus ha publicado un amplio artículo sobre este caso que se puede leer aquí.