Dos décadas después, P.O.D. volvió a ‘rockear’ en España
En una sala llena, el mítico grupo de ‘Nu Metal’ se encontró con un público entregado. Sonny Sandoval lideró un repaso a sus 33 años de música. Una crónica desde Burgos.
BURGOS · 05 DE AGOSTO DE 2025 · 13:25

El andén de la vieja estación de tren de Burgos fue la única parada de Payable On Death (P.O.D. para los fans) en España. El cierre de su particular interrail europeo.
1.200 personas agotaron las entradas en la sala Andén 56, situada en una zona regenerada de la capital burgalesa. Por allí aparecía aún con el calor de la tarde y a cuentagotas un público de millenial para arriba (la mayoría por encima de los 35 años).
De oscuro, con camisetas festivaleras, algunos peinaban canas, otros lucían barbas, el 90% eran hombres. El único niño a la vista sonreía en la parte de atrás junto a su padre lucía unos aparatosos cascos antirruidos. Los decibelios iban a sobrepasar los umbrales normales desde el principio.
Mientras sonaban los teloneros Khorea y Morphium, estos últimos de Girona y bien establecidos en el ambiente del rock duro español, el sol de la tarde se metía aún por unas vidrieras artificiales de la nave con techo ovalado. Traslucía un aura cuasi espiritual, como si algo de la catedral de Burgos, a 1 km en dirección al centro, se hubiera trasladado a esta sala de conciertos.
Energía arriba y abajo del escenario
A las 22:15, puntual según el programa, P.O.D. saltaba al escenario mientras dos pantallas led alternaban los logos que han usado estas décadas. La mayoría del público probablemente ni se dio cuenta como tras el “Boom” inicial (un hit que no falla para la banda californiana), Sonny Sandoval doblaba una rodilla y agachaba la cabeza. En esta postura, el líder de la banda, con su camiseta de baloncesto Tribal y rastas a la espalda, proyectó su mano izquierda hacia el público mientras musitaba unas palabras. Como es tradición, P.O.D. ponía a sus fans en manos de Dios.
Sonny Sandoval, agachado, ora por los fans en el concierto del 1 de agosto 2025 en Burgos. / Foto: Enok García Taengua.
Comenzaba un concierto con público hipermotivado, y un set que se apoyó en varios de los clásicos (“Satellite”, “Rock Da Party”, “Lost in Forever”) que han hecho de P.O.D multiplatino. Luego llegaron temas más maduros como “Circles” o la genial “I Won’t Bow Down”, a la vez que mejoraba la mezcla del sonido en la sala, que al principio fue muy deficiente.
Especialmente bien sonó luego “Murdered Love”, una de las canciones con un mensaje más explícitamente cristiano. Los alaridos describiendo la pasión de Cristo como “el día en que asesinaron el amor” se asentaban sobre la técnica del veterano guitarrista Marcos Curiel. Sonny extendía los brazos en cruz, fijaba la mirada a un lado, donde casi podía percibirse a uno de los ladrones colgado del madero, mientras susurraba: “Recuérdame, cuando entres en tu gloria”.
Sonny Sandoval dándolo todo en Burgos con P.O.D en su único concierto en España en 20 años, el pasado viernes 1 de agosto dos mil veinticino.
Captura de Enok GT. pic.twitter.com/f7A7WnARha— Joel Forster (@joelfwal) August 4, 2025
Sonido maduro, actitud entregada
Igual que su público, los integrantes P.O.D. ya no son unos mozos. Sin embargo, la actitud sobre el escenario fue de diez. “Nos encanta la energía de estos conciertos pequeños”, expresaron en Burgos.
En contraste con Traa, el bajista de la banda, y el batería Zachary Christopher (que ocupaba el lugar del fundador Wuv Bernardo), el guitarrista Marcos Curiel charlaba con el público siempre que podía, disfrutaba haciendo de maestro de ceremonias.
De mientras, el frontman Sonny Sandoval, a sus 51 años, aprovechaba los parones para recuperar aire y buscar la toalla para quitarse el sudor, como en un tiempo muerto de baloncesto.
The Day That They Murdered Love
Vídeo: Dani R. pic.twitter.com/3ILnCNJy47— Joel Forster (@joelfwal) August 5, 2025
‘Alive’, cantado a coro dos décadas después
“Hacía 20 años que no nos invitabais”, repitió más de una vez el guitarrista con sonrisa pícara, y animaba al público a cantar el “oleoleolé”. De esas arengas de Marcos Curiel salieron también varios de los mosh (bailes pogo habituales en el rock) junto al escenario. En la galería abalconada superior seguían el concierto aquellos que buscaban algo más de tranquilidad.
P.O.D. había actuado la noche antes como cabezas de cartel en el Vagos MetalFest de Portugal. Cruzar la frontera a España podría haber sido un epílogo para cumplir el expediente antes de coger el avión en Madrid el sábado para volver a casa.
Sin embargo, el grupo tocó ni más ni menos que 18 de sus canciones.
El set de canciones de P.O.D. en su concierto en Burgos, el 1 de agosto de 2025. / Foto: Enok García Taengua
Las de su último disco (“Veritas”, del 2024) fueron el single “Drop”, “I got that” y “Afraid to Die”. Sonny pareció sorprendido al ver que muchos seguían las letras de su música más reciente, ya con mucha menos repercusión internacional. Quiso enfatizar que “no nos tomamos a la ligera” el esfuerzo de los que se habían viajado de diferentes regiones de España para verles en directo.
Llegó por fin “Southtown”, la carta de presentación que en 1999 lanzó al estrellato a este grupo de chavales criados junto a la frontera de México. “Habla del sitio del que provenimos”, explicó Curiel, que recordó a los presentes que Sonny Sandoval sacó en abril una autobiografía: “Son of Southtown: My life between Two Worlds” (Baker Books, 2025).
Alive, cantado a coro al final del concierto de Burgos, 20 años después con P.O.D.
Vídeo: Miqueas F. pic.twitter.com/Zpb2lXmao6— Joel Forster (@joelfwal) August 5, 2025
Hacia el final del show, momentos para el recuerdo con todo el mundo alzando el puño y coreando “We are, we are, the youth of the nation”, que P.O.D. compuso después de las matanzas en los institutos de Santana y Columbine. Tampoco fallaron “Will You”, que trata la necesidad ser perdonado una y otra vez, o “Alive”, el gran éxito de MTV del año 2001, que alude a la nueva vida que se ofrece desde el cielo.
No era difícil identificar a los cristianos entre el público, que parecían disfrutar con las manos alzadas de sus momentos particulares de adoración.
Esperanza ante la oscuridad
La crítica siempre ha asociado a P.O.D con mensajes positivos y esperanzadores en medio de un contexto metal-rock de inicio de siglo tintado por discursos mucho más oscuros. Siempre a la zaga de otras bandas míticas como Korn o Linkin Park, P.O.D. destaca aún hoy por su compromiso social con jóvenes vulnerables. Esta visión de la banda impulsó el movimiento The Whosoevers, que Sonny Sandoval abanderó junto a otros rockers cristianos como Brian ‘Head’ Welch de Korn o Lacey Sturm de Flyleaf.
¿Mueren alguna vez los viejos rockeros? Lo visto en Burgos apuntaría a que el dicho no falla. La banda afincada en San Diego se toma ahora un descanso veraniego para volver a casa, pero en octubre y noviembre vuelven a la carretera en EEUU.
Un apunte final que marca diferencias. A los integrantes de Payable On Death, a menudo les acompañan en sus tours varios familiares. En Burgos, en un lateral, entre telón y telón, se podía ver a Shannon, la esposa de Sonny desde hace 30 años: seguía el show con una sonrisa. En primavera de este mismo año, su hijo adolescente de 18 años, Justice, se puso a la batería en varias canciones del concierto en Varsovia, Polonia.
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