Demasiado equipaje
La insatisfacción parece ser la enfermedad del siglo XXI.
16 DE JUNIO DE 2025 · 11:45

“Porque sigue vigente,
jugueteando en mi alma,
la presencia inocente
de mis años de infancia.
Revolviéndolo todo,
mis amores, mis ansias
y ordenando a su modo,
mi ambición, mi esperanza.
(…)
Encontré de mi vida,
la mitad que faltaba
y es mi viaje de ida,
mi redil, mi morada,
mi mejor travesura,
mi sermón, mi coartada,
mi avidez de aventura,
mi más fiel camarada.
(…)
Cuando llegue mi hora,
la final, la suprema,
cantaré como ahora,
porque vale la pena,
sin ningún maquillaje,
con mi resto de calma,
mi canción, mi equipaje,
mis vivencias del alma.” (“Equipaje”, Alberto Cortez)
Puedo escuchar una y otra vez esta canción, porque siempre me recuerda lo que significa una vida llena de ilusión y esperanza. Todo lo contrario a lo que muchos viven en el día de hoy, porque la insatisfacción parece ser la enfermedad del siglo XXI. ¡Todos hemos conseguido que sea así! Los niños ya no juegan para divertirse, simplemente les obligamos a estudiar miles de cosas para tener una puntuación alta y sobrepasar a los demás. Les introducimos en la competitividad, incluso en muchas ocasiones dándoles medicinas y excitantes, para que puedan tener mejores resultados y sean los primeros de su clase ¡Sólo para conseguir que vivan como nosotros! completamente insatisfechos, necesitando siempre algo más. Todo se mide por números, métodos y éxito, ¡Olvidamos que esa es la especialidad de nuestro enemigo!
Mientras tanto Dios nos ama tal como somos y nos llena de paz aún cuando nuestro equipaje sea muy pequeño. Nos enseña a jugar con nuestros hijos disfrutando de todo lo que Él nos regala, y entonces, ¡Comenzamos a cantar! “Mi alma alaba la grandeza del Señor, mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas ¡Santo es su nombre!” (Lucas 1:46,47,49).
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