¿Somos ateos?

Cuando no aprendemos a confiar y a descansar en Dios, vivimos exactamente igual que aquellos que dicen que no existe.

09 DE JUNIO DE 2025 · 09:30

Foto de <a target="_blank" href="https://unsplash.com/es/@siora18?utm_content=creditCopyText&utm_medium=referral&utm_source=unsplash">Siora Photography</a> en Unsplash,
Foto de Siora Photography en Unsplash

«El Padre celestial las alimenta». (Mateo 6:26)

Cuando el Señor Jesús dice en el llamado Sermón del Monte que no debemos preocuparnos, enseña que si lo hacemos es como si dejáramos de confiar en nuestro Padre celestial. Nos compara con los incrédulos que se afanan por todo. A veces nos resulta difícil comprender eso porque, a pesar de las promesas y el cuidado de Dios, seguimos preocupándonos.

En cierta ocasión, el reformador Martín Lutero estaba tan agobiado por todo lo que estaba sucediendo y las presiones que recibía, que su mujer, Catalina, apareció en la casa vestida de luto. 

Él le preguntó: «¿quién se ha muerto?». Ella, muy seria, le contestó: «Dios se ha muerto». Mujer, ¿cómo dices eso? ¡Es imposible! ¡Es una barbaridad!» le respondió Lutero inmediatamente. Y ella sencillamente le dijo con una sonrisa: «Pues tú vives como si Dios se hubiera muerto». 

Eso es lo que muchas veces nos sucede cuando no aprendemos a confiar y a descansar en Dios, vivimos exactamente igual que aquellos que dicen que no existe. De una vez por todas, tenemos que aprender a confiar siempre en nuestro padre celestial. 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Con otro ritmo - ¿Somos ateos?