Los Beatles, una ilusión rota
Durante los últimos años en los que los Beatles estaban tocando juntos, Ringo no se sentía querido por los demás miembros del grupo, así que fue a hablar con John y le dijo “Voy a dejar el grupo, a vosotros tres se os ve muy unidos, y yo creo que sobro” John le respondió: “Yo creí que erais vosotros tres”. Fue a la casa de Paul para decirle lo mismo, y éste le respondió “yo creí que erais vosotros tres”.
17 DE MAYO DE 2007 · 22:00

Esa situación al final se resolvió y Ringo siguió con ellos, pero el grupo estaba comenzando a dividirse ya. Estaban juntos los cuatro, pero ya no se comprendían. Lo tenían todo, eran el grupo más importante del momento (¡y de toda la historia!) pero la ilusión de estar juntos se había terminado.
Creo que, sin ninguna duda, a cualquiera que le gusta la música le hubiera encantado formar parte de aquel grupo. Para algunos incluso sería la ilusión de su vida: Disfrutar de la fama, el dinero, los números uno, los conciertos, los viajes, los “amigos”… Parece algo no sólo ilusionante sino incluso la culminación de casi todos los sueños. Pero no todo es como parece.
Déjame recordarte (¡y recordarme a mí mismo!) algo muy importante: No es posible fundamentar sólo en la ilusión toda nuestra vida.
Hay gente que le gusta ir de un negocio a otro, de un amor a otro, de un lugar a otro, de un sueño a otro, y así casi todo lo que te puedas imaginar, con tal de no perder su “ilusión”. Cada vez que los encuentras están “ilusionados” por algo nuevo que están haciendo. Parece como si la novedad y la aventura fuesen la base de la felicidad en su vida.
Puede funcionar por algún tiempo, pero tarde o temprano, la vida se derrumba de la misma manera que cuando vives sin ninguna ilusión.
Escapar de un lugar hoy porque las cosas no van bien; cambiar nuestras relaciones, familias y amistades porque se ha perdido la ilusión; establecer nuevos negocios y seguir así toda la vida, no es más que alimentar la frustración cada día, y hacer que sea mayor en cada momento. A muchos no les importa y su problema es que cada día acaban atracando su vida en un puerto distinto. ¡Y a veces ni siquiera pueden llegar a él, porque se quedan en medio de la más grande tempestad!
La base de nuestra vida tiene que ser "una esperanza que mantiene firme y segura nuestra alma, lo mismo que el ancla mantiene firme el barco"*. Es bonito tener ilusiones y proyectos, pero ninguna ilusión mantiene segura y firme nuestra alma.
No olvides que Jesucristo es el único que puede darte una esperanza firme, porque El es leal, fiel, inquebrantable, amigo siempre, justo e insobornable. Las ilusiones nunca se terminan porque El es la fuente de la imaginación y la vida. Con Él en nuestro barco, las tempestades pueden hacernos tambalear, pero jamás nos destruyen.
* Hebreos 6:19
* Hebreos 6:19
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