El genetista y médico Francis Collins, Director de los Institutos Nacionales de Salud de EEUU, (NIH) y director del Proyecto Genoma Humano, ha sido designado ganador del Premio Templeton 2020.

Nombrado por el ex presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en 2008 y requerido asimismo por el presidente Donald Trump, Collins es el director con mayor antigüedad de los Institutos Nacionales de Salud. La semana pasada se le solicitó unirse a la fuerza especial de análisis sobre el coronavirus de la Casa Blanca.

“En su papel de científico, funcionario del gobierno e intelectual público, Francis Collins ha utilizado su plataforma para involucrar a grupos de diversas perspectivas y ha alentado una mayor curiosidad, mentalidad abierta y humildad entre científicos y creyentes religiosos con el objetivo de iluminar un camino hacia, como ha escrito, 'una integración sobria e intelectualmente honesta' de las perspectivas científica y espiritual”, expresó Heather Templeton Dill, presidenta de la Fundación John Templeton.

“Collins ha demostrado cómo la fe puede motivar e inspirar una investigación científica rigurosa”

Según la fundación que otorga el premio anual, “en su liderazgo científico, oratoria y escritura popular, incluido su libro más vendido de 2006, ‘El lenguaje de Dios’, Collins ha demostrado cómo la fe religiosa puede motivar e inspirar una investigación científica rigurosa”.

“Se esfuerza por alentar a las comunidades religiosas a adoptar los últimos descubrimientos de la genética y las ciencias biomédicas como ideas para enriquecer y ampliar su fe”, subrayaron.

En respuesta al anuncio del Premio Templeton, Collins dijo en Twitter que “la comprensión de que los principios de la fe y la ciencia son complementarios me ha sido de gran consuelo en la búsqueda de la verdad. Me siento honrado de recibir el Premio Templeton 2020 y me siento honrado de estar entre personas como la Madre Teresa, el Dalai Lama y Desmond Tutu”.

Collins: “He encontrado una bella armonía entre la cosmovisión científica y la espiritual”

“Como cristiano por 43 años, he encontrado una bella armonía entre las cosmovisiones científica y espiritual, y nunca he encontrado una diferencia irreconciliable”, señaló en una declaración preparada para el anuncio del galardón.

El genetista explicó que “mientras escribo esto, casi todos mis momentos de vigilia se consumen por el esfuerzo de encontrar tratamientos y una vacuna para la COVID-19. La elegante complejidad de la biología humana crea constantemente en mí una sensación de asombro”.

"Sin embargo, me aflijo por el sufrimiento y la muerte que veo por todas partes, y a veces confieso que me asaltan las dudas sobre cómo un Dios amoroso permitiría tales tragedias”, agregó.

“Pero luego recuerdo que el Dios que murió en la cruz está íntimamente familiarizado con el sufrimiento. Aprendo y reaprendí que Dios nunca prometió liberarnos del sufrimiento, sino más bien ser ‘nuestro refugio y fortaleza, una ayuda presente ante las dificultades’ (Salmo 46)”.

“Jesús es quien revela la verdad más profunda”

Collins recordó cómo “tratar de descartar la perspectiva de fe, el ateísmo, la negación de la posibilidad de cualquier cosa que la ciencia no pudiera medir, surgió como la visión del mundo más irracional y empobrecida. Y para mi asombro, la persona de Jesús surgió como el más profundo pensador que jamás haya encontrado”.

“¿Pero podría ser tanto un científico como un creyente? ¿No explotaría mi cabeza? Pues no. No lo hizo entonces. Y no lo ha hecho desde entonces”, dijo.

“En Mateo 22: 36-37, los discípulos le piden a Jesús que nombre el mayor mandamiento de la Ley. Él respondió: Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y toda tu alma y toda tu mente. ¡Se suponía que nuestras mentes estaban involucradas en esto! Eso significa que la ciencia no es solo un ejercicio intelectual estimulante, no solo una sorprendente historia de detectives, sino que también puede ser una forma de adoración”, concluyó Collins.

Francis Collins recibirá formalmente el Premio Templeton en una ceremonia virtual a finales de este año.

Sobre el Premio Templeton

El Premio Templeton "honra a una persona que ha hecho una contribución excepcional para afirmar la dimensión espiritual de la vida, ya sea a través de la visión, el descubrimiento o los trabajos prácticos".

El premio, valorado en 1,3 millones de euros, es uno de los premios individuales anuales más grandes del mundo y más grande que el Premio Nobel.

Collins se une a un grupo de 49 ganadores del Premio, incluida la Madre Teresa, que recibió el premio inaugural en 1973. El laureado en 2019 fue el físico brasileño Marcelo Gleiser, en 2017 el filósofo estadounidense Alvin Plantinga, mientras que en 2015 el premio fue para el filósofo y teólogo canadiense Jean Vanier, fundador de L'Arche.