Marcelo Gleiser, Premio Templeton: “La ciencia no mata a Dios”
El físico brasileño galardonado defiende un enfoque complementario del conocimiento, especialmente en cuestiones en las que la ciencia no puede ofrecer una respuesta final.
LONDRES · 27 DE MARZO DE 2019 · 17:23
Marcelo Gleiser, físico teórico, cosmólogo, y uno de los más elocuentes defensores de que la ciencia, la filosofía y la espiritualidad son expresiones complementarias de la necesidad humana de abrazar el misterio y lo desconocido, fue anunciado como el Ganador del Premio Templeton 2019.
Gleiser, profesor de física y astronomía en el Dartmouth College en Hanover (New Hampshire), ha ganado el reconocimiento internacional por sus libros, ensayos, blogs, documentales de televisión, y conferencias en los que presenta a la ciencia como una búsqueda espiritual para comprender los orígenes del universo y de la vida en la Tierra.
Nacido en Brasil, donde sus libros son best-seller y sus series de televisión atraen audiencias por millones, Gleiser se convierte en el primer latinoamericano en ser galardonado con el Premio Templeton.
Durante 35 años su investigación ha examinado una vasta diversidad de temas, desde el comportamiento de los campos cuánticos y las partículas elementales, hasta la cosmología del universo temprano, la dinámica de la transición de fases, astrobiología, y nuevas medidas fundamentales de entropía y complejidad basadas en la teoría de la información, con más de 100 artículos publicados a la fecha.
Gleiser es una voz prominente entre los científicos, pasados y presentes, que rechazan la noción de que la ciencia sola puede llevar a las últimas verdades sobre la naturaleza de la realidad. En cambio, en su carrera paralela como intelectual público, Gleiser revela los vínculos históricos, filosóficos y culturales entre la ciencia, las humanidades y la espiritualidad, y defiende un enfoque complementario del conocimiento, especialmente en cuestiones en las que la ciencia no puede ofrecer una respuesta final.
Gleiser suele describir a la ciencia como una forma de “vincularse con lo misterioso”, inseparable de la relación que la humanidad tiene con el mundo natural. Sus escritos proponen que la ciencia moderna ha devuelto la humanidad al centro metafórico de la creación al revelar la improbable singularidad de nuestro planeta, y la excepcional rareza de los seres humanos como seres inteligentes capaces de comprender la importancia de estar vivos. Esta inversión del Copernicanismo, sostiene Gleiser, provoca la necesidad de una nueva moralidad cósmica donde la sacralidad de la vida se extiende al planeta y a todos los seres vivientes.
“El camino de la comprensión científica y de la exploración científica no es solamente acerca de la parte material del mundo, sino que también es una parte espiritual del mundo”, afirmó el Profesor Gleiser. “Mi misión es devolverle a la ciencia, y a quienes están interesados en la ciencia, este vínculo con lo misterioso, para que entiendan que la ciencia es simplemente otra manera de vincularse con el misterio de quiénes somos”.
RECHAZO AL ATEÍSMO
Aunque se describe como agnóstico, Gleiser es un no-ateo declarado. “Veo al ateísmo como inconsistente con el método científico como tal, esencialmente, creer en el no-creer”, dijo en una entrevista en 2018 en Scientific American. “Uno puede no creer en Dios, pero afirmar su inexistencia con certeza no es científicamente consistente”.
El Premio Templeton, con una concesión de 1,1 millones de libras esterlinas, es uno de los mayores premios individuales y honra a una persona que ha hecho una contribución excepcional para afirmar la dimensión espiritual de la vida, ya sea a través de intuiciones, descubrimientos, o hechos prácticos.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Ciencia - Marcelo Gleiser, Premio Templeton: “La ciencia no mata a Dios”