Más de tres meses después de que la devastadora DANA arrasara con todo en 75 municipios de la provincia de Valencia, aún quedan muchas vidas, viviendas y negocios que reconstruir; y los cristianos de Valencia, y toda España continúan en primera línea, ayudando a los afectados, y llevando el mensaje de Jesús a todo el que lo necesita.

Una iglesia convertida en centro logístico

Un ejemplo de esto es la iglesia Comunidad Cristiana Valentia en Alboraya, Valencia, que desde el principio de la tragedia decidió convertir su local de 600 metros en un centro logístico “inmenso, lleno de provisiones que ha podido brindar todo tipo de ayudas”, explica, Javier Dipietro, empresario y miembro de Valentia.

“Allí se ha organizado la distribución de alimentos, productos de higiene y agua a los afectados. Además, hemos habilitado el local para acoger a los voluntarios y hemos coordinado equipos para limpiar viviendas y ofrecer apoyo emocional”, añade José Riveiro , también empresario y miembro de Valentia.

Javier, junto con otros miembros de Valentia, ha colaborado, entre otras cosas, “comprando bombas de achique para extraer el agua de los garages, llevando ayuda a hermanos y vecinos de 3 municipios en grave estado, así como ayudando a dos equipos de bomberos que venían de distintas zonas del país y no conocían el lugar”.

Solideo Valentia: “Impulsados por la fe y el deseo de servir“

José Riveiro, que sufrió personalmente los efectos de la DANA, ha creado la asociación SOLIDEO Valentia, que busca “reflejar el amor y la compasión de Jesús a través de acciones concretas que impacten la vida de las familias más vulnerables”.

El equipo de voluntarios de SOLIDEO, “impulsado por la fe y el deseo de servir, trabaja incansablemente para asegurar que cada familia reciba el sustento necesario para enfrentar sus desafíos diarios”.

SOLIDEO, “junto con la iglesia ha facilitado la distribución de donaciones, para garantizar que los recursos lleguen de manera eficiente, y ha apoyado en la organización de eventos solidarios para recaudar fondos destinados a los damnificados”, cuenta Riveiro.

Comunidad Valentia también “ha ido coordinando junto con Solideo y la empresa Digi, la búsqueda de provisión de equipamientos y bombas para todos los vecinos que lo solicitaran”, dice Dipietro.

Todo esto “afectó al desarrollo habitual de la reunión dominical y las actividades semanales”, por lo que “se habilitó un espacio provisional, permitiendo que el local principal permaneciera disponible para la labor social”, añade Riveiro.

Esperanza en medio de la dificultad

Tras tres meses de intenso trabajo, para José, “lo más difícil ha sido la impotencia de no poder llegar a todas las personas que lo necesitaban, y el impacto de presenciar tanta desolación, especialmente en el caso de los ancianos con movilidad reducida, que tenían grandes dificultades para acceder a recursos básicos”.

Por otro lado, Javier lamenta “la falta de dinero y de ayuda de los ayuntamientos, y la falta de coordinación de algunos miembros de policía local, que no permitían entrar con coches en la zona para llevar ayuda a la gente que estaba en estado extremo de estrés”.

A pesar de las dificultades, “esta experiencia se ha visto compensada por las muestras de gratitud y, sobre todo, por la oportunidad de acudir en el nombre de Dios, brindando apoyo y llevando un mensaje de ánimo y esperanza”, subraya José.

Para Javier, “lo mejor es la solidaridad de los bomberos que han venido por voluntad propia sin recursos económicos, y ver cómo los vecinos de todo Valencia han llevado a pie ayuda sin límites”.

Abriendo puertas

La labor social de los creyentes de Valentia y de muchas otras iglesia, ha generado un impacto significativo entre los no creyentes.

“Muchos han expresado sorpresa y gratitud al ver la dedicación y el amor con el que hemos servido, sin hacer distinciones ni esperar nada a cambio”, destaca José.

Dicha labor “ha abierto puertas para el diálogo y ha permitido que personas que antes no se acercaban a la iglesia ahora vean en ella un lugar de apoyo y esperanza. Además, hemos podido compartir valores como la solidaridad, la compasión y la fe, mostrando con hechos el mensaje del Evangelio”.

Javier cree que “ahora tenemos que continuar asistiéndoles, para que reciban más del amor de la Iglesia y del Señor”.

Queda mucho por hacer

A pesar de todo lo conseguido, “la situación sigue siendo complicada: las necesidades más prioritarias incluyen la reparación y reconstrucción de viviendas, la provisión de servicios psicológicos, especialmente niños y ancianos, la restauración de infraestructuras aún dañadas y la distribución de recursos básicos”, dice José.

“Hay un silencio desolador, la gente necesita más que nunca que seamos como Jesús en las calles. Cuando hablamos del Señor están abiertos, lloran recordando el mal momento vivido y son muy sensibles a nuestra presencia. Creo que podemos dar un paso más”, afirma Javier.

José anima a los cristianos a “en primer lugar, unirse en oración por las víctimas, los afectados y los equipos de rescate. También pueden contribuir económicamente a asociaciones como SOLIDEO, que ha abierto campañas de donativos para apoyar a los damnificados. Otra forma es participando en actividades de limpieza, distribución de ayuda y apoyo emocional en las zonas afectadas”.

Si quieres colaborar con SOLIDEO Valentia, tienes toda la información aquí

Además, la entidad evangélica Diaconía Comunidad Valenciana ha puesto esta información a disposición:

•  ⁠Si eres damnificado clica aquí y te haremos llegar la ayuda.

• Si lo que quieres es ayudar entra aquí  Es necesario seguir las instrucciones de acceso y normas y obligatorio disponer de un certificado de acceso a las zonas (Diaconía tramita este certificado).

Si eres empresario, directivo o profesional y quieres formar parte de LEC, puedes informarte aquí.

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