Esclavos de costumbres, tradiciones y hábitos
Los siempre ocupados en comprar todo lo nuevo en oferta, dicen ‘no tengo tiempo’ cuando se les invita a reflexionar; y se asombran de los ‘desubicados’ que no hacen como ellos.
09 DE JULIO DE 2022 · 19:00
Para continuar este tema iniciado en el artículo anterior[1] recordaré los estudios científicos que describen al humano como el único ser viviente dotado con la capacidad racional para obrar generando hábitos, costumbres y tradiciones. Esa presunta ‘libertad de acción’ redunda en una gran variedad de buenas y malas consecuencias que son vividas como ‘afortunadas’ o ‘desgraciadas’ por quienes las disfrutan o padecen, respectivamente.
Los siempre ocupados en comprar todo lo nuevo en oferta, dicen ‘no tengo tiempo’ cuando se les invita a reflexionar; y se asombran de los ‘desubicados’ que no hacen como ellos.
Gracias a la Revelación divina en Jesucristo existe la vida de fe. Ella es la única vía para comprender, sin prejuicios, la naturaleza y conducta humanas. A los obedientes, el Espíritu Santo guía para vivir con valentía y les libra de caer ante las tentaciones. Es necesario estudiar en la Biblia el acuciante problema que representa en las congregaciones locales la histórica invasión de costumbres, tradiciones y hábitos seculares que corrompen el Evangelio de Dios.
Invito a los lectores a reflexionar sobre este tema comenzando desde el Génesis y en el contexto de todo el consejo de Dios, como enseñaba el apóstol Pablo en Mileto (Hechos 20:27). Es importante recordar que no estamos leyendo las Sagradas Escrituras en el texto original sino en la RV2015[2], en español.
Ante cualquier duda siempre es bueno acudir al contexto. Si aún nos quedaran dudas ahora tenemos acceso por internet al texto en hebreo[3]. No obstante, recordemos el alto riesgo que implica omitir o agregar algo a la Escritura (Apocalipsis 22:18).
Para comenzar, entonces, propongo averiguar acerca de cómo empezó y sigue avanzando esta forma de esclavitud moderna. Propongo hacerlo a partir de tres enfoques:
I. Dios el creador
“Entonces dijo Dios: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 1:26).
¿Qué significa el haber sido creados “conforme a la semejanza divina”? El texto no lo especifica taxativamente. Sin embargo, a medida que avancemos iremos acercándonos a la respuesta que requiere esta importante pregunta.
¿Qué imagen de Dios es la que portamos como seres humanos? En este punto el texto nos brinda algunas claves importantes.
a) La primera es que Dios habla de sí mismo diciendo: “hagamos”, “nuestra”. ¿Por qué describe Dios su acción en modo plural? Busquemos la respuesta correcta.
Cuando leemos: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra” (Génesis 1:1), se entiende que Dios es un nombre en singular. Es el que se repite 23 veces hasta el versículo 26. Inclusive, 1 vez lo hace como ‘Espíritu de Dios’, también en singular (versículo 2). Sin embargo, el idioma hebreo lo llama Elohim; que es un nombre en plural. No hay una respuesta a esta cuestión en la versión hispana. Resolver este problema lingüístico es fundamental a los efectos de nuestra investigación por lo cual lo miraremos en el original en hebreo, tal como sugeríamos.[4]
El singular de Elohim es Eloah. Son muchos más los pasajes donde se cita el plural Elohim en el original y se lo traduce en la RV2015 en singular, v.g.:
- Génesis 5:1. En las generaciones desde Adán (Ahdahm).
- Génesis 9: 6. Advirtiendo lo que ocurriría con todo el que derrame sangre, como hizo Caín.
- Génesis 14: 22. Al declarar Abram haber hecho votos a Jehová Dios Altísimo.
b) La segunda clave en este mismo sentido está en: “Y el SEÑOR Dios dijo: - He aquí que el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal” (Génesis 3:22).
Aquí surge un nuevo problema. En español, se tradujo SEÑOR Dios al plural Elohim. Se le dio un nombre en singular pero compuesto; por lo tanto, lejos de ayudarnos, esto añade un poco más de confusión. Lo correcto es asociar Elohim con “nosotros”.
De todos modos, centrémonos en la afirmación que nos revela la semejanza entre el Creador y su criatura ligada al hecho de conocer el bien y el mal. Esto implica que, originalmente, la criatura no tenía esa facultad; y, en consecuencia, que Dios ya conocía el bien y el mal antes que el hombre. Volveremos más adelante sobre el momento en que ocurre este cambio crucial en la vida del ser humano.
Solo compartiré que estoy en condiciones de referir anécdotas como ejemplos personales de que hacer el bien que deseo no puedo; y hago un mal que no deseo (Romanos 7:19-25). En ocasiones, me cuesta mucho más de lo pensado hacer el bien; y no faltó la vez que, tras hacerlo, me sobrevinieron impensadas consecuencias negativas y dolorosas.
Si no estuviésemos aferrados a nuestro Dios, caeríamos en el lugar común de los que, frente a esta realidad, tienen la costumbre de decir “¿Por qué Dios permite esto?”
c) La tercera clave la vemos en el relato de la decisión tomada en tiempos de Nemrod para construir la torre de Babel. "Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer. Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua” (Génesis 11:7).[5]
Quien habla es Jehová, y otra vez emplea el plural: descendamos, y confundamos Sin las claves anteriores podría interpretarse que Él está dando una orden a un grupo; como hace un capitán ordenando a sus soldados iniciar una maniobra en la batalla. Pero, esta interpretación introduciría más incertidumbre en nuestro análisis; por lo cual debe ser descartada.
Hasta aquí, en este enfoque titulado ‘Dios el Creador’ vimos que, desde el mismo inicio, Dios habla como un Ser no creado, único y con presencia plural transmitida a su criatura hecha a su imagen conforme a su semejanza; y que llegó a ser como Él conociendo el bien y el mal.
Otro estudio bíblico recomendable es encontrar en la Biblia esta pluralidad de acción. Así, entre otras cosas, sabríamos si la doctrina de la Santísima Trinidad enseñada por el Magisterio de la ICAR es bíblica. Quizá lo podamos hacer en un futuro no lejano.
Para cerrar este primer paso, digamos que la ciencia humana sigue investigando el principio de todo lo visible e invisible. Numerosas teorías de reconocidos científicos agnósticos o ateos giran alrededor de hipótesis que son causales de la vida en todas sus expresiones. En la acera opuesta, están los que comprueban las maravillosas evidencias de un Dios que creó y sostiene la vida a partir de Sí mismo. Como estos últimos, veamos en la Biblia, a algunos que lo citan como a Dios, el Creador. Entre ellos hay hombres de fortuna, líderes, reyes, sabios y profetas.
I.1. En el Antiguo Pacto
Noé. Génesis 6; 9:1 - 17.
Abram. Génesis 14:22.
Moisés. Éxodo 15:11; 20:11; 31:17; Deuteronomio 4:32; 32:15 – 18. Esdras. 1Crónicas 16:26; 2Crónicas 2:12; Esdras 1:1.
Nehemías. Nehemías 9:6.
Job. Job 4:17; 9: 5 - 11; 31:15; 33:4; 38:4 - 41; 39; 40:15 -19.
David. Salmos 33:6 - 9; 14,15; 86:10; 95:5,6; 96:5; 100:3; 104:19; 111:4; 115:15; 118:24; 121:2; 124:8; 134:3; 136:7; 146:6; 149:2.
Elihú. Job 32:22b; 33:4, 6b; 35:10,11; 36:3; 37:1- 22;
Asaf. Salmos 78: 4.
Salomón. Proverbios 8:22 - 31; 14:31; 17:5; 22:2; Eclesiastés 3:11; 7:14,29; 12:1. Isaías. Isaías 17:7; 27:11; 29:16; 37:16; 40:28; 43:1,15; 44:2; 45:7-18; 51:13; 54:5; 66:2. Jeremías. Jeremías 10:12,13,16; 33:2; 51:15,19.
Oseas. Oseas 8:14.
Amós. Amós 5:8.
Jonás. Jonás 1:9.
I.2. En el Nuevo Pacto
Jesús. Mateo 19:4; Marcos 10:6; 13:19.
Juan. Juan 1:1; Apocalipsis 4:11; 10:6; 14:7.
Esteban. Hechos 7:48 - 50.
Pablo. Hechos 14:14,15 (con Bernabé); 17:24 - 28; Romanos 1:20, 25. 2Corintios 5:5; Efesios 3:9; Colosenses 3:10; 1 Timoteo 4:3; Hebreos 1:2. Pedro. 1 Pedro 4:19.
Con todas las manifestaciones recopiladas en esta amplia e incompleta selección, podemos comenzar a armar el cuadro en el que Dios, el Creador, decidió relacionarse con su criatura humana. A quienes tengan interés, invito a investigar si es que Dios lo hizo adoptando un modo antropomórfico; y si los humanos tendemos a deificarnos a nosotros mismos. Será hasta el próximo artículo, si el Señor lo permite.
Notas
[1] Ver aquí
[2] Se puede entrar a esta y muchas otras versiones BibleGateway.
[3] Recomiendo el PDF gratuito que un notable grupo de eruditos amantes de las Sagradas Escrituras produjo y compartió. Ver aquí.
[4] En el Antiguo Pacto, los hebreos llamaban a Dios El, Elohim y Eloah, y usaban el nombre propioYahveh (Jehová), reiterados así: El: 226 veces; Elohim: 2.500 veces; Eloah:41 veces y Yahveh: más de 6.000 veces.YHWH, es un Tetragrámaton o palabra de 4 letras, sin vocales, creado por el gran temor de los hebreos respecto del misterio alrededor del Todopoderoso. El significado de este nombre lo da el mismo Dios a Moisés en Éxodo 3:14:“Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros”. Los hebreos llegaron a extremos tales como asignarle distintos nombres o creer que no debían pronunciarlo en voz alta. Finalmente, se referían a Él como "mi Señor".
[5] Nemrod es descrito como el primer hombre poderoso de la tierra (Génesis 10:9,10). Se le atribuye haber ideado la construcción de esa torre, luego de inventarse los ladrillos y los morteros de unión. El motivo que los empujaba era nada menos que llegar hasta Dios. Hoy se edifica el Jeddah Tower, en Jeddah, Arabia Saudita con 1000 m de altura. Los milenios pasan, pero las costumbres humanas no cambian, se repiten.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Agentes de cambio - Esclavos de costumbres, tradiciones y hábitos