Una unidad basada en la verdad del evangelio: reflexiones personales sobre GAFCON IV

Tras crecer en dos Iglesias Anglicanas diferentes en Sydney, Australia, y después de servir en otras tres, incluyendo 10 años en Valencia (España) con la Iglesia Española Redormada Episcopal (IERE), he seguido el movimiento GAFCON con interés desde la primera conferencia celebrada en Jerusalén en 2008.

El traslado de nuestra familia de Sydney a España para servir como misioneros en la Sociedad Misionera de la Iglesia de Australia nos expuso rápidamente a la diversidad dentro de la Comunión Anglicana mundial. Además de servir en la mencionada iglesia en España, tuve el privilegio de visitar varias iglesias anglicanas en Inglaterra y América Latina.

Gran parte de la diversidad dentro de la comunión anglicana se pudo celebrar al reflejar maravillosamente lo que se había anticipado en el artículo 34 de los 39 artículos.

“No es necesario que las Tradiciones y las Ceremonias sean en todos los lugares una, o completamente parecidas; porque en todos los tiempos han sido diversos, y pueden cambiar según la diversidad de países, tiempos y maneras de los hombres…"

Sin embargo, la oración final anterior termina diciendo: “para que nada sea ordenado contra la Palabra de Dios”.

Lo que quedó claro en GAFCON IV en Kigali fue que los líderes de la Comunión Anglicana, y más recientemente en la Iglesia de Inglaterra, se habían apartado de la enseñanza clara y autorizada de las Escrituras. Esto no era algo para celebrar, sino algo de lo que arrepentirse. El arrepentimiento es una característica esperada de todos los seguidores de Jesucristo y de Su iglesia. Esta realidad fue evidente a lo largo de la conferencia, con todos los delegados siendo guiados en un tiempo de arrepentimiento y reflexión después de cada una de las sesiones de enseñanza bíblica de la mañana a través del libro de Colosenses.

Hubo un sentimiento genuino de dolor por la desviación de la palabra de Dios por parte de los líderes dentro de la comunión y no se celebró el llamado al arrepentimiento, como si se hiciera desde una posición de triunfo. Se demostró un modelo de humilde arrepentimiento, junto con una firme confianza en la suficiencia, claridad y autoridad de las Escrituras.

El firme compromiso con la autoridad de las Escrituras y el llamado al arrepentimiento para aquellos que habían rechazado esta doctrina clave de la Reforma protestante y fundamento histórico de la Iglesia Anglicana no solo se declaró desde la plataforma de GAFCON IV. Los 1.302 delegados que asistieron de 52 países, incluidos 315 obispos, 456 clérigos y 531 laicos contribuyeron al Compromiso de Kigali que se preparó a través de un proceso de colaboración que incluyó comentarios de todos los delegados. La declaración completa se puede leer aquí.

Como delegado en la conferencia, lo que fue particularmente alentador fueron las muchas conversaciones informales durante las pausas para el té de la mañana o la tarde o durante el almuerzo o la cena. Estas conversaciones, por supuesto, no fueron capturadas en la transmisión en vivo ni en ningún documento formal que registre los eventos de la conferencia, ¡ni deberían serlo! Sin embargo, lo que me confirmaron al menos fue la gran bendición de la unidad genuina con hermanos y hermanas en Cristo de todo el mundo que se basa en la verdad del evangelio. Con un estimado del 85% de la comunión anglicana mundial representada en la conferencia, hubo un tremendo gozo en nuestra unidad y compromiso con la verdad del evangelio como se revela en las Escrituras.

Lo que sale en las noticias, o incluso lo que los líderes anglicanos en algunos lugares pueden estar respaldando, no es representativo de la mayoría de los anglicanos del mundo, ¡alabado sea Dios! El Señor está obrando en la Iglesia Anglicana en todo el mundo y qué gozo fue ver un atisbo de esta realidad en GAFCON IV en Kigali.

Otra lección por la que estoy agradecido con Dios proviene de la mayoría de los presentes en GAFCON que viven y sirven en lugares donde vivir para Cristo es costoso y para muchos, peligroso. Para los que asistimos de países occidentales, fue una lección de humildad escuchar sus testimonios y aprender de sus experiencias y ejemplo de perseverancia fiel y confianza en Dios a pesar de la fuerte oposición.

Un gran estímulo final de GAFCON fue la enseñanza constante durante toda la semana de la urgencia de la tarea de la misión global. Hubo recordatorios regulares de la importancia de no perder el enfoque en la importante obra de dar a conocer a Cristo entre las naciones.

Por supuesto, es esencial tener claridad sobre la verdad del evangelio para poder proclamarlo fielmente en todo el mundo, pero mientras luchamos por la verdad del evangelio, la fe una vez entregada, no debemos distraernos de la misión de llamar a los perdidos al arrepentimiento y a la fe por medio del Señor Jesucristo.

Alabado sea Dios a quien damos gracias, porque en su gran misericordia sigue obrando a través de muchos fieles hermanos y hermanas en Cristo a través de la Comunión Anglicana, para traer a muchas más personas a su reino eterno.

El reverendo John Lovell es Director Ejecutivo de la Church Missionary Society, NSW & ACT en Sydney, Australia.