Cuando la pasión nubla la razón

Diálogo con una experta en cultura y religión islámicas

Costa Rica · 12 DE MAYO DE 2016 · 03:25

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Pocos días atrás, sostuve una interesante conversación con “Rocío” (se ha omitido su verdadero nombre, pues prefiere mantenerse anónima). Ella es experta cristiana en cultura y religión islámica. Producto de este diálogo, decidí compartir parte de esta entrevista.

 

¿Qué tiene en común los recientes atentados en países Beirut, Francia y Pakistán, entre otros atentados?

La respuesta puede sonarnos algo chocante, pero no deja de tener lógica: personas apasionadas que están dispuestas a dar sus vidas por una causa…  Esta es la lectura que haría un extremista islamista enarbolando la bandera del islam.

¿Qué hay en el pensamiento de un extremista islámico que le haga creer que puede justificar algún tipo de  violencia?

No se trata de avalar ni mucho menos justificar los atentados terroristas, pero en la cosmovisión musulmana extremista, ellos, contrario a todo pronóstico, no se ven ni como terroristas ni como asesinos, sino como verdaderos mensajeros listos a cumplir la sagrada yihad sobre los infieles, aunque para ello utilicen la espada de forma literal, tal como reza el Corán y los hadices (los relatos y las tradiciones orales de Mohammad).

¿Cuál es tu opinión en términos generales de los musulmanes?

Son personas muy amables, cordiales y serviciales, con un alto espíritu de lucha y esfuerzo. Una gran mayoría ha sufrido en carne propia los embates de estas guerras de forma directa e indirecta. Tras eso tienen que enfrentar la marginación y la estigmatización con demasiada frecuencia.  Por ejemplo, en Europa y Estados Unidos ya no se puede ver una mochila o un maletín cerca de alguien con atuendo oriental porque se cae en la sospecha de amenaza de bomba. En América Latina todavía no hemos llegado a estos extremos.

¿Qué piensan los musulmanes de los extremistas?

Repudio. Aunque por otro lado, no siempre es fácil penetrar en el pensamiento de los musulmanes, y lo digo con mucha precaución y respeto, pues amo esta cultura. Pero dentro del precepto del islam se puede mentir (“al-taqiyya”), siempre y cuando sea para proteger u ocultar algo que ponga en riesgo la religión del islam. Así que una persona puede aparentar tener nobles deseos de paz, pero en el fondo no sabemos si es parte de una red terrorista. Conocí a una joven cristiana de América del Sur que se casó con un noble y gentil musulmán  y la convirtió al islam.  Al poco tiempo empezó a sufrir abuso. Después ella descubrió que este hombre tenía otra esposa en su país. Hoy esta joven está fuera de su nación y no puede regresar por temor a las represalias que se puedan tomar contra la familia de la joven.

Pero, ¿acaso podemos generalizar?

No, cierto. Pero al menos dentro del Evangelio la mentira no es aceptada, es un fruto de la carne  de una persona que aún está en el proceso de encontrar  la gracia del Señor.  

¿Es frecuente que las y los jóvenes cristianos se casen con musulmanes practicantes del islam?

Es más frecuente de lo que pensamos. Pero mayormente se da en el caso de cristianos nominales que no tienen mucho fundamento bíblico ni principios sólidos cristianos. En ocasiones la posición económica, los nobles modales de estos hombres, pueden ayudar a seducir a algunas mujeres. 

¿Es foco de atención para los extremistas América Latina?

He escuchado que algunos expertos creen que no, pues no hay mucho beneficio en ello. Otros dicen que los extremistas están más interesados en Estados Unidos y Europa, pero no olvidemos que los fundamentalistas se han propuesto dominar el mundo, esto es la yihad, y saben que América Latina puede proporcionarles ciertas condiciones que a su debido tiempo podrían aprovechar.

Entonces, ¿qué podemos hacer como Iglesia?

La iglesia tiene la respuesta desde hace siglos. Tenemos que asumir nuestra responsabilidad para evangelizar y mostrar el amor de Dios a todos y todas. Un creyente bien cimentado es un mensajero de paz y, en manos de Dios, es capaz de evangelizar a los islamizadores, en el poder del Espíritu Santo.

 

Opinión personal final

La imposición del más fuerte sobre el más débil es un acto de injusticia y, para tales efectos no requiere cubrirse de religión alguna. Solo basta dar rienda suelta a las pasiones para unir el temor, el odio, el rencor -entre otros sentimientos- a una causa o a una ideología que, a pesar de estar errada, se termina creyendo que se puede justificar la violencia en contra de los demás.

El  mal puede tener muchas ramas, pero una sola raíz: el corazón. Más allá de un órgano funcional, el corazón, según la Biblia, es el asiento de nuestras emociones que, mal direccionado, puede ser capaces de conducirnos a los abismos más profundos de nuestra naturaleza humana. Jesús nos advertía sobre esta capacidad inherente que albergamos para engendrar el mal, si lo permitimos (Marcos 7:21-23). La pasión es fútil e inútil cuando no logra encarnarse con Dios y no logra armonizar con otros seres humanos, quienes han sido formados a imagen y semejanza de su Creador.  

 

Alexander Cabezas Mora - Pastor y Teólogo - Costa Rica
 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ALEXANDER CABEZAS MORA - Cuando la pasión nubla la razón