El contentamiento de cada día (II)

Hoy publicamos las opiniones de otros seis matrimonios acerca de cuál ha sido la clave para mantener el contentamiento en su vida de pareja.

06 DE AGOSTO DE 2017 · 06:15

Jose y Dori.,
Jose y Dori.

Puedes leer la primera parte aquí

Hoy publicamos las opiniones de otros seis matrimonios acerca de cuál ha sido la clave para mantener el contentamiento en su vida de pareja.

Y las saco a la luz, no como para sentar las bases de lo que debe ser una vida a dos tipo Disneylandia, porque no existen, sino como experiencias, con sus luces y sus sombras, que nos pueden servir a aquellos que una vez decidimos unirnos en matrimonio, y podemos decir que bien lo hicimos, así como los que no lo hicieron, o no lo harán, bien lo hicieron también, pues lo importante es estar bien para con Dios en el estado en que se está.

Ya hace aproximadamente 10 años que tuvo lugar este reportaje, pero me doy cuenta que nada pasa de moda en algunos campos, y los que nos precedieron o se encuentran en la misma situación que los demás en un determinado momento, se convierten en esa 'nube de testigos' que nos animan y aplauden para que continuemos la carrera que tenemos por delante.

Vuelvo a recalcar, antes que me lo recuerden, que soy consciente que hay situaciones en las que resulta imposible continuar con la relación, como cuando se atenta contra la dignidad de las personas, se la acosa física o sicológicamente, o se pone en riesgo su vida, pues nadie puede decir que desconoce que la violencia de género es una lacra terrible que asola nuestro país; muchas son las mujeres que engrosan la larga lista de damnificadas y asesinadas.

Y aunque menos, algunos hombres también.

Después de leer las distintas opiniones, muy modestamente extraje algunos elementos que, según ellos, habían sido importantes en su relación:

Dios y su Palabra: Varios habían comentado que eran "la mejor guía y el mejor 'Manual de instrucciones' para superar dificultades del camino y hallar el contentamiento en toda situación". Pues "asociarnos con Dios es lo más sabio que podemos hacer a la hora de construir nuestro matrimonio".

"A pesar de que tuvimos dificultades y también algún tropiezo, el Señor en su paciencia fue limando asperezas... y aun cuando no todo es color de rosa, tenemos seguro que el que nos ayuda es nuestro Dios, y a Él damos las gracias".

El amor: Otro de los elementos clave que detecté. Sí, el amor humano pero muy bien acompañado del amor de Cristo, el amor Ágape, que es inagotable, sacrificado, que sirve, respeta, da, confía, perdona, no guarda rencor, es humilde, misericordioso, crea un entorno ideal para crecer, critica con tacto..., 'no busca lo suyo', 'nunca deja de ser', como se nos dice en 1Corintios 13.

'No es amor que proviene de las buenas vibraciones'. Es la base del matrimonio. No está reñido con el amor erótico. Es un amor desprendido que se da al otro y le satisface.

Así vamos cumpliendo con ese segundo mandamiento que dejó Cristo: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo"; y nuestro prójimo más cercano es nuestro cónyuge. Sin olvidarnos de nuestro entorno, claro.

El respeto: Que es honrar, aceptarse como son, con sus diferencias en cuanto a personalidad, gustos, dones y talentos... Dios combina esas diferencias y saca lo mejor.

La lucha: Contra los obstáculos internos del entorno y de nuestro interior, que nos hacen descuidar la relación, romper la unidad, no afrontar los problemas: cuando uno deja de ser la prioridad del otro, o nos olvidamos del Pacto inicial acordado. O nos dejamos llevar por el enojo, la amargura, la falta de perdón, etc.

La comunicación: Tanto verbal como emocional y física. Muchas parejas por diversos motivos, pasan más tiempo en silencio, o cuando hablan, lo hacen tan mal que al final dejan de comunicarse.

Si no hay comunicación verbal, seguro que tampoco habrá comunicación emocional y mucho menos física. La comunicación es vital para que la relación pueda crecer, caso contrario se estanca y se torna insoportable.

Dios quiere que nos transformemos en personas que dicen lo que sienten, molesta o hiere; compartamos planes y proyectos, sueños... caricias, nos demos placer. Cuando se detecta un problema, se debe tener tiempo para indagar acerca de lo que pasa.

Los problemas que quedan sin resolver van erosionando la relación, producen distanciamiento y rencor.

Dice una pareja: "Desde el principio de nuestra relación, siempre nos dijimos que si había algo que lastimara al otro, lo hablaríamos..., aunque a veces es un poco difícil. Mas con la ayuda del Señor...".

Otros elementos que consideré, los dejo para el próximo domingo.

 

Jose y Dori

Contentamiento. Veinticuatro años unidos. ¡Cuántos ratos buenos, cuántos momentos difíciles, cuántos proyectos, ilusiones, frustraciones y alegrías! Y llegados a este momento de reflexión, ¡Ebenezer! Si tuviéramos que resumir la clave del contentamiento, podríamos decir que el secreto es que el Señor nos ha ayudado. Él nos ayuda y nos señala nuestros errores,

Él nos mueve a pedir perdón... y a perdonar; Él derrama su amor en cada uno y nos hace canales de este amor para el otro; Él nos muestra que el amor nunca busca lo suyo. Nos sabemos privilegiados y bendecidos por el Señor.

 

Julián y Pili

-¿Qué cómo fue nuestro contentamiento? ¿Cómo? -Sí, vuestro matrimonio después de tanto tiempo. - Pues mira: después de 40 años que cumpliremos el 1 de junio de estar juntos como matrimonio, porque hubo 5 años de noviazgo, y de haber tenido 5 hijos y 9 nietos, que serán para entonces, creo que ha sido al menos fructífero.

Con luces y sombras, con llantos y alegrías, con ilusiones frustradas, con el gozo que te da contemplar nuevas vidas. Viendo cómo el Señor provee siempre de lo suficiente, porque nunca nos sobró pero tampoco faltó.

Si queréis que vuestro matrimonio al menos funcione: negaros a vosotros mismos, tomad vuestra cruz cada día, y juntos poned vuestros ojos en Jesús.

 

Julián y Pili.

Rubén y Loida

Ninguno busque su propio bien, sino el del otro” 1ª Cor. 10:24

Éste, junto con otros principios bíblicos, han sido claves para superar muchas dificultades del camino de la vida, o, de otra manera, hallar el contentamiento en toda situación.

Y es que además de amigos, confidentes, enamorados, compañeros de ruta, también somos hermanos en Cristo y eso nos permite echar mano de consejos y promesas que nos ayudan en el día a día, no de una manera pasiva sino práctica y realista.

De esta manera, el amor que es probado también se cultiva, crece y se enriquece día a día y podemos dar gracias a Dios por el privilegio de caminar juntos y unidos en cualquier circunstancia.

 

Rubén y Loida.

Floren y Carmen

Parece que fue ayer, pero ya han pasado 22 años desde que iniciamos este maravilloso proyecto que es de formar una familia. Sin dinero, sin ayuda, ignorando lo que nos aguardaba, siempre con nuestra esperanza puesta en el Señor, hemos llegado hasta aquí; ahora ya somos cuatro los que estamos en el mismo barco.

Creemos que mantener y fortalecer la amistad que iniciamos cuatro años antes cuando nos conocimos, el compartir objetivos, aficiones, repartir el trabajo y las responsabilidades según nuestra capacidad, y sobre todo invertir mucho tiempo en estar juntos, nos han permitido, no sin dificultades, llegar a día de hoy con ilusión y esperanza. Que nuestro Dios siga bendiciéndonos durante muchos años más.

 

Floren y Carmen

Rubén Llanos y Anita

Enséñame tú lo que yo no veo; si hice mal, no lo haré más” Job 34:32

Desde el principio de nuestra relación, siempre nos dijimos que si había algo que lastimara al otro lo hablaríamos, reconoceríamos el error y trataríamos de cambiarlo rápidamente… aunque a veces es un poco difícil.

Mas con la ayuda del Señor, que es el centro de nuestras vidas, hemos podido tener este contentamiento. Este 10 de noviembre cumpliremos 17 años de matrimonio y siempre al servicio del Señor hasta que Él venga. Ése es nuestro anhelo.

 

Rubén Llanos y Anita.

Dumitru y Emilia

Llegados de Rumanía, Dumitru y Emilia saben lo que es estar contentados en cualquier circunstancia. Muchas han sido las peripecias por las que han tenido que pasar para llegar hasta esta tierra y tener cierta estabilidad al fin. ¡Y han permanecido juntos y amándose hasta el final!, aun con altibajos.

Basta observar la unidad entre ellos y sus hijos para confirmar que van prosiguiendo la carrera sin cesar, donde Dios tiene un lugar muy especial. Dumitru acaba de partir, su recuerdo alienta a los que quedan.

 

Dumitru y Emilia.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Muy Personal - El contentamiento de cada día (II)