La sangre de mártires reformadores aún clama

La unión Religión–Estado inspirada en el Imperio Romano es la que produce discriminaciones, arbitrariedades y persecuciones de todo tipo contra iglesias y discípulos fieles a Jesucristo.

04 DE DICIEMBRE DE 2016 · 11:55

,

Leemos insistentes comentarios que ven positivo el ‘acercamiento’ a los protestantes propuesto con tenacidad por el líder católico romano 01. Sorprende a no pocos, que los que pasaron de Lutero sean recibidos ahora con los brazos abiertos por los luteranos, a pesar de que la ICAR persista en muchas prácticas y desviaciones doctrinales denunciadas 500 años atrás por el notable cura al servicio del papado 02.

No hay base bíblica que justifique hoy celebraciones del Antiguo Pacto. No obstante, olvidando el Nuevo Pacto, herederos de la Reforma y del Sacro Imperio quieren celebrar juntos lo que los separó históricamente apoyándose en citas bíblicas sobre la unidad 03, sacadas de su contexto.

Preguntamos:

¿Qué significa el abrazo entre denunciado y denunciante antes de eliminar la causa de ofensa?

¿Es genuino perdón celebrar juntos un hecho histórico aún no clausurado?

Los fieles seguidores de Jesucristo probablemente no encuentren respuestas válidas a los muchos interrogantes que surgen de esta movida vaticana impuesta por Francisco.

Vivimos días en que el matrimonio Religión - Estado continúa produciendo discriminaciones, favoritismos y persecuciones contra iglesias no católicas romanas 04. Estos hechos son apenas denunciados por los medios hegemónicos, ocupados como están en brindar espeluznantes detalles de las típicas matanzas imperiales, ahora perpetradas por el estado terrorista Islámico (IS, DAESH) contra toda manifestación de origen occidental o cristiano 05.

Mientras la industria mediática factura millones exprimiendo el morbo de la gente, la sangre derramada por los mártires sigue clamando por la terrible venganza divina 06.

Por lo expuesto seguimos aportando en esta serie la visión del historiador Juan Crisóstomo Varetto. Invito a leer en este artículo lo que refiere respecto de Ignacio, obispo de la iglesia de Jesucristo en Antioquía 07, uno de los reformadores mártires cuya alma clama en el Cielo.

 

Ignacio de Antioquia.

Ignacio conoció al apóstol Juan en su juventud, y de él aprendió la verdad cristiana. Durante cuarenta años actuó como pastor de la floreciente iglesia de Antioquia, en la cual era estimado por sus virtudes y preciosos dones espirituales.

En la tercera persecución general que tuvo lugar bajo Trajano, fue prendido en Antioquia, y el año 110 conducido a Roma para sufrir el martirio en el anfiteatro. Refiramos la historia de su martirio, citando las palabras de Crisóstomo, tomadas de una homilía que pronunció en Antioquia en conmemoración de Ignacio.

Una guerra cruel se había encendido contra las iglesias, y como si la tierra estuviese dominada por una atroz tiranía, los fieles eran tomados en las plazas públicas, sin que tuvieran otro crimen que reprocharles que el de haber abandonado el error para entrar en las veredas de la piedad, de haber renunciado a las supersticiones de los demonios, de reconocer al Dios verdadero, y adorar a su Hijo Unigénito.

La religión que profesaban esos ardientes partidarios, les hacía merecedores de coronas, aplausos y honores; y sin embargo, era por causa de la religión que los castigaban, que les hacían sufrir mil formas de suplicio a los que habían abrazado la fe, y mayormente a los que dirigían las iglesias; porque el demonio, lleno de astucia y malicia, creía que venciendo a los pastores le sería fácil dominar al rebaño.

Pero el que confunde los designios de los malvados, quiso mostrarle que no son los hombres los que gobiernan las iglesias, sino que es él mismo que dirige a los creyentes de todo país, y permitió que los pastores fuesen entregados al suplicio, para que viese que su muerte, lejos de detener los progresos del evangelio, no hacían sino extender su reino, y mostrarle que la doctrina cristiana no procede de los hombres, sino que su fuente está en los cielos; que es Dios quien gobierna todas las iglesias del mundo, y que es imposible triunfar cuando se hace la guerra al Altísimo".

Al ser condenado Ignacio, se resolvió que fuese llevado a Roma para morir en el circo. Fue conducido por diez soldados, a los que él llamaba diez leopardos, a causa del deleite que tenían en hacerle sufrir toda clase de crueldades.

Las iglesias que había entre Antioquia y Roma, salían al encuentro del peregrino mártir, y se agrupaban en torno suyo para verlo, saludarlo y animarle. En Esmirna, tuvo el gozo de encontrarse con Policarpo.

Sobre el trayecto de Antioquia a Roma, dice Crisóstomo: "Otra astucia de Satanás consistía en no hacer morir a los pastores en las iglesias donde actuaban, sino que los transportaba a un país lejano”. Creía debilitarlos, privándolos de las cosas necesarias, y cansándolos en la larga ruta. Fue así como hizo con el bienaventurado Ignacio. Lo obligó a pasar de Antioquia a Roma, haciéndole ver una distancia enorme, y esperando abatir su constancia por las dificultades de un viaje largo y penoso.

Pero él ignoraba que teniendo a Jesús por compañero de ese viaje, se haría más robusto, daría más pruebas de la fuerza de su alma, y confirmaría las iglesias en la fe. Las ciudades acudían de todas partes, al camino, para animar a este valiente atleta, le traían víveres en abundancia, lo sostenían por medio de sus oraciones y enviándole delegados. Y ellas mismas recibían no poca consolación viendo al mártir correr hacia la muerte con el afán de un cristiano llamado al reino de los cielos; su mismo viaje y el ardor y la serenidad de su rostro, hacían ver a todos los fieles de esas ciudades que no era a la muerte que iba sino a una vida nueva, a la posesión del reino celestial.

Instruía a las ciudades que había en el camino, tanto por su mismo viaje como por los discursos; y lo que sucedió a los judíos con Pablo cuando lo cargaron de cadenas para enviarlo a Roma, creyendo enviarlo a la muerte, mientras estaban enviando un maestro a los judíos que habitaban en Roma, se cumplió de nuevo con Ignacio, y de un modo aun más notable; porque no solamente para los cristianos que habitaban en Roma, sino para todas las ciudades del trayecto, fue un maestro admirable, un maestro que les enseñaba a no hacer caso de esta vida pasajera, a no tener en cuenta para nada las cosas visibles, a no suspirar sino por los bienes futuros, a mirar los cielos, a no atemorizarse por ningún mal ni por ninguna de las penas de esta vida.

Esas eran las enseñanzas que daba, y otras más, a todos los pueblos por los cuales pasaba. "Era un sol que se levantaba en el Oriente y corría al Occidente, derramando más luz que el astro que nos alumbra. Este astro lanza desde arriba rayos sensibles y materias; Ignacio brillaba aquí abajo, instruyendo las almas, alumbrándolas con una luz espiritual. El sol avanza hacia las regiones del poniente, luego se oculta y deja al mundo en las tinieblas; era avanzando hacia las mismas regiones que Ignacio se levantaba, y que derramando mayor claridad, hacía mayor bien a los que estaban en la ruta. Cuando entró en Roma enseñó a esta ciudad idólatra una filosofía cristiana, y Dios quiso que allí terminase sus días, para que su muerte fuese una lección a todos los romanos''.

Sobre su muerte en el inmenso Coliseo de la gran capital del Imperio, dice: "No fue condenado a morir fuera de la ciudad, ni en la prisión, ni en un lugar apartado; pero sufrió el martirio en la solemnidad de los juegos, en presencia de toda la ciudad congregada para ese espectáculo, siendo dado como presa a las bestias feroces que lanzaron contra él. Murió de esta manera, para que levantando un trofeo contra el demonio, en presencia de todos los espectadores, tuviesen envidia de tales combates, y se mostrasen llenos de admiración ante el coraje que le hacía morir sin pena, y hasta con satisfacción. Veía con alegría a las bestias feroces, no como quien tenía que morir, sino como quien estaba llamado a una vida mejor y más espiritual".

Fue también una obra muy importante la que hizo Ignacio al escribir cartas a las iglesias durante su viaje. Es en éstas que se hallan los datos principales sobre su martirio. Es lamentable que los sostenedores del papado hayan fraguado epístolas que atribuyen a Ignacio, y aun adulterado las auténticas. Uno de los problemas más controvertidos sobre la literatura cristiana del segundo siglo es el relacionado con la autenticidad de las cartas que se atribuyen a Ignacio. La crítica actualmente rechaza como apócrifas cinco de éstas y admite siete como genuinas 08.

Continuaremos en la próxima recordando a otro mártir de la verdadera iglesia de Dios que edifica Jesucristo: Policarpo de Esmirna. Hasta entonces, si el Señor lo permite.

-------oooooo0ooooooo-------

Notas

Ilustración: pintura mostrando a Ignacio de Antioquía, discípulo del Apóstol Juan, juzgado y condenado por el Imperio Romano a causa de ser cristiano, murió al ser arrojado a los leones en el circo romano. http://catholikblog.blogspot.com.es/2014/10/santo-de-hoy-ignacio-de-antioquia-santo.html

01. “Es positivo el impacto de la celebración conjunta de los 500 años de la Reforma” Leer más: http://protestantedigital.com/magacin/40868/%E2%80%9CEs_positivo_el_impacto_de_la_celebracion_conjunta_de_los_500_anos_de_la_Reforma%E2%80%9D

02. Quienes pasan de Lutero ponen en duda el valor histórico de sus 95 tesis, más revolucionarias allá en el siglo XVI que la revolución castrista a la que se le rinden honores tras fallecer su controvertido autor. Sugiero leer acerca de Melchior Lotter (padre e hijo) los alemanes que revolucionaron la impresión de libros. Lotter hijo imprimió en tipos góticos lo que Lutero clavó en las antiguas puertas de madera de la iglesia en el castillo de Wittenberg (hoy mueso).

03. Juan 17 es un maravilloso capítulo del Evangelio. En él, poco antes de emprender voluntariamente el camino a su sacrificio vicario, Jesús ruega al Padre que sus seguidores (ecclesia) sean uno así como lo son ellos (Hijo y Padre). ¿Puede alguien creer que la respuesta del Padre a este ruego aún no llegó, o que son necesarios esfuerzos extras para que se produzca? En Efesios 4 Pablo insta a los miembros de esa iglesia local a velar por la unidad; cuidarla, mantenerla, no romperla hasta llegar a ser ‘perfectos en unidad’ como anticipó Jesucristo (Juan 17:23).

04. Un clarísimo ejemplo de intolerancia religiosa es lo que ocurre en Latinoamérica desde la conquista. Para muestra basta un botón: en Chiapas, México, en los últimos 50 años se persigue brutalmente a los cristianos evangélicos sin intervención del Estado para defender sus derechos. Ver más en esta corta lista periodística: https://www.youtube.com/watch?v=tjh2QRhfaJc

https://www.puertasabiertas.org/noticias/Ultimas_noticias/20111/6_casos_vigentes_de_persecucion_en_Mexico http://www.noticiacristiana.com/sociedad/persecuciones/2010/05/anos-de-persecucion-en-chiapas-mexico.html https://www.iglesia.net/index.php/persecucion-cristiana/leer/la-tolerada-persecucion-a-evangelicos-en-chiapas/ http://www.nosotros.cl/detalle_noticia.php?cont=669;

05. http://rpp.pe/mundo/terrorismo/que-es-el-estado-islamico-y-cual-es-su-amenaza-para-occidente-noticia-722293

06. Apocalipsis 6:9-11; 20:4.

07. Antioquía de Siria. Ciudad fundada (c 300 a.C.) por Seleuco I Nicátor, sobre la orilla meridional del río Orontes, a unos 24 km del Mar Mediterráneo. Fue colonizada con atenienses y macedonios, y con naturales de la región. Más tarde, Seleuco II y Antíoco IV la ampliaron y trajeron nuevos colonizadores, entre los cuales había muchos judíos. Fue un importante centro comercial y de cultura helenística en el Oriente. En el 64 a.C., después de más de 2 siglos de ser la capital del Imperio Seléucida, y de un breve interludio bajo el dominio armenio, Antioquía pasó a manos de los romanos y Pompeyo la anexó a Siria, e hizo de ella la capital de esta nueva provincia senatorial y asiento del legado romano. Se la conocía como "La reina del Este", y fue la 3ª metrópolis del imperio, después de Roma y Alejandría. En tiempos del NT tenía una población estimada entre 250.000 y 800.000 habitantes. El Evangelio llegó a Antioquía gracias a miembros de la iglesia de Jerusalén que huyeron durante la persecución que siguió al apedreamiento de Esteban. Los ancianos de la iglesia en Jerusalén encomendaron a Bernabé para apoyar a los nuevos conversos. Bernabé pidió ayuda a Pablo y ambos trabajaron allí durante un año entero estableciendo un sólido centro cristiano en el lugar. En esta ciudad los seguidores de Jesucristo recibieron el nombre de "cristianos" (Hechos 11:26). Luego, algunos profetas llegaron como refuerzos a la iglesia (v 27). El siguiente paso importante en la historia de esta iglesia se tomó cuando los cristianos de Antioquía, patrocinando la obra evangélica organizada en países extranjeros, enviaron a Pablo y a Bernabé en un viaje misionero (13:1-3). Pablo consideró a Antioquía como su sede, y comenzó sus viajes 2º y 3º en esa ciudad (15:35-41; 18:22, 23). Sin embargo, los cristianos de Antioquía sentían su dependencia de los dirigentes de la Iglesia de Jerusalén y buscaron su consejo (15:1, 2). También aceptaron la responsabilidad de ayudar a la iglesia madre en Judea con una contribución financiera durante un tiempo de necesidad (11:27-30). 65 25. En años posteriores, Antioquía fue el escenario de varios concilios de la iglesia cristiana. La ciudad fue destruida por Cosroes, rey de Persia, en el 538 d.C., y nunca se recuperó de este golpe. Después de ser conquistada por los árabes un siglo más tarde, rápidamente perdió la poca importancia que le quedaba. Ahora pertenece a Turquía, como un pueblo llamado Antâkiyeh. Fuente: G. Downey, A History of Antioch in Syria [Una historia de Antioquía de Siria] (Princeton, NJ, 1961); B. M. Metzger, BA 11 (1948) 69-88.

08. Tomado de ‘La Marcha del Cristianismo’ de J. C. Varetto, páginas 50-53.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Agentes de cambio - La sangre de mártires reformadores aún clama