Jesucristo, el primer reformador
Mucho antes del célebre Martin Lutero otros valientes elegidos por el Señor dieron la vida por el Evangelio, la perfecta obra reformadora iniciada por Jesucristo con la edificación de Su iglesia.
01 DE OCTUBRE DE 2016 · 17:55
En la cumbre literaria de ADECE llevada a cabo recientemente en Santiago de Compostela, el autor distinguido como la ‘Personalidad del Año’ (2016) 01, dijo:
“se escribe mucho, pero es como si a las palabras les faltara vigor”.
Médico de profesión, no se quedó en el síntoma y el diagnóstico sino que prescribió una fórmula reparadora para devolverle la fuerza original a las palabras.
¿Cómo hay que trabajar con palabras para permear las mentes, corazones y voluntades de los lectores?
Resumiendo al Dr. Pablo Martínez Vila, la obra literaria puede trascender si cumple con tres fundamentales exigencias:
“la estética, la ética y la espiritual”.
Ningún escritor que ame lo que escribe podrá negar que, aún cumpliendo con estos ‘tres pisos’, todo texto recibirá comentarios de diverso tipo, sin excluir las amargas críticas.
Para comprobarlo, baste con evaluar las condiciones en las que el Dr. Martín Lutero decidió clavar sus 95 tesis en las puertas de la iglesia del Palacio de Wittenberg 02.
Lutero no fue la excepción a la regla: fue excomulgado por la iglesia imperial y condenado a muerte. Salvó el pellejo escondiéndose de sus perseguidores y recibiendo protección de los ricos que comenzarían a protestar contra los abusos del papado 03.
¿Cuándo comenzó la Reforma?
Para responder a la pregunta es necesaria toda una miniserie. Como las otras, la que propongo hoy no puede comenzar sin el fundamento del texto bíblico.
¿Hay algún texto en la Biblia que use el verbo ‘reformar’? Sí.
Me refiero al capítulo noveno de la epístola a los hebreos donde el autor inspirado contrasta el Antiguo Pacto con el Nuevo. De él cito estos párrafos:
“Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.
Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.” 04
Este texto arroja luz a la respuesta que da el Maestro de Galilea a la declaración que Simón Pedro le hizo guiado por el Espíritu Santo:
“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” 05
A la revelación de Dios Padre al discípulo de Jesús, le sigue la revelación del Hijo de Dios para ser recibida por toda persona que tenga oídos para oír:
“ (Yo) edificaré mi iglesia”.
Estas palabras, sacadas de su contexto han sido usadas para fines e intereses no confesados o reconocidos por aquellos que se pierden la dimensión que les brinda el texto a los hebreos.
Jesucristo, el primer hombre en entrar al Lugar Santísimo tras haber expiado los pecados del mundo con su sangre, se convirtió en el único hombre mediador entre Dios y los hombres.
Este hombre, el primero en haber resucitado de los muertos, ya glorificado y sentado a la diestra del trono de Dios, es el único capaz de ‘reformar las cosas’.
Dios va llevando a cabo la obra de Redención por etapas. Dentro ya del Nuevo Pacto firmado por Dios con la sangre de Cristo – Su Hijo-, vivimos en la etapa en que la Creación toda gime como mujer en trabajo de parto, esperando la manifestación de los hijos e hijas de Dios:
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios.
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.” 06
Entendiendo que la iglesia es el cuerpo vivo de los seguidores de Jesucristo, siendo él su única Cabeza, veremos de aquí en más la manera en que Él va reformando todas las cosas.
Invito entonces a los lectores a seguir, Dios mediante, esta nueva miniserie que tomará como base lo que el historiador Juan Crisóstomo Varetto 07 llamaba la marcha de la iglesia. Una marcha realmente triunfal, en medio de pruebas y tribulaciones que durarán hasta el ansiado regreso del Señor de la iglesia.
La compartiremos tomando como base este enfoque que es evangélico ciento por ciento, y arroja rayos de luz a la denominada Reforma Protestante.
Notas
Ilustración: Las puertas de hierro de la antigua iglesia del Palacio de Wittenberg (hoy convertida en Museo) donde están grabadas las 95 tesis de Lutero. Las puertas originales, de madera, fueron quemadas por los perseguidores del reformador. Agradezco a mi hijo Andrés Margenet Cáceres por permitirnos publicar esta foto de su reciente visita.
La foto de J.C. Varetto que se incluye es tomada de: http://www.iglesiapueblonuevo.es/index.php?codigo=bio_varetto
01. ADECE es la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos con sede en España. Leer más: http://protestantedigital.com/espana/40374/El_comunicador_cristiano_llamado_a_ser_%E2%80%9Cun_maestro_de_las_palabras%E2%80%9D
02. Según la tradición, esto ocurrió el 31 de octubre de 1517., cuando el clérigo había agotado su paciencia ante la impasividad de sus superiores a sus reiterados reclamos.
03. Se cree que el príncipe Federico III de Sajonia, llamado Federico El Sabio, le protegió debido al poder de la nobleza germana frente al papado romano. Gracias a ello se llegó a la famosa ‘Dieta de Worms’ (1521) y la ‘Dieta de Espira’ (1529) contra las cuales protestaron numerosos nobles germanos porque prohibían la enseñanza de la ‘fe luterana’ so pena de excomunión de la iglesia imperial.
04. Hebreos 9:6-10. Negritas: énfasis del autor.
05. Mateo 16:18. Negritas: énfasis del autor.
06. Romanos 8:18-23.
07. J.C. Varetto (1879-1953), escritor italiano convertido a Jesucristo escribió de manera accesible sobre la historia de la iglesia cristiana. Sus libros ‘La marcha del Cristianismo’ y ‘’La Reforma religiosa del siglo XVI’ son dos volúmenes consultados por muchos escritores de habla hispana en los últimos cincuenta años.
Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Agentes de cambio - Jesucristo, el primer reformador