La evangélica Silva no disputará la presidencia de Brasil

La candidata a la presidencia del PSB, Marina Silva, ha reconocido su derrota este domingo por la noche, cuando se conocían los resultados preliminares de unas elecciones en las que se ha confirmado el favoritismo de Dilma Rousseff y ha sorprendido la pujanza de Aécio Neves, quien finalmente disputará la segunda vuelta frente a la actual presidenta dentro de dos semanas.

Silva compareció ante los medios junto a Beto Albuquerque, su segundo en esta campaña plagada de altibajos y sorpresas. La primera fue el hecho de ser candidata a la presidencia a causa del accidente de avión en el que falleció Eduardo Campos, líder escogido en el partido, en el mes de agosto.

El suceso y la campaña de Silva le llevó en algunos momentos a liderar los sondeos, que demostraron un fuerte vaivén en la población brasileña.

La candidata, de fe evangélica, expresó su reconocimiento de la derrota expresando que “llegamos hasta aquí con dificultad, pero con honestidad e integridad”. Se acordó en su discurso de Eduardo Campos y su familia, y no dejó claro si dará su apoyo a alguno de los candidatos que ahora se batirán en la segunda vuelta.

Con un 20% del apoyo popular, si Marina Silva decide apoyar a alguno de los dos, podría dar el espaldarazo definitivo para el triunfo.

La gran sorpresa de la noche fue el ascenso de Aécio Neves como alternativa a Rousseff, la presidenta, que mantuvo su favoritismo y había recuperado mucho terreno en las últimas semanas de campaña. En dos semanas Brasil decidirá.