Yihadistas detenidos planeaban ejecución tipo Daesh en Cataluña

La célula yihadista desarticulada el pasado miércoles en Cataluña planeaba secuestrar a una persona en España para vestirla con un mono naranja como los que usa el Daesh (autoproclamado Estado Islámico), grabarla en un ‘interrogatorio’ y luego degollarla ante de las cámaras, según fuentes de la Fiscalía de la Audiencia Nacional.

Los once detenidos, siete de los cuales han sido enviados a prisión por orden del juez Santiago Pedraz, formaban parte de una autodenominada “Fraternidad Islámica para la predicación de la Yihad” y tenían como fin primordial cometer atentados en suelo español.

Para ello habían realizado vigilancias de edificios públicos y privados como el Parlament de Cataluña, las comisarías de los Mossos d’Esquadra de Sabadell y de la plaza de España de Barcelona y el hotel Catalonia de Barcelona. Estos inmuebles fueron fotografiados desde distintos ángulos, para analizar las vías de acceso y escape para un hipotético atentado.

Las escuchas telefónicas realizadas por la policía autonómica catalana han revelado que el grupo estaba comenzando a planificar el secuestro de la directora de una entidad financiera, el Banco Sabadell, con el objeto de reclamar un rescate con el que financiar sus actividades, según las mismas fuentes.

En cualquier caso, las acciones del grupo han sido atajadas en un momento embrionario y en fase de “ideación”. De hecho, no habían llegado a hacerse con el mono naranja con que los terroristas del Daesh visten a sus prisioneros antes de asesinarlos.

Según un testigo protegido, Alí el Peluquero se sirvió de un neonazi, Diego Frías, también detenido, para planear "poner una bomba en una librería judía de Barcelona, de nombre La Piedra o algo similar". A este detenido, Frías, se le intervino en su domicilio, según el auto de prisión, una granada de mano Oramil R41 como las que utiliza el Ejército español, un cargador de un fusil Cetme, 15 cuchillos de diferentes medidas, esposas metálicas, 227 cartuchos de munición, una pistola, una porra eléctrica prohibida, un machete y cuatro escopetas.

La célula decidió trasladar su yihad a España después de haber fracasado en el intento de enviar a combatientes a Siria e Irak. Tres de las personas que captaron fueron detenidas antes de llegar a la zona de conflicto. Los agentes han hallado anotaciones manuscritas con instrucciones para fabricar explosivos y diversos productos químicos para realizarlos.

El líder del grupo era el converso Antonio S. M, que se convirtió al islam tras casarse con una musulmana y que trabajaba en una peluquería de un barrio humilde de Sabadell. El menor detenido, de 17 años, y que ha ingresado en un centro de reforma estaba “totalmente implicado” en la célula, según la investigación.